Donald Trump nunca ha logrado concitar todo el respaldo transversal del Partido Republicano, como queda reflejado en la discusión que tiene lugar en el Congreso sobre las facultades que tiene el mandatario para imponer aranceles a otros países.
Dos proyectos en direcciones opuestas fueron presentados este año, uno que pretende darle más herramientas al presidente de Estados Unidos y otro quiere limitar su ímpetu proteccionista.
La primera iniciativa que llegó al Capitolio fue presentada por el representante de distrito 7 de Wisconsin, Sean Duffy. El congresista oficialista presentó el proyecto de "Ley de Comercio Recíproco", en base al cual le otorga al mandatario la posibilidad de responder a los aranceles que imponen otros países a Estados Unidos.
"Mi legislación le daría al Presidente las herramientas necesarias para presionar a otras naciones para que bajen sus aranceles y dejen de aprovecharse de EEUU", señaló al presentar la iniciativa Duffy.
En la otra vereda se encuentra a dos congresistas republicanos, Mike Gallagher y Darin Lahood, junto a dos demócratas, Ron Kind y Jimmy Panetta, con la "Ley Bicameral de la Autoridad de Comercio", la cual busca que el Ejecutivo presente al Congreso cualquier propuesta para ajustar las importaciones. De esta manera, se busca impedir que Trump siga elevando aranceles con órdenes ejecutivas, argumentando motivos de seguridad nacional.
"Mi proyecto de ley también protege al público de los excesos del Ejecutivo y de las políticas proteccionistas que perjudican a las familias", indicó Gallagher.
Por supuesto, es la primera idea la que más le gusta a la Casa Blanca. De hecho, el mismo Trump ha sostenido reuniones sobre la iniciativa, ha entregado ejemplos de cómo otros países imponen aranceles que no van acorde con las barreras estadounidenses (ver tabla).
Sin embargo, pese al entusiasmo del mandatario, el presidente del Comité de Finanzas del Senado, el republicano Chuck Grassle, ya adelantó que rechazará la propuesta de Duff, por considerar que la autoridad presidencial sobre el comercio debe ser frenada, no ampliada.
"Muchos congresistas y senadores, tanto republicanos como demócratas, ahora se dan cuenta de que las múltiples leyes promulgadas durante el siglo pasado otorgan demasiado poder al presidente para interrumpir el comercio exterior sin una razón real", señala a PULSO Gary Hufbauer, investigador de Peterson Institute, quien no cree que la "Ley de Comercio Recíproco", salga airosa de su periplo por el Capitolio. En cuanto a la otra alternativa, afirma que podría convertirse en ley "si está vinculada a otro proyecto de ley que al presidente le resultaría difícil vetar, por ejemplo, aumentar el límite de la deuda o un proyecto de ley de infraestructura".
Preparativos de nueva cita con China
El 1 de marzo se acaba el alto al fuego entre chinos y estadounidenses, en marco de la guerra comercial.
Este jueves y viernes, a una semana de que termine el plazo, se volverán a ver las caras las autoridades chinas y estadounidenses que buscan poner fin al conflicto arancelario.
El calendario avanza rápidamente, pero el presidente de EEUU, Donald Trump, ayer quiso reducir la presión sobre los representantes de cada lado, dando entender que la tregua se podría extender, como ya lo había planteado hace unos días.