La crisis de Essal en Osorno, que derivó en la apertura de un proceso de caducidad de la concesión por parte de la autoridad, terminó costándole el puesto al presidente de Aguas Andinas y de la filial que opera en la Región de Los Lagos, el exsubsecretario de Obras Públicas Guillermo Pickering de la Fuente.

El directivo, que había abandonado la presidencia del gremio de telefonía móvil, Atelmo, precisamente para dedicarse a sus labores en Aguas Andinas, había asumido la presidencia del grupo sanitario en abril de 2016, en reemplazo de Felipe Larraín Aspillaga. Entonces, Pickering presidía la asociación chilena de empresas sanitarias (Andess).

La salida de Pickering se da también a solo días de la visita al país de Ángel Simon, vicepresidente para España, Norteamérica y Latinoamérica del grupo Suez. Simon fue, además, el primer gerente general de Aguas Andinas cuando esta fue adquirida por la hispana Agbar.

Fuentes conocedoras del proceso aseguran que la salida de Pickering habría sido directamente definida por Simon. Esto, pues el balance de la crisis que se hace en el grupo es complejo: aunque el riesgo de la pérdida de la concesión es relevante para la empresa, consideran que lo más importante es el daño reputacional que se ha generado sobre Aguas Andinas, empresa que es una de las unidades de negocio más lucrativas fuera de su país.

A esto se suma que, en respuesta a esta crisis, la autoridad decidió acelerar su agenda de cambios al marco regulatorio, que podría tener incidencia directa en los números de Aguas Andinas, al proponerse revisar, por ejemplo, la tasa de rentabilidad del sector y elevar las sanciones a las empresas que incumplan con el servicio.

Otro tema que complica es que Suez ve escaparse dos negocios que llamaban mucho su interés: la venta de Aguas de Antofagasta -que lleva adelante la colombiana EPM- y la planta desaladora que Codelco está licitando.

Es todo esto lo que explicaría la salida de Pickering.

Sanciones

La salida de Pickering se produce a menos de una semana que la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) resolviera abrir un expediente de caducidad a la concesión de agua potable de Essal Osorno, y formular cargos que podrían derivar en multas de hasta $2.500 millones, por el extenso corte de suministro que afectó a casi 50 mil clientes por 11 días, Guillermo Pickering abandonó la presidencia de Aguas Andinas y de su filial. Fuentes conocedoras de la interna del grupo cuentan que la renuncia de Pickering fue para despejar el camino para un posible acuerdo.

No es primera vez en este año que Essal hace ajustes al interior de la empresa. El 30 de julio, la firma controlada por Aguas Andinas hizo pública la renuncia del gerente general de la sanitaria, Gustavo Gómez, quien estuvo en el cargo solo dos meses. En reemplazo del ejecutivo español asumió José Sáez, quien hasta entonces estuvo como director suplente de Essal y, al mismo tiempo, director de servicio al cliente de la matriz.

Aguas Andinas citó a sesión extraordinaria de directorio para mañana para elegir al nuevo presidente de la sanitaria. En el caso de Essal, el puesto de Pickering será ocupado por Víctor de la Barra Fuenzalida y se convocó a una junta extraordinaria de accionistas para el 9 de septiembre.