Un bloqueo de la agenda legislativa del ganador de las elecciones en Estados Unidos, producto de un congreso con cámaras dividas entre mayorías demócratas y republicanas, es el peor escenario para el mercado. Así lo asegura el jefe de asesoría de inversiones para América Latina de Credit Suisse, Ricardo Castillo, quien ve en este punto el asunto más determinante de los comicios de mañana.

¿Con qué escenario base está operando el mercado respecto a las elecciones presidenciales y el control del congreso?

-Demasiados escenarios posibles para decirlo con certeza. Viendo las encuestas nacionales y estatales, la probabilidad de una victoria de Biden, incluyendo un sweep demócrata (mayoría en ambas cámaras del congreso) viene seguramente descontada con una probabilidad importante.

¿En ese escenario base qué comportamiento debiera tener Wall Street y el dólar?

-Lo más relevante es que el ganador tenga capacidad de implementar su política, lo que supone que gane la cámara de los representantes así como el senado.

Una victoria total permitiría al Presidente reactivar el plan de ayuda a la economía que terminó el 31 de julio y que nos parece primordial.

El sweep rojo o azul debería tener un efecto positivo para la economía y como consecuencia para la bolsa. En el caso de una victoria demócrata por lo menos se vería ese efecto a 6 meses, momento en el cual el efecto del impulso fiscal se balancearía con las cargas impositivas y regulatorias anunciadas.

El dólar debería debilitarse, más o menos fuertemente en función de esos escenarios.

¿Qué ventajas y desventajas se advierten en el mercado sobre las candidaturas de Trump y Biden?

-Trump representa la continuidad de una política económica “pro mercado” buscando bajar los impuestos y la presión regulatoria. Biden pretende aumentar la presión fiscal y regular más ciertos sectores de la economía.

Este último quiere usar esos recursos adicionales para un plan de acción pro clima por US$1,7 billones, para la renovación de infraestructuras y de inversión en energías renovables así como para incentivar al sector privado para que participe en el “Green new deal” (“Gran acuerdo verde”). Un empuje muy importante para la economía.

¿Complica a las perspectivas económicas y del mercado financiero un congreso dividido?

-En este contexto de polarización de la política en EEUU, sin duda. El mejor ejemplo es que no se haya podido llegar a un acuerdo a pesar de que ambos partidos están a priori a favor de seguir apoyando a la economía.

¿Qué tan disruptivo podría resultar una demora excesiva o una impugnación de los resultados?

-La indecisión en estas circunstancias es negativa para la economía y los mercados.

¿Cómo ve el atractivo de América Latina como destino de inversión, considerando el duro golpe del coronavirus?

-Brasil nos parece interesante, debido al recorte de tasas, la reanudación del programa de reformas así como por supuesto el empuje de las materias primas.

¿Hay algunos países que en este punto resulten más atractivos que otros?

-Alemania y Brasil por su lado cíclico y relación directa con el crecimiento asiático. Suiza por su sesgo defensivo con los sectores farmacéuticos y de bienes de consumos básicos. China va a crecer este año alrededor de 2%, las utilidades de sus empresas deberían también terminar el año en alza, vemos el Renminbi apreciándose y las valoraciones son atractivas.