Varias señales respecto de la trayectoria futura que podría seguir la Tasa de Política Monetaria (TPM) tras el fuerte ajuste a la baja del viernes en 50 puntos base, se han dado desde el Banco Central.
Luego que el instituto emisor puso en su comunicado un sesgo neutral -lo que fue ratificado por el presidente Mario Marcel al presentar el IPoM el lunes-, en estos últimos días se ha empezado a señalar que disminuciones adicionales del tipo rector no están descartadas y que dependerán de la evolución del escenario económico.
Los protagonistas de estos mensajes han sido los propios consejeros del ente emisor. El martes fue su vicepresidente Joaquín Vial, quien en radio Duna planteó que los cambios realizados en la TPM el viernes y el análisis expuesto en el Informe de Política el lunes son consistentes con el escenario base que maneja el Central en términos de crecimiento, pero admitió que "por supuesto esas cosas pueden cambiar y es muy posible, hay gente que por supuesto está pensando, por ejemplo, que la situación internacional va a ser más mala".
Ayer, el turno fue del consejero Pablo García, quien fue aún más preciso respecto de eventuales cambios en el escenario externo y la flexibilidad que tendría el BC para enfrentar un entorno más complejo.
En entrevista con radio Infinita, García explicó que si bien existe un escenario base, construido con supuestos de crecimiento que incorporan una aceleración de la economía en el segundo semestre, "en nuestro lenguaje no están las palabras descartar, cerrar puertas o cosas por el estilo, no nos comunicamos de esa manera, (eso) se aleja de la forma en que hacemos nuestra política monetaria".
Aún más, frente a un empeoramiento del entorno externo, recalcó que "si uno ve un escenario más malo -nuestro balance de riesgo de crecimiento está sesgado a la baja- porque las perspectivas en el segundo semestre no se cumplen, se puede evaluar hacer un cambio en la política monetaria". En esa línea, enfatizó que "lo principal es observar lo que está pasando y reaccionar con la tasa de interés".
García considera que no fue un error el aumento de la TPM en octubre (2018) y enero (2019), sino que hubo cambios relevantes relacionados con la inflación y el crecimiento, y que en ningún caso la decisión de dejar la TPM en 2,5% está influida por el gobierno.
Las declaraciones de García y Vial han tenido un tono distinto a lo manifestado por el presidente del BC el lunes, quien enfatizó que "el escenario base del IPoM no contempla bajas adicionales de tasa, por el hecho de estimar que este impulso monetario es suficiente para ir asegurando la convergencia de la inflación por la vía de ir cerrando las brechas de actividad".
El análisis del mercado apunta a que la economía requerirá de estímulo monetario adicional. De hecho, las tasas swap incorporan un recorte de la TPM de 25 puntos base en octubre de este año, y otra, también de 25 puntos base, en abril del próximo año.