La economía de Venezuela continúa encogiéndose y en el tercer trimestre se hundió otro 43% con respecto al mismo período del año anterior, de acuerdo a la medición que divulgó este jueves la Asamblea Nacional, controlada por la oposición.

En el primer semestre del año, la actividad económica había sido 25% menor que la de los primeros seis meses de 2018, de acuerdo al informe del Parlamento.

El Congreso calcula los resultados de la economía y la tasa de inflación desde hace más de un año, buscando suplir el rezago en la publicación de cifras por parte del Banco Central.

Los más recientes datos oficiales del ente emisor mostraron que la economía cayó 26,8% en los primeros tres meses de este año, profundizando una recesión que inició a principios de 2014.

La Asamblea Nacional calcula que la economía venezolana pasó a tener un tamaño similar a la de Guatemala y produce menos de US$70.000 millones.

Venezuela era hasta hace cuatro años la cuarta economía latinoamericana. En medio del deterioro de la actividad económica, la inflación en los últimos 12 meses se ubicó en 24.312%, bajo una hiperinflación que comenzó hace dos años.

En octubre, los precios aumentaron 20,7%, según la Asamblea Nacional. "Es un colapso", dijo el diputado opositor y economista Ángel Alvarado, quien agregó que "las industrias y comercios que quedaron en pie tras la ola de nacionalizaciones del gobierno de Nicolás Maduro han quedado devastadas por el huracán de la hiperinflación".

El Parlamento de mayoría opositora no cree que la economía venezolana pueda recuperarse pronto sin ayuda financiera internacional, pero advierten que Maduro no la conseguirá pues su segundo mandato ha sido desconocido por decenas de países, entre ellos Estados Unidos, que impuso extensas sanciones financieras para presionar su salida.

En el primer gobierno de Maduro, la actividad económica se redujo 73%, calcula el Congreso. Alvarado advirtió que un aparato productivo cada vez más pequeño continuará expulsando a la masa trabajadora de una nación de la que ya han migrado casi cinco millones de personas desde 2015, según Naciones Unidas.