Juan José es un profesional de 43 años del área del retail que inició su vida laboral por el año 2002, en una multitienda del centro de Santiago. Partió ganando cerca de $ 350 mil al mes y luego de 18 años de arduo trabajo, y sin lagunas laborales, su sueldo líquido se empina a poco más de $ 1,8 millones mensuales líquidos, el cual fue rebajado en un 15% debido a las complicaciones que experimentó la empresa para la que trabaja.

¿Cuánto ha acumulado a la fecha? De acuerdo a la última cartola de su AFP, Juan José ha reunido $43.712.153, de los cuales $17.506.854 corresponden a la rentabilidad acumulada en el fondo C, es decir, el 41% del total.

Pero aún le queda mucho tiempo para jubilarse. Casado y padre de una niña de 4 años, Juan José no tiene ni APV ni Cuenta 2.

En el marco del debate previsional, a Juan José le entró la duda sobre cuánto es lo que debería acumular a lo largo de su vida laboral para aspirar a una jubilación de $ 1.000.000 al mes. Ello, si es que todo sigue igual hasta ahora, es decir, con la cotización obligatoria del 10% y si mantiene su actual sueldo, con el correspondiente reajuste por IPC.

Juan José fue a la página de su AFP y en una mezcla de asombro y risa nerviosa descubrió que necesita ahorrar $ 201.206.619 a los 65 años.

El horizonte de Juan José es muy coherente con los cálculos que realizó la empresa de asesoría previsional Brian Invest.

Con una UF de $ 26.667,44, la consultora estimó que un hombre casado, con una cónyuge tres años menor que él, debería reunir unos $ 203 millones a los 65 años para aspirar a una jubilación líquida de UF 38,50 mensual (en torno a $ 1 millón). En tanto, una mujer casada, tres años menor que su cónyuge, debe reunir $ 208 millones también a los 65 años.

María Eugenia Jiménez, directora de Brain Invest, cuenta que, pese a que la mujer y el hombre eventualmente se puedan jubilar a la misma edad, las mujeres deben ahorrar más fondos para lograr la misma pensión que los hombres, porque ellas tienen una mayor expectativa de vida, por lo que deben financiar más años de pensión.

Explica que en promedio los hombres viven hasta los 83 años, mientras que las mujeres tienen una expectativa de vida promedio de hasta los 90 años y nueve meses, por lo que si, por ejemplo, ambos jubilan a los 60 años, el hombre debe financiar 23 años de pensión, y la mujer 30 años y nueve meses.

Por otro lado, aquellas personas que están casadas también deben ahorrar más dinero que quienes no tienen cónyuges, ya que cuando se calcula la pensión, se ve cuál es el capital que requiere cada persona que tiene derecho a recibir pensión en caso de fallecimiento del afiliado.

La meta es apenas un consuelo

Y aunque Juan José valora que el 41% de todo su ahorro sea únicamente rentabilidad, ve increíblemente difícil llegar a la meta de los $ 201 millones. De hecho, así como va, es imposible que lo logre a los 65 años. En Brain Invest creen lo mismo y calculan que, para cumplir ese objetivo, evalúe otro medio de ahorro para la vejez. Juan José –que paga un dividendo de $ 323 mil aproximadamente- podría conseguirlo si, por ejemplo, contrata un APV por $ 100 mil al mes.

Todo ello, siempre y cuando, el fondo en el que está (el C) mantenga más o menos la misma rentabilidad que ha mostrado hasta ahora.

Así y todo, lo cierto es que todo ese esfuerzo por conseguir un ahorro de $ 201 millones igual hará difícil su vida. Esto está relacionado con la famosa tasa de reemplazo ¿Qué es? La definición no es tan compleja, pero sí lo es su cálculo, en torno al cual hay siempre controversia.

De acuerdo a un informe de la Cepal, la tasa de reemplazo hace referencia a la relación entre el nivel de la pensión y el nivel de ingresos con que se realizaron las aportaciones a lo largo del ciclo laboral del individuo. La aproximación utilizada habitualmente para calcularlas compara los salarios cotizables previos a la jubilación con los montos de pensión disponibles tras el retiro

En el caso específico de Juan José, él podría enfrentarse a un escenario en el que su ingreso pasará de $ 1,8 millones al mes (su último sueldo como trabajador activo) a $ 1 millón (su pensión y meta).

La tasa de reemplazo no es baladí y podría ser más preocupante para las nuevas generaciones. De acuerdo a cálculos de la OCDE, las personas que nacieron en 1940 tendrían una pensión que representa el 59% de su sueldo, mientras que en aquellos que nacieron en 1996 sería sólo de 33,7%.

¿Cuánta plata ganamos al mes? Poco, muy poco

Sin embargo, Juan José representa a una minoría en Chile. Aunque está muy lejos del patrimonio de Andrónico Luksic, su situación podría ser considerada de privilegio en función de su sueldo.

De acuerdo a un estudio de la Asociación de AFP, en base a datos de la Superintendencia de AFP, el ingreso imponible promedio de los cotizantes del sistema de pensiones era de $841.841 a junio de este año.

De ese informe se desprende también que la mayor parte de los trabajadores en Chile que cotizan en el sistema de pensiones, como afiliados activos o voluntarios, tiene ingresos entre $300.000 y $600.000. La mediana del ingreso imponible de los hombres es de $655.792 y de $582.338 para el caso de las mujeres.

Hay más. Según la última Encuesta Suplementaria de Ingresos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) con datos a 2018, el ingreso medio mensual de la población chilena ocupada se estimó en $573.964. Ese estudio calcula que de las 8.063.152 personas ocupadas, un 55,8% correspondió a hombres, quienes percibieron un ingreso medio de $652.397. Las mujeres representaron a un 44,2% del total de ocupados y obtuvieron un ingreso medio de $474.911.

En función de todos estos números, Juan José gana harto.

Medio millón

¿Cuánto entonces necesita juntar un chileno para pensionarse con la mitad de lo que aspira Juan José?

De acuerdo a Brain Invest, para una jubilación de UF 19 líquidas al mes (unos $ 545 mil) un hombre soltero requiere reunir UF 2.987, algo así como $86 millones. Un hombre casado, como Juan José, con una cónyuge tres años menor, deberá ahorrar UF 3.486, es decir, unos $ 100 millones.

La meta es igualmente difícil o casi imposible para buena parte de la población chilena

La jubilación de Juan José, y de los más de ocho millones de trabajadores chilenos, debería estar enfocada, muy enfocada, en la próxima reforma de pensiones, la cual prácticamente quedó congelada en el Congreso luego que la Cámara de Diputados le diera el visto bueno.

El proyecto se vio afectado, como todo, por la pandemia y definitivamente marginada después del arduo debate en torno al retiro del 10% de las pensiones.

A grandes rasgos, la propuesta del Ejecutivo contempla elevar la cotización del 10% actual –considerado insuficiente de manera transversal- a un 16%. De este aumento de 6%, un 3% está destinado a un ahorro adicional individual y un 3% para el sistema colectivo solidario. Además, se consideran beneficios especiales y una garantía de pensión base.

Más ideas

Pero después del retiro del 10%, ha habido novedades. Claro porque la oposición presentó una propuesta en conjunto que, entre otras cosas plantea la creación una pensión básica universal financiada con impuestos generales de la nación.

Esa iniciativa establece también ir hacia un Sistema de Pensiones Mixto en el pilar contributivo, el cual debe conformarse a partir de la creación de un componente público, de Ahorro Colectivo Solidario en el pilar contributivo, al que se destine una cotización adicional de 6% de cargo del empleador, sin tope imponible.

Según la propuesta, la base del sistema será una pensión nocional que resultará del registro de la historia previsional del afiliado en este componente y de la aplicación de una tasa de interés nocional.

Según publicó Pulso a mediados de agosto, este es precisamente un punto de encuentro con la propuesta que Horizontal, centro de pensamiento ligado a Evópoli -partido cercano al ministro de Hacienda, Ignacio Briones- que presentó a la ministra del Trabajo, María José Zaldívar.

El planteamiento establece un pilar solidario universal que pueda cofinanciar pensiones hasta el octavo decil, tendiendo hacia la universalidad en la medida en que los futuros marcos presupuestarios lo permitan.

De acuerdo con el documento, el objetivo será, en primera instancia, establecer un aporte de $200.000 hasta el séptimo decil, fijando una cotización mínima de 15 años para recibir el beneficio.

Desde el séptimo decil hasta el octavo, dicho monto decaerá gradualmente. Este se adicionará a la pensión autofinanciada, complementándola. Así, por ejemplo, si una persona logra una pensión de $250.000, gracias al cofinanciamiento ésta subirá a $450.000.

Proponen financiar este pilar con impuestos generales. “Actualmente, el Fisco gasta 0,84% del PIB para financiar el Pilar Solidario. Se estima que dicho monto aumentará a 1,68% para el año 2040. De mantener la cobertura del beneficio propuesto hasta el 8° decil, el costo será de 2% del PIB, equivalente a 8% del gasto público”, puntualiza el texto.

Se añade que en la medida en que gradualmente se avance hacia la universalidad, dicho monto podría aumentar hasta un máximo de 2,5% del PIB.

Debates más, debates menos, lo cierto es que Juan José recién le tomó el peso a la importancia del ahorro previsional. Hasta antes de la discusión sobre el retiro del 10%, él ni siquiera había entrado a su página en la AFP, y es muy probable que muchos chilenos hayan estado en la misma situación.

Y para muestra un botón. A fines de julio, justo cuando las AFP reportaban el número de solicitudes para el retiro del 10%, una de las mayores búsquedas en Internet, según Google Trends, era “Cuál es mi AFP”.

Lo bueno es que la primera respuesta a esta consulta era (y es) la página de la Superintendencia de Pensiones. Solo hay que poner el Rut y listo.

¿Y tú, con cuánto te quieres pensionar?