"Es una mala noticia no solamente para las 1.209 familias que se han quedado sin trabajo. Cada vez que se pierde un trabajo como sociedad, como país nos debe doler y hacer reflexionar", así lo señaló hoy el presidente de la CPC, Alfonso Swett respecto al cierre de la planta Maersk en San Antonio, anunciado la semana pasada.
Según había explicado la firma en un comunicado "la decisión responde a la sobreproducción de contenedores en el mundo, en combinación con la dificultad permanente para obtener, a nivel regional, los proveedores de insumos esenciales para la fabricación de contenedores".
En este contexto, Swett llamó a "reflexionar con responsabilidad para que estas situaciones no nos vuelvan a pasar".
Al mismo tiempo, respaldó los argumentos de la empresa respecto a problemas de competitividad que los llevaron al cierre de la planta.
"Claramente, una empresa cuando cierra es porque no tiene sentido. Lo que más llama la atención es que había una buena razón de negocios. Nosotros somos un país que sacamos mucha carga refrigerados hacia afuera y las tarifas son bastante altas, son US$6.000 y los containers estaban regresando vacios", dijo.
Y agregó que "la decisión de la compañía de instalarse en Chile era la correcta y creo que sigue vigente, lo que tenemos que preguntarnos es por qué como país nos pasó una situación tan dramática como las que están viviendo 1.209 familias".