Que la situación fiscal del país es estrecha y que se necesitan nuevos ingresos estructurales -o ajustar gasto- para impulsar nuevas políticas públicas no es novedad ni menos un tema que esté recién en el debate, sino que, todo lo contrario. Desde al menos dos años, el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) viene advirtiendo que las perspectivas hacia adelante son complejas. De hecho, el propio gobierno lo ha planteado y por lo mismo está impulsado un pacto fiscal para generar mayores recursos vía impuestos, crecimiento y eficiencia del gasto público.
Y este martes, el CFA reiteró ese mensaje al presentar su informe semestral de la situación fiscal del país. Así, ante la Comisión de Hacienda del Senado, señalaron que “considera fundamental alcanzar un consenso político amplio para mejorar la situación de estrés fiscal, abarcando tanto al Poder Ejecutivo como al Legislativo”. Asimismo, señalaron que “este acuerdo debiera traducirse en una agenda concreta con una serie de medidas que permitan aumentar los ingresos fiscales disponibles y/o ajustar la trayectoria de gastos, junto con reconstruir colchones fiscales”.
En su informe también entregaron cinco nuevas recomendaciones para avanzar en la estabilización de las cuentas fiscales.
La primera es concretar la convergencia fiscal mediante el cumplimiento “riguroso del gobierno” de sus metas de balance estructural. “Esto implica cumplir la meta ya establecida de reducir el déficit estructural a 1,9% del PIB en 2024, 1,1% en 2025 y 0,5% en 2026″. No obstante, afirman que, de acuerdo a estimaciones del CFA, “se requerirá alcanzar y mantener el balance estructural en equilibrio desde 2027 en adelante, para estabilizar la deuda bruta por debajo de su nivel prudente de 45% del PIB”.
Lo segundo que señalan es que se acelere el proyecto de ley sobre responsabilidad fiscal. “Este incluye importantes medidas para mejorar la institucionalidad fiscal, tales como: normas de uso de cláusulas de escape de la regla fiscal y sus posteriores mecanismos de corrección, marco legal para la regla fiscal dual, mejor regulación de los informes financieros de los proyectos de ley, fortalecimiento de corto plazo y ampliación de las funciones del CFA, y una mayor rendición de cuentas de la autoridad fiscal”, puntualizan.
Como tercer punto, el continuar el fortalecimiento de la institucionalidad fiscal para el mediano y largo plazo. En ese sentido, mencionan que “sin desmedro de recomendar la pronta aprobación del proyecto de ley sobre responsabilidad fiscal, el CFA recuerda que hay materias a ser evaluadas en el futuro, como la incorporación de mecanismos de corrección automática de las metas de balance estructural, mediante una cuenta de control para compensar en el tiempo sus desvíos”.
Como cuarta recomendación está el hecho de que se debe avanzar en tener fuentes de financiamientos permanentes. “Avanzar en un acuerdo amplio que permita financiar los actuales déficits fiscales y eventuales nuevos gastos permanentes, con un esfuerzo sustantivo y la combinación equilibrada de distintas fuentes de financiamiento permanentes, que involucren acciones concretas y un plan detallado”.
Para esto sostienen avanzar en crecimiento económico, nuevos ingresos tributario, reducción de la evasión y elusión tributaria y las ganancias de eficiencia permanente del gasto público.
Para cada una de ellas detalló sus recomendaciones: en crecimiento puntualizan que entregar propuestas específicas para potenciar el crecimiento van más allá de sus funciones, lo que recomiendan es considerar “las diversas propuestas existentes” en esta materia, por ejemplo, de la Comisión Nacional de Productividad, así como las mencionadas por el Comité de Expertos sobre Espacio Fiscal y Crecimiento Tendencial entre otras.
En nuevos ingresos tributarios sostienen que se debe establecer que los ingresos se asignen a propósitos generales y no a fines específicos; la suficiencia, garantizando que la recaudación sea adecuada para cubrir las necesidades del gobierno; la equidad horizontal, que implica un tratamiento igualitario entre contribuyentes con capacidades similares; la equidad vertical, o la progresividad de los impuestos, que se refiere a gravar más a quienes tienen mayor capacidad económica; y la simplicidad del sistema, que busca facilitar el cumplimiento y la administración tributaria.
El CFA recomienda que, una vez aprobada una reforma tributaria, el SII realice reportes anuales dando cuenta de forma transparente de sus impactos efectivos en la recaudación.
Sobre la reducción de la evasión y elusión tributaria, menciona que “es relevante considerar el impacto compensatorio que puede surgir a partir de una mejora en la moral tributaria” y “considerar la gradualidad en la que se puede ir alcanzado la mayor recaudación esperada, puesto que aspectos institucionales, como el reforzamiento de las entidades fiscalizadoras, pueden requerir tiempos de adaptación y de aprendizaje”. Sobre lo mismo, recomienda que el SII realice reportes anuales transparentes, dando cuenta del avance en la disminución en la evasión y elusión tributaria.
En cuanto al gasto, dice que buscar ganancias de eficiencia permanente debe ser una tarea constante (del Ejecutivo) con el objetivo de generar espacio fiscal considerable a través de una reasignación de recursos. “El Consejo resalta que ello requiere de acciones específicas para lograrlo, las que suelen requerir de respaldo político amplio”. En esa misma línea, recomienda a Hacienda “elaborar un plan concreto, con metas anuales específicas y realistas con la debida rendición de cuentas de sus logros, de manera que esta línea de financiamiento sea altamente creíble, transparente y efectiva”.