El año de la pandemia fue, también, el de las empresas tecnológicas. En 2020 el Nasdaq trepó más de 40%,y acciones ganadoras, además de Apple, ha estado Tesla que una salto de más de 700%, o Zoom con 490%, o Mercado Libre que sube 201%. Aunque entre aquellos activos que anotaron una fuerte alza también está el cobre, que subió 27%. Los metales preciosos, en tanto, escalaron 25,7% (ver infografía).
Pero ya con las acciones ligadas al mundo de la tecnología y a las aplicaciones por las nubes, los inversionistas se preguntan cuál será el activo ganador de este año, el que se beneficiará mayormente de la reactivación económica a nivel mundial.
Para Andrés Vicencio, gerente de portafolios de inversión de LarrainVial Asset Management, el “2021 apuntamos a una recuperación importante de las economías. La vacuna, que ya se está administrando en algunos países, traería asociado un sentimiento de mayor seguridad en el desarrollo de las actividades y, por tanto, un aumento en el consumo y la inversión”.
En esa línea, apunta que “nuestra preferencia se inclina por los mercados de renta variable de países emergentes dentro de los portafolios de inversión. En particular los países de Asia, dado que han presentado una mayor efectividad y orden en el control del Covid19, pero también porque su desarrollo está muy vinculado a la tecnología; tendencia que, a nuestro juicio, seguirá profundizándose en los próximos años como una de las enseñanzas más relevantes de esta pandemia”.
Germán Guerrero, socio fundador de MBI, no sólo apuesta la renta variable en Asía excluida Japón, también “eventualmente Europa”, pues a su juicio existen “valorizaciones razonables o atractivas”, y porque habría “un crecimiento estable menos afectado por la pandemia, además de efectos de recuperación económica con valorizaciones más bajas que EEUU”.
Por su parte, Francisco Errandonea, se inclina por mantener dolarizadas las carteras. “Una de las lecciones que nos han dado los últimos años es que hay que tener un porcentaje de nuestros ahorros en moneda extranjera. No en billetes, pero en activos que se vean afectados por su precio como acciones, bonos o fondos en esa moneda. Esto no por especular con el precio, porque tratar de predecir su trayectoria no es un ejercicio muy útil, sino porque muchas de las cosas en las que usualmente se gastan los ahorros están afectadas por el tipo de cambio, como bienes de alto valor, vacaciones o costos del transporte”.
En tanto, en su asset allocation 2021, Pimco apunta que “a medida que la actividad empresarial se recupere en 2021, anticipamos un fuerte repunte en las ganancias corporativas. El aumento del crecimiento de las ganancias es positivo tanto para la renta variable como para el crédito, pero proporciona un impulso más significativo para los mercados de renta variable. Esta es la razón por la que, históricamente, los mercados accionarios han generado mayores rendimientos ajustados al riesgo durante las primeras etapas de un ciclo económico”.
Dicho eso, en la entidad detallas que “creemos que las valoraciones de las acciones son baratas frente a los bonos corporativos. Una forma de medir esto es a través del diferencial relativo entre el rendimiento de las ganancias de las acciones y el diferencial de los bonos corporativos. El rendimiento de las ganancias se debería transar con una prima frente a los diferenciales de crédito”.