Dos informes económicos presentaron esta semana las plataformas de criptomonedas Buda y CryptoMarket en el marco de la demanda que siguen contra una decena de bancos ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC).
A través de ambos documentos, buscan acreditar que sí compiten frente a los bancos en algunos servicios, como las transferencias y remesas de recursos, entre otros, y que el hecho de que estas entidades les cerraran las cuentas constituyó un atentado contra la libre competencia, pues, a su juicio, siendo competidores los sacaron del mercado a la fuerza.
"A partir del análisis realizado, se desprende claramente que las conductas ejercidas sobre los exchanges por parte de los bancos constituyen una muestra de ejercicio de poder de mercado individual y conjunto por parte de estos últimos, como un intento de reacción frente a nuevos actores que irrumpen de una forma eficiente en los mercados afectados, generando una presión competitiva que los ha llevado a la negativa o al cierre de cuentas bancarias de forma unilateral", concluyó el estudio del economista Gonzalo Escobar, del estudio Bravo.
Escobar trabajó en la Fiscalía Nacional Económica (FNE) y entregó informes económicos en el caso por la colusión del papel tissue y en la consulta que presentó Cruz Verde por Transbank.
También acusó que la conductas acusadas "ocurren en un contexto en que existe un elevado nivel de concentración en el mercado relevante de las cuentas bancarias, donde los tres principales actores del mercado poseen más de un 66% del mercado de las cuentas corrientes para personas".
Y agregó que también se pudieron haber visto afectados otros mercados, como los medios de pago y las transferencias y remesas de recursos. Lo anterior, considerando que ambas plataformas transaron más de $75.300 millones en 2017.
Por su parte, el informe emitido por la economista Paula Roldán, también integrante del Estudio Bravo, estableció que "la operación con criptomonedas compite actual y/o potencialmente con diversas operaciones de los bancos tradicionales y pueden empujarlos a dar un mejor servicio. Por lo mismo, comportamientos anticompetitivos de los bancos privados para evitar o retrasar su entrada, deberían ser sancionados".
En ese contexto, destacó que los criptoactivos y la tecnología en la que se basan podrían introducir importantes eficiencias en el sistema de pagos actual. Esto, dijo, porque ofrecen algunas soluciones de intercambio de forma más eficiente que el dinero tradicional y han sido capaces de crear escasez a través de protocolos informáticos y mecanismos de incentivo que aseguran que no exista sobreproducción.
Además, indicó que si bien hoy están limitadas las funciones del dinero que tienen, entre ellas, ser medio de pago, depósito de valor y unidad de cuenta, en un futuro podrían ser ampliamente aceptadas, pues incluso en una etapa embrionaria son capaces de competir con el dinero tradicional y con algunos servicios de la banca privada.