La economía chilena perdió impulso durante los últimos meses. Si bien en julio, el Imacec tuvo un alza sorpresiva de 4,2%, las expectativas poco a poco se fueron ajustando a la baja y hoy se ubican entre 2,4% y 2,3%, aunque en el gobierno creen puede estar más cerca del 2,6%.
Pero más allá de la discusión de este año, el debate ahora que preocupa a los analistas es el 2025. Esto porque las proyecciones se han ido reduciendo e incluso siendo menor a lo que se espera para este año.
De acuerdo al último Consensus Forecasts de septiembre, la proyección de las instituciones consultadas es de 2,2%, menor a la había en agosto, de 2,3%, y a la que se tenía a principios de año, cuando el mercado esperaba un 2,4%.
¿Qué explica este pobre crecimiento? de acuerdo a los expertos consultados, la expectativa para el próximo año se acerca a la capacidad de crecimiento de mediano plazo que tiene la economía, que no se acerca a 2%. Por ello, afirman que mientras no existan cambios estructurales y permanentes, es poco probable que la actividad económica en Chile se aleje del 2%.
También hay factores coyunturales. Uno de ellos es el menor dinamismo que está mostrando la demanda interna, en específico, la inversión y consumo, que le restarán impulso para el próximo año.
De hecho, en el Ipom de septiembre el Banco Central lo explica así: “La proyección de crecimiento de la Formación Bruta de Capital Fijo (inversión) para el período 2024-2026 es algo menor que la considerada en junio, producto de la debilidad de la inversión de los sectores no mineros. Para el sector minero, el escenario central ratifica el mayor impulso de la inversión”.
Sobre el consumo, el ente rector mencionó que “el crecimiento del empleo se ha desacelerado en el margen, lo que debe ser monitoreado cuidadosamente. Hacia 2025 y 2026, se anticipa que el consumo privado crecerá a tasas del orden de 2% anual, en línea con el crecimiento tendencial”.
La visión de los economistas
“Nuestro escenario base proyecta un crecimiento de 2,1% para 2025, desde hace 2 meses, por lo que este número no nos sorprende”, dice la economista principal de Bci, Francisca Pérez. La experta asevera que “esperamos que la demanda interna sea el principal motor de la economía y el sector externo casi no aporte crecimiento o, incluso, reste un poco, debido a que las importaciones podrían aumentar debido a la mejora de la demanda de la interna de la mano de un mejor consumo privado e inversión”.
Pérez acota que “la proyección se podría seguir ajustando, dependiendo del dinamismo que se observe este año, y como termine en especial la inversión”.
El economista jefe de Fynsa, Nathan Pincheira sostiene que “por ahora no se ve una recuperación que vaya más allá del potencial. Y, querámoslo o no, el potencial esta en torno al 2,0%. Como no hay factores cíclicos que puedan incrementar esta tendencia en el corto plazo, ni mejoras de productividad que puedan afectarlo en el largo, las estimaciones continuarán en torno a este 2,0%”, sostiene
El economista acota que esta proyección podría bajar aún más “dependiendo de la evolución principalmente del escenario internacional”. No obstante, añade que “si las noticias externas son más benignas también podría mejorar”.
Tomás Flores, economista de LyD, también suscribe el menor crecimiento previsto para el próximo año. “El consumo de las familias se está corrigiendo a la baja dada la debilidad exhibida por el mercado del trabajo, donde se está desacelerando la creación de nuevos empleos”.
Entre los cinco de mejor crecimiento
A nivel comparativo, este crecimiento de 2,2% para Chile lo sitúa entre los cinco países de menor crecimiento en Latinoamérica. En el desglose se muestra que Chile y Bolivia comparten el quinto lugar con un PIB de 2,2%. En la cuarta posición aparece Brasil con un 2%; Ecuador 1,6% y México 1,5%.
En la parte alta, la lista la encabeza República Dominicana, 4,4%, Venezuela con 4%, Paraguay 3,8% y Argentina con 3,7%.