En septiembre la confianza de los consumidores registró una nueva caída, en un escenario de mayor inflación, de las remuneraciones reales a la baja y el enfriamiento del mercado laboral.

Así lo refleja el último Índice de Percepción del Consumidor (Ipeco), elaborado por el Centro de Estudios en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo (UDD), el cual arroja que en septiembre la confianza de los consumidores tuvo una caída de 3,5 puntos respecto del mismo mes del año anterior y de 3 puntos respecto al mes anterior, llegando a 88,8 puntos (en índice con base 100 en 2001), su menor nivel desde octubre de 2021. Esta es además su segunda caída consecutiva.

El indicador en los últimos meses ha reflejado los efectos de la mayor inflación, del enfriamiento del mercado laboral y de una economía frenada. Las noticias económicas vigentes durante el mes fueron mayormente negativas para la confianza de los consumidores. El Imacec de julio aumentó un 1,0% en doce meses. Por otro lado, el Índice de Actividad del Comercio (IAC) aumentó un 2,4% en agosto, con lo que sumó una caída de 11,9% en doce meses. Respecto de la inflación, el IPC aumentó en 1,2% en agosto, acumulando un crecimiento de 14,1% en doce meses.

Entre los factores que determinan los ingresos de los hogares, la tasa de desempleo se mantuvo en 7,9% durante el trimestre terminado en agosto, mientras que el índice real de remuneraciones de julio disminuyó un 0,3% durante el mes, acumulando un retroceso de 3,0% en un año.

Detalles del indicador

El Ipeco se construye en base a un índice de coyuntura, sobre el presente, y otro de expectativas hacia adelante.

Según el informe, la confianza en la actualidad disminuyó marcadamente en 17,1 puntos, de levemente optimista a neutral, hasta 132,87 puntos, su menor nivel desde octubre de 2021.

Dentro de este índice, la percepción de la situación económica actual disminuyó 9,1 puntos durante septiembre, aunque permaneció moderadamente pesimista, lo que se explica por un aumento de las visiones pesimistas y una disminución de las visiones neutrales. Por otra parte, la percepción del desempleo actual cayó 34,1 puntos, de optimista a moderadamente optimista, debido a un aumento de las visiones pesimistas y una caída de las visiones neutrales.

Por su parte, la confianza en el futuro (índice de expectativas) aumentó marginalmente -2,1 puntos- ubicándose en 72,93 puntos, aunque se mantiene en un nivel muy pesimista. Esto se debió a mejoras graduales en las percepciones de la situación económica futura y de los ingresos futuros, que fueron compensadas por un marcado retroceso de la percepción del desempleo futuro.

En dicho índice influye la percepción de la situación económica futura, la cual aumentó 7,3 puntos, aunque se mantuvo extraordinariamente pesimista. Esto fue resultado de una disminución de las visiones pesimistas y neutrales, y un avance de las visiones optimistas. La percepción del desempleo futuro disminuyó de neutral a moderadamente pesimista, tras una caída de 22,9 puntos, explicada por un aumento de las visiones pesimistas y neutrales, y una caída de las visiones optimistas.

Finalmente, la percepción de los ingresos futuros avanzó, 12,9 puntos, de extraordinariamente pesimista a pesimista. Esto se debió a una disminución de las visiones pesimistas y un incremento de las visiones neutrales y optimistas.