Crece la incertidumbre en el México de AMLO ante polémica salida del ministro de Hacienda

Un mero protocolo resultaron ser los agradecimientos con los que parte la carta de Carlos Urzúa a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en la cual renunció a la secretaría de Hacienda. En la misiva difundida ayer, el ahora exministro incendió la discusión económica en México y elevó la volatilidad del mercado, que todavía se recupera de las amenazas de aranceles que recibió recientemente de Donald Trump.

"Discrepancias en materia económica hubo muchas", argumentó Urzúa, procurando ahondar en ellas. "En esta administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento", señaló.

Además, declaró estar convencido de que "toda política económica debe realizarse con base en evidencia (...) libre de todo extremismo, sea este de derecha o izquierda". En ese marco, recalcó que le "resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública", lo que a su juicio obedeció a "personajes influyentes" dentro del gobierno, con un "patente conflicto de interés".

La renuncia con escándalo se dejó sentir en el peso mexicano, que retrocedió 1,26% frente al dólar, configurándose como la moneda más depreciada de la jornada entre los mercados emergentes. Adicionalmente, la bolsa cayó 1,77%, mientras que subieron a 7,5% el rendimiento del bono mexicano a 10 años y 2% el riesgo país (revisar infografía).

Mario Correa, economista jefe para México de Scotiabank, plantea que "la renuncia de Urzúa es una sorpresa para los mercados, tanto por la forma en que ocurre como por lo que dice en su renuncia".

Esta opinión es compartida por Felipe Hernández, economista para América Latina de Bloomberg, quien considera que las palabras del saliente ministro implican que "probablemente no vamos a ver cambios en las políticas de la actual administración y eso genera preocupaciones en cuanto al futuro de la política económica y la política fiscal, así como todo lo que tiene que ver con los planes que el gobierno tiene para Pemex".

En tanto, los analistas de Goldman Sachs, que calificaron la misiva de "no convencional y directa" y la renuncia de "inesperada y negativa", plantean que la situación da cuenta de que en el gobierno de López Obrador "las decisiones de política económica pueden ser guiadas e informadas por criterios no económicos/financieros y lideradas por los responsables de la formulación de políticas sin las credenciales necesarias".

En el marco de estos duros análisis, la tensión en el mercado no consiguió reducirla la rápida reacción de AMLO. "Él no está conforme con las decisiones que estamos tomando y nosotros tenemos el compromiso de cambiar la política económica que se ha venido imponiendo desde hace 36 años", señaló en referencia a lo expresado por Urzúa, en un video donde anunció a su sucesor.

Será Arturo Herrera, exsubsecretario de Hacienda y exsecretario de Finanzas del Distrito Federal, el nuevo jefe de las finanzas de la segunda mayor economía regional.

"Es justamente en el área de la desigualdad donde tenemos que trabajar y asegurarnos que la secretaria de Hacienda esté enfocada en esos asuntos", señaló, en compañía del mandatario.

"Inspira confianza y entiende al mercado", indicó Alberto Gómez, director corporativo de Estudios Económicos de Citibanamex, agregando que "conoce los problemas hacendarios y ha mostrado voluntad permanente para solucionarlos".

Aunque Mario Correa también tiene una buena opinión, advierte que "tendrá un trabajo nada fácil, para mantener la congruencia de la política fiscal en un entorno sumamente complicado", donde las perspectivas de crecimiento se han reducido casi en un punto porcentual, hasta 1,2% para este año.