La inflación no era tema hace algunos años, pero ahora se ha instalado en el debate y ya se siente en el bolsillo. De hecho, las menciones sobre “inflación” en Twitter se empezaron a disparar la última semana de abril, y en mayo alcanzaron su peak, al menos desde enero de 2020, cuenta Andrés Azócar, de Ubik. En igual periodo, las interacciones en Instagram alcanzaron su peak en marzo, pero mayo se ubica en el podio al sumar el total. En Facebook ocurre algo similar, con abril registrando el peak de interacciones.

Es que en abril el IPC sorprendió al mercado al trepar un 1,4%, acumulando en 2022 una inflación del 4,8% y del 10,5% en doce meses. La noticia se supo el 6 de mayo. Así, los $ 10 mil de hace un año, hoy en realidad equivalen a $ 8.950. Para mantener el poder adquisitivo habría que haber invertido ese dinero en un instrumento que hubiese rentado sobre el 10,5% en doce meses.

Mientras las personas empiezan a sufrir el mayor costo de la vida en el supermercado, los inversionistas los sienten en los precios de los activos. La búsqueda por una cobertura eficiente se inició hace meses, pero aún hay oportunidades. Bonos en UF, acciones del sector eléctrico, ETF de materias primas o propiedades. El abanico para cubrirse es amplio, pero existen diferencias para una cartera en pesos y una en moneda extranjera.

En este contexto, los inversionistas llevan meses lidiando con el mayor costo de la vida. ¿Cómo cubrirse del riesgo y mantener el poder adquisitivo?

BONOS EN UF, ACTIVOS ALTERNATIVOS Y MÁS

¿Invertir en Chile o afuera?

El fenómeno inflacionario no solo se produce en Chile. Para el cuarto mes del año, los datos del Departamento del Trabajo de EE.UU. revelaron que los precios al consumidor subieron un 0,3% acumulando un alza del 8,3% en doce meses.

De hecho, todos los participantes en la reunión de política monetaria de la Reserva Federal del 3 al 4 de mayo apoyaron una subida de las tasas de interés pues si bien “coincidieron en que la economía de Estados Unidos era muy fuerte”, también apuntaron a que “el mercado laboral estaba extremadamente ajustado y la inflación era muy alta”, con riesgos “al alza” de una inflación aún más rápida dados los actuales problemas de suministro global, la guerra de Ucrania y los continuos confinamientos por coronavirus en China.

El director regional de Portafolio Solutions de Credicorp Capital, Klaus Kaempfe, señala que para un inversionista local es relativamente fácil, pues existen bonos denominados en UF, pero para quien invierte en moneda extranjera es más complejo y requiere de mayor análisis, pues si bien existen bonos indexados en EE.UU., no son similares a los chilenos y no prestan una cobertura eficiente.

El subgerente de Asesoría e Inversiones de Sura Inversiones, Rodrigo Balbontín, explica que en la compañía llevan “varios meses recomendando invertir en bonos de muy buena calidad crediticia, que estén denominados en UF y que tengan vencimientos de corto plazo”, y que “para inversiones de horizonte más largo, otras alternativas interesantes son los activos alternativos fuera de Chile”, pues estos “brindan protección inflacionaria a las rentabilidades de nuestro portafolio, gracias a que los flujos que perciben este tipo de instrumentos tienden a estar indexados a los movimientos de la inflación”.

El director de Asesoría y Productos para las Américas de Julius Baer, Esteban Polidura, explica que “comúnmente escuchamos que “el efectivo es el rey”, pero “creemos que en el contexto de un portafolio de inversión no lo es”. En esa línea, detalla que son una buena opción los “bonos corporativos de corta duración denominados en dólares americanos, francos suizos o euros”, pero también los ETF. Y es que “en vista de los movimientos en rendimientos de bonos del Tesoro americano, vemos oportunidades en algunos fondos pasivos que aprovechen oportunidades específicas a lo largo de la curva”, dice Polidura.

¿Y el dólar? Según el gerente de Estrategia de Sartor, Cristián Araya, “por ahora comprar dólares es básicamente por riesgo político interno, pero no necesariamente para protegerse de inflación. En EE.UU. la inflación también es alta”.

El gerente de inversiones de Nevasa, Jorge García, dice que “la inversión en moneda dura también es una de las opciones de libro frente a un fenómeno de este tipo, pero en particular hoy hay mucho en el precio del dólar explicado por otros factores distintos a los tradicionales, que guardan más relación con perspectivas políticas. Esto podría resultar contraproducente o desvirtuar la cobertura frente a la inflación si esas presiones se relajan”.

EL AUGE DE LAS MATERIAS PRIMAS

Acciones y commodities

Por lejos, la mayor rentabilidad en este 2022 en el mercado americano han sido las materias primas. En lo que va del año anotan un retorno del 33,3%, mientras que activos como los metales preciosos, considerados históricamente como refugios, pierden 0,01%. En tanto, la caja, o money market, cae 0,04%, y los bonos del Tesoro de EE.UU. pierden 7,86%.

Con este telón de fondo, las oportunidades para cubrirse de la inflación no son muchas. Desde 1950 la correlación por clase de activos muestra que los diamantes tienen una relación superior al 50% con la inflación, pero es un mercado poco líquido. En cambio, activos como los bienes raíces, el oro y las materias primas tienen una relación similar y son activos fáciles de comprar y vender. No es que los commodities suban por la inflación: al contrario, muchas veces la inflación se debe al alza de las materias primas.

Según Pablo Riedemann, socio de DVA Capital, una forma de cubrirse es con acciones, pero no todas. “Cuando suben los precios de las cosas en general, las compañías pueden subir los precios a sus clientes y así no quedarse atrás. De esta manera, suben sus ganancias y ofrecen una protección contra la inflación”, dice, y agrega que algunos sectores (retailers, hoteles, por ejemplo), no son capaces de subir sus precios al mismo ritmo que la inflación, pero “sectores como el de la energía o metalurgia han logrado históricamente traspasar estas alzas de costos, entregando una mejor protección”.

Por ejemplo, en el año SQM trepa 92%, mientras el Ipsa sube 19,3%. Como contrapartida, el S&P500 se desploma 16,81%.

Sebastián Senzacqua, gerente de Economía y Estrategia de Bice Inversiones, dice que las “acciones de empresas de commodities también son una alternativa, aunque indirectamente nos exponemos a estas materias primas. La volatilidad de estas inversiones puede ser mayor, por lo que no es aconsejable cubrir el riesgo de inflación con este tipo de inversiones para un perfil de inversionista más conservador. Los fondos mutuos de renta fija en UF cumplen mejor esa función para este tipo de inversionistas”.

Cristián Araya, gerente de Renta Variable de Vantrust Capital, dice que en temas de acciones, sectores industriales, consumo estable y energía deberían ser resilientes, por la capacidad de traspasar a precio las presiones de costos.

Esteban Polidura, de Julius Baer, habla de las “acciones con altos dividendos. Una canasta de acciones en Estados Unidos y Europa que paguen dividendos altos podrían ayudar al inversionista a proteger su patrimonio de la inflación”.

Riedemann dice que el problema con las materias primas es que estos activos “en entornos de menor inflación, y en el largo plazo en general, ofrecen menores retornos ajustados por riesgo”, y agrega que “esto implica que, para poder invertir exitosamente en estos activos, tendríamos que saber cuándo entrar y salir. La historia nos ha enseñado que apuntar a estos momentos es extremadamente difícil”.

Klaus Kaempfe, de Credicorp, dice que “si quieres protegerte de una sorpresa importante potencial de inflación lo mejor sería comprar ETF del sector de Energía en EE.UU. y algún ETF de granos, pues la única razón por la que la inflación podría no detenerse es por un alza mayor del petróleo y por el precio de los granos: sería un buen hedge”.

BIENES RAÍCES HABITACIONALES RENTAN SOBRE UF+5%

Sector inmobiliario, un buen refugio en tiempos de inflación

Los activos inmobiliarios no pierden su valor en estos momentos, ya que están denominados en UF, por lo que suben junto con la inflación. En esa línea, Pablo Riedemann, de DVA Capital, dice que “invertir en bienes inmobiliarios de distinta índole (comercial, desarrollo o habitacional), ha demostrado ser un buen refugio ante la inflación”, aunque apunta que “invertir en estos activos, en general, es menos accesible que otras opciones, y muchas veces viene acompañado de iliquidez, es decir, sin la posibilidad de comprar y vender el activo cuando quiera o lo necesite”.

Sebastián Senzacqua, de Bice Inversiones, destaca que “si las necesidades de liquidez son más bajas, los activos inmobiliarios pueden ser una alternativa, ya que su valor está expresado en UF. Otras alternativas más eficientes en monto a invertir serían los fondos de renta inmobiliaria, aunque acá se está sujeto a una mayor volatilidad de la inversión dado que las transacciones de este tipo de inversiones no son con mucho volumen en la actualidad”.

Según un informe de la consultora Arenas & Cayo, “en Chile, durante la pandemia y las restricciones económicas observadas, los bienes raíces habitacionales muestran rentabilidades anuales superiores al 5% (esto es real, es decir, renta la inflación+5%), con incentivos gubernamentales para evitar un aumento de la morosidad en esta cartera, lo que en el caso de Chile ha generado, desde hace ya algunos años, la instalación de inversiones a gran escala de renta residencial, negocio que antiguamente estaba prácticamente abordado por personas naturales y que prontamente podrá llegar a los dos dígitos en el total del mercado”.

El documento agrega que, “por el momento, los altos efectos de inflación permiten recomendar compra de bienes en pesos, con descuentos asociados al riesgo de largo plazo de la inversión, privilegiando aquellos bienes que presentan alta demanda como son las viviendas, bodegas y construcciones concentradores de demanda, que se encuentran en ubicaciones de la ciudad que presentan proyecciones urbanísticas importantes, asociado a las inversiones en obras públicas y servicios”.

Con todo, la consultora detalla que, a nivel global, en promedio las rentabilidades son cercanas al 2,18% desde 1970, “afectados de manera muy importante por la crisis financiera y la actual restricción económica que está viviendo el mundo”.

No obstante, señala que “los bienes que se han visto afectados negativamente son las oficinas, particularmente aquellas de plantas libres, donde la vacancia ha aumentado de manera significativa y en un efecto totalmente contrario, los resultados observados en bodegaje, efectos que están asociados directamente a la pandemia, los cambios de consumos y la penetración de servicios de internet en distintas áreas de consumo”.

CAMBIO DE TENDENCIA EN EL MERCADO:

Desde las cuentas corrientes a los depósitos a plazo

Los depósitos a plazo han venido ganando terreno en el último tiempo en el país. El ministro de Hacienda, Mario Marcel, explicó esta semana que esperan poder “recuperar la capacidad de ahorrar para el largo plazo en nuestro mercado local”, para así fortalecer al mercado de capitales, en línea con el llamado que hizo el Banco Central recientemente. En este sentido, comentó que se ha observado que ya han comenzado a moderarse los saldos líquidos en cuentas corrientes o vista, los que habían registrado un aumento excepcional y sin precedentes entre julio de 2020 y mayo de 2021, fundamentalmente en el periodo en que se hicieron los tres retiros de AFP.

Marcel explicó que, en parte, esto se produjo “porque esos recursos se destinaron a consumo, pero también porque han ido aumentando los depósitos a plazo (...) de manera sostenida desde abril de 2021 en adelante, proceso que no se ha detenido, y no se ha detenido porque, por otro lado, las tasas de interés de corto plazo, particularmente las tasas de captación, son las que han tenido un mayor incremento en los últimos meses como producto del aumento de la Tasa de Política Monetaria (TPM). De hecho, vemos que el aumento de la TPM ha repercutido mucho más sobre las tasas de captación que sobre las tasas de colocación de mediano plazo”.

Así las cosas, detalló que en los últimos meses “hay algo de la recuperación de ahorro en moneda local que está ocurriendo. Todavía es limitado, todavía vemos muy pocos productos de ahorro en UF. Eso, porque el mercado de liquidez todavía no incentiva mucho el desarrollo de ese tipo de productos, pero tenemos que BancoEstado, por ejemplo, ya lanzó un producto de ahorro en UF hace un par de semanas atrás. Y esperamos que sea seguido por otros bancos”.

RENTA FIJA

Los depósitos y fondos mutuos

Según el gerente de Economía y Estrategia de Bice Inversiones, Sebastián Senzacqua, el instrumento a elegir para una buena cobertura dependerá de la necesidad de liquidez (esto es necesidad de disponer rápido de los fondos si es necesario). Así, “en el caso de los instrumentos más líquidos, destacamos los fondos mutuos de renta fija en UF, dado que es posible disponer rápido de los fondos y es una alternativa eficiente para invertir en bonos del mercado local en UF. Los depósitos a plazo en UF también destacan, aunque es necesario permanecer invertido hasta su vencimiento para materializar la rentabilidad”.

Datos del Banco Central arrojan que las tasas anualizadas de abril para depósitos en UF promedio están en un 0,86% para plazos de 90 días a un año. Es decir, si la inflación fue de 10,5% en 12 meses, lo que recibiría como interés sería 11,36%. En tanto, la tasa para depósitos en pesos en el mismo período está en un 8,7%, es decir por debajo del IPC de doce meses.

El gerente de inversiones de Nevasa, Jorge García, cree que hay que tener cautela al invertir en instrumentos expuestos a inflación, “porque estamos comprando inflaciones implícitas en los precios que son bastante altos, considerando los niveles de actividad y las inflaciones históricas”.

García explica que, “por ejemplo, el próximo mes el mercado apunta a una inflación del 1,2%, que sería la última sobre el 1% del año. No obstante, no hemos visto un desanclaje en las expectativas de mediano plazo de la inflación, tampoco así lo ha señalado el Central ni los principales actores del mercado. Se espera que para el 2023 ya descienda a una variación en torno al 4%, bastante por debajo de lo que esperan para este año, que apunta a una inflación cercana al 10%”.

En ese contexto, dice que tienen atractivo “los fondos mutuos u otros instrumentos de gestión activa, que permitan flexibilidad en su exposición a reajuste, versus otros más rígidos, que nos permitan capturar este momento inflacionario que debería comenzar a ceder”.

De acuerdo a la Encuesta de Operadores Financieros dada a conocer esta semana, el IPC anotaría un incremento del 1,1% en mayo. En junio y julio, en tanto, la inflación registraría alzas del 0,8% y el 0,9%, respectivamente. En un horizonte a 12 meses, el registro anual llegaría al 6,65%, mientras que en 24 meses se ubicaría en el 4,5%.