Conversaciones Hub: Cómo las acciones colaborativas pueden ayudar a enfrentar el cambio climático

La eficiencia de los riegos, cambio de plantas y árboles en calles y plazas, ahorro de agua, limpieza de aguas grises y la recolección, son algunas de las acciones que se han realizado en la ciudad de Santiago. Desde el sector público, privado y academia cuentan sobre los cambios que se han implementado y el rol que ha tenido la innovación y tecnología para reducir los consumos del agua.


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El primer conversatorio del 2023 de Hub Sustentabilidad, tuvo como protagonista el “Cambio climático en Santiago: La urgencia de asumirlo y adaptarnos”. Los invitados Evelyn Matthey, alcadesa de Providencia; Daniel Tugues, subgerente general de Aguas Andinas y Sebastián Vicuña, director del Centro de Cambio Global de la UC., conversaron de las acciones que han tomado para enfrentar los efectos del cambio climático y la crisis hídrica en Santiago.

Se dio inicio al primer programa del espacio del medio de comunicación Pulso La Tercera, refiriéndose a la adaptación de la capital, un valle que ha evidenciado algunos efectos del cambio climático representado por las altas temperaturas, la sequía y la falta de lluvias. Los panelistas, en esta oportunidad, analizan cuáles han sido sus consecuencias y hacen hincapié en el cuidado del agua y la gestión del recurso a todo nivel. Todo esto ad portas del día internacional del agua, que es el 22 de marzo.

En la comuna de Providencia se han abordado diferentes áreas, implementado planes pilotos en ciertas calles y plazas, cambiando la vegetación y árboles, así como también los sistema de riego y materiales de los suelos para no perder el agua, incluso buscando soluciones tecnológicas con este mismo fin. “Tenemos distintos desafíos que si no los enfrentamos ahora, será tarde después. Los árboles no solamente ayudan con el CO2, la belleza, el oxígeno, también nos dan sombra y eso ayuda con la olas de calor en verano“, cuenta Matthei. Además, habló sobre el trabajo realizado, en conjunto con Aguas Andinas, con la información y gestión de agua que ha ayudado a reducir los consumos.

Para la empresa Aguas Andinas es importante poder trabajar con las comunas, donde según el ejecutivo todas han bajado sus consumos, pero ha sido producto de un trabajo colaborativo “nosotros aportamos con consejos y recomendaciones para mejorar la eficiencia con soluciones concretas en cuanto a la gestión del agua, pero después son las municipalidades quienes lo implementan. Hace más de 13 años que estamos con planes de eficiencia hídrica, donde hemos recuperado 40 millones de metros cúbicos anuales en acciones para mejorar el uso del agua dentro de nuestros propios procesos de la compañía, como diversificar fuentes.”, señaló Daniel Tugues.

Agrega que con respecto a la cuenca del Maipo y a su propósito como empresa, “seguiremos haciendo todos los esfuerzos para garantizar el derecho al agua, las 24 horas, los 365 días del año”. Tener el agua de forma permanente ha implicado un trabajo arduo en términos de tecnificación e innovación. Por ejemplo, Tugues cuenta sobre el tratamiento de la alta turbiedad del agua producto del derretimiento de nieves, mayor cantidad de pozos y los mega estaques de Pirque. “Una serie de infraestructuras que nos han permitido superar eventos y que ahora hayamos en cierta forma pasado página de este primer impacto que nos dio el cambio climático, yo soy optimista, nos vamos a asentar, vamos a colaborar y también lo vamos a superar.”

La gran problemática que plantea el académico, Sebastián Vicuña, que también es parte de la Junta de Vigilancia del Río Maipo, es que cuando hay todos estos esfuerzos e inversiones al respecto es difícil tomar conciencia porque el “agua sigue saliendo de la llave” entonces, debe existir una cultura en torno al agua, al calentamiento global, a la acción permanente y a las consecuencias en ecosistemas y ciudades. “En 14 años de sequía, disminuyen obviamente las fuentes de agua y las altas temperaturas, donde se necesita regar más, no solo en jardines, sino también en la agricultura en torno a la ciudad, pero hay una presión muy grande por usar estos recursos que son cada vez menores, sumado al retroceso de los glaciares -que nos generan problemas en cierto momento del año son una fuente muy confiable-. Pero justamente en estos momentos, cuando ya no queda nieve y no ha empezado a llover, en algún día no haber contacto con buena parte de esa fuente de agua (del río Maipo).”

Tugues enfatiza en que se debe seguir priorizando el consumo humano, pero al mismo tiempo tener acciones en la gestión que permitan recuperar el equilibrio de la cuenca. ”Hemos hecho entre los usuarios un plan maestro para buscar soluciones infraestructurales, cosas bien concretas. Por ejemplo, el proyecto de retorno del Agua del Maipo. Si hay tan poca, ¿por qué no la usamos dos veces? Entregamos el agua a la ciudad para ser usada en cosas que en general no consumen el agua, (ducha, lavar platos). Esta agua después la podemos recoger y llevarla a nuestras bio factorías al final de la ciudad, donde la limpiamos y la dejamos en una calidad óptima para riego. Por lo tanto la podemos devolver para que ahora sí tengan ese uso final del río. Por lo tanto, nuestra misión aquí son propuestas concretas en colaboración con los demás usuarios para buscar este reequilibrio de la cuenca con esta nueva situación.”

Según cifras de la empresa, se ha logrado limpiar 500 millones de metros cúbicos de agua al año y que están listas para un segundo uso, que equivale a dos embalses El Yeso al año, que según el ejecutivo lo que estaría faltando es contar con la infreaestructura para poder hacer los dos usos. “Limpiamos el agua, les devolvemos a los agricultores. Hay poca agua, pero bien repartida y hoy gestionada, podemos hacerlo”, plantea optimista.

Vicuña, afirma que el cambio climático afecta a todos los sectores productivos y ecosistema, pero la falta de agua ha impactado sobre todo en el mundo rural y la agricultura; aunque hay otras industrias que también necesitan, pero están empezando a tratar de prescindir de ella, como la minería, “que hoy tiene prácticamente todos sus proyectos futuros, prescindiendo del agua fresca, moviéndose hacia la desalación en cosas que antes parecían inimaginables, como “Los Bronces” que está sumamente alejada del mar en altura. Va a ser muy complejo para la agricultura moverse hacia una alternativa de tener agua fresca por costos, por disponibilidad, por volúmenes de agua, así que claramente se ve afectada. Se ha reducido mucho la superficie de riego. Justamente en esta zona de la parte alta de la cuenca del Maipo ha habido un esfuerzo. En parte eso se da de manera natural porque la ciudad crece y hay ciertos campos que se van transformando, pero en otras no se reducen los volúmenes de agua que se utilizan, se aumentan las eficiencias para poder seguir teniendo una actividad rentable, pero también afecta la posibilidad de desarrollar varias actividades económicas.”

Con respecto a la participación de la comunidad, en Providencia hay mucho interés e involucramiento en aprender a cómo administrar mejor el agua y otros temas como el reciclaje. La alcaldesa, detalló que en el municipio ofrecen permanentemente cursos sobre compostaje y reciclaje de alta convocatoria, así como también muchos vecinos han cambiado las especies de plantas de los jardines, igualando lo que se ha hecho en calles y plazas de la comuna.

“Para eso hemos contado con buenos asesores, bien formados academicamente que nos han ayudado con una mesa de arbolado , vemos cuáles especies se adaptan mejor y con este plan que hemos llamado pasiajismo sustentable, han vuelto, aves, mariposas, abejas y pretendemos plantar 10 mil árboles porque necesitamos que empiecen a crecer. Aunque este tema deberíamos tomarlo a nivel central”, enfatizó la alcaldesa.

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