Si tras la contracción de 12,4% de junio, que fue menos mala que la esperada, se comenzaron a ver algunos atisbos de una leve mejoría en las cifras de crecimiento, y con ello una tenue luz al final de túnel, ahora con la proyección que arrojó la Encuesta de Expectativas Económicas de agosto, esa visión pisa un poco más firme.
Aunque la caída prevista para el año sigue siendo fuerte, de 6%, es levemente menor al -6,1% esperado hace un mes atrás. Además, es la primera reversión en cuatro meses.
Una variable que cambió el ánimo de los especialistas es el crecimiento desestacionalizado de 1,7% de junio, siendo la primera alza en tres meses. Y, además, pese al confinamiento total en la Región Metropolitana, el sector comercio y manufactura tuvieron un mejor comportamiento al esperado, lo que permiten mirar con cierto grado de optimismo los próximos meses.
Pero no solo el PIB entregó buenas noticias, sino que también las variables de la demanda: consumo e inversión. Para la primera de ellas, el mercado pasó de esperar una merma de 5,9% a una baja de 5%, siendo también la primera corrección al alza en cinco meses. Y lo mismo sucedió con la inversión, ya que se pasó de prever una caída de 14% a 12,1%.
Detrás de las mejores perspectivas está el impulso al consumo que entregará el retiro del 10% de los fondos de pensiones, el inicio de los desconfinamientos con el plan Paso a Paso y un mejor escenario externo favorecido por el precio del cobre y la demanda que ha retomado su cauce desde China.
“La mayor parte de esta corrección sobre el PIB y consumo 2020 se explica por el efecto del retiro de fondos de pensiones y que de acuerdo con nuestros cálculos tendría un impacto en torno a 1,5% de menor caída del PIB”, sostiene el economista de EuroAmerica, Felipe Alarcón.
Refuerza esa idea Carolina Grünwald, economista jefa de Banchile quien subraya que “hay 3 factores principales: por un lado, está la sorpresa “positiva” en el último Imacec, el impulso de corto plazo que va a tener la economía por el retiro del 10% de los fondos previsionales y el comienzo de la apertura de la economía”.
Felipe Ruiz, economista de BCI agrega que “se advierten los acontecimientos relacionados con el desconfinamiento gradual de Santiago y otras regiones, junto con shocks positivos al consumo, asociados con el retiro parcial de pensiones y el programa de ayuda a la clase media”. Así, en BCI Estudios proyectan una caída de 5,6% para el PIB 2020, marcado por un gradual repunte de la actividad económica a partir de agosto.
“Las ventas minoristas ya muestran algún punto de inflexión, que podría confirmarse de cara a los próximos meses. Cabe mencionar, sin embargo, que el avance del consumo en lo próximo sería de carácter transitorio y un repunte mayor estará sujeto a la evolución del mercado laboral”, comenta Ruiz.
Hacia el último cuarto del año, algunos economistas anticipan un crecimiento de entre 1,5% y 3%, período en que se espera también el plan de reactivación del gobierno. Carlos García, académico de la Universidad Alberto Hurtado, puntualiza que “la caída del PIB se está estabilizando en torno al 6%, considerando una leve recuperación del 3% el cuarto trimestre”. Mientras que Tomás Flores, economista de Libertad y Desarrollo (LyD), tiene incorporado en su escenario base un Producto Interno Bruto de ese trimestre en 1,5%.
Para el corto plazo, los expertos ven eso sí una caída de 12% en el Imacec de julio, mientras que para el tercer trimestre se anticipa una caída de 9%. Cifra menor a la contracción de 14% que registró la actividad en el segundo cuarto del año.
Factor cobre
El precio del cobre ha subido 37,7% desde que tocó el mínimo de US$ 2,09 la libra el 23 de marzo. Hoy se cotiza a US$2,88 la libra y eso ha sido clave en el repunte del comercio exterior, lo que se ha visto ratificado con el incremento de 19,5% que mostraron los envíos del metal en julio, totalizando montos por US$3.116 millones. Pero no solo fue el cobre el que repuntó, sino que también los envíos totales. De acuerdo con el Banco Central, en el séptimo mes del año subieron 2% completando dos meses consecutivos de alzas ( 2,3% en junio).
En este punto, China ha jugado un rol importante, ya que al ser el gigante asiático el primero en mostrar señales claras de recuperación económica, y al reducir sus medidas de protección, se está convirtiendo en el gran ganador del comercio internacional en los últimos meses, lo que se registra también en Chile. Según los últimos datos del Servicio Nacional de Aduanas, en julio las exportaciones chilenas a China totalizaron US$2.269 millones, lo que representa un alza de 25,3% en relación al mismo mes del año pasado.
Tomás Flores afirma que “la reactivación del comercio mundial le da un impulso adicional a la economía chilena, que exporta cerca del 30% de su PIB, en relación a nuestros vecinos en donde el porcentaje exportado es mucho menor”.
Mediano plazo
Para el próximo año, el mercado mantuvo su previsión en 4,5% sustentada por el plan de reactivación del gobierno, que ya habría tenido algún impacto en el último trimestre de 2020. Alarcón espera un alza 5,5%, “básicamente por la muy favorable base de comparación que dejará este año, sumado a los planes de estímulo que se implementarán en base al fondo Covid de US$12 mil millones”.
En tanto, para 2022, la previsión se situó en 3,2%, levemente por debajo de la proyección del mes pasado, en la cual se espera 3,3%.
La Encuesta de Expectativas también incluye las previsiones de largo plazo. En ese sentido, los economistas sitúan el crecimiento en 2,5% para el período 2023-2027.