Contraloría dio la razón a Francisco Javier Errázuriz Ovalle y pidió a la SBIF que vea la denuncia que presentó contra BBVA.

Esto, porque Errázuriz dijo al órgano contralor que luego de presentar una denuncia por eventual incumplimiento por parte de la entidad bancaria de los artículos 15 y 16 de la Ley General de Bancos, en materia de presentación de balances y estados financieros, y publicación de la información respectiva, la SBIF "no efectuó gestión alguna tendiente a determinar la existencia de las infracciones normativas denunciadas, lo que no se ajustaría a los principios que rigen la actividad administrativa del Estado", dice el documento de Contraloría.

Así, el organismo que lidera Jorge Bermúdez concluye que "dado que constituye una materia sometida a su fiscalización, procede que la SBIF atienda la denuncia que el recurrente ha formulado en contra del BBVA, dando cuenta al mismo acerca de las actuaciones que desarrolle y que la conduzcan a la decisión que adopte respecto de aquélla, como asimismo las razones o motivos en que sustente su resolución".

Esto, pues "procede manifestar que no se advierte que la SBIF, en el ejercicio de las atribuciones fiscalizadoras que la normativa le confiere, haya dado una respuesta en orden a determinar la efectividad de la denuncia realizada por el señor Errázuriz Ovalle", agrega el documento de Contraloría.

La disputa entre el grupo Errázuriz y BBVA no es nueva. Es más, comenzó hace unos 28 años. En su última memoria anual, antes de que fuera adquirido por Scotiabank, BBVA constató en el ítem "contingencias" que el 23 de julio de 1989 Francisco Javier Errázuriz y sus empresas vendieron el 97% de las acciones del Banco Nacional a algunos de los principales accionistas del Banco BHIF, compra que se efectuó con el objetivo de fusionar ambos bancos. Luego Errázuriz demandó al banco y reclamó un eventual no pago de montos acordados, o "cuenta de ajuste".

"Las diferencias surgidas entre las partes sobre la interpretación de la Cuenta de Ajuste ha originado varios juicios arbitrales, a los que se les denomina cuadernos, asignándoseles un número correlativo. En varios de estos juicios se han dictado sentencias, tanto favorables como desfavorables al banco, existiendo a la fecha un juicio pendiente", señalaba la memoria de BBVA de 2017.