Cuatro casos de empresas que se reinventaron por la crisis sanitaria
Industrias como entretenimiento o gimnasios no han podido operar en los últimos meses, por lo que muchas firmas decidieron dar un giro para no cerrar definitivamente sus puertas. Pero esto no significa que estén produciendo los mismos ingresos que antes, por lo que temen que, de seguir la situación tal como está, la clausura asoma como una opción.
A comienzos de junio se cumplirán tres meses desde el primer caso confirmado de Covid-19 en el país. Tras ese día, diversas industrias se vieron obligadas a dejar de operar para hacer frente a la propagación del virus y adaptarse a la nueva realidad. La situación para la mayoría es crítica, pues un grupo importante de emprendimientos ya venía afectado por las consecuencias del estallido social.
Ante este panorama, algunas empresas se vieron forzadas a reinventarse. PULSO indagó en cuatro casos de compañías que por motivos sanitarios deberían estar cerradas, pero que han cambiado su foco de negocios y así seguir funcionando.
Sin embargo, esto no significa que estén generando los recursos que producían antes y, de alguna u otra manera, las condiciones han cambiado, con consecuencias también para los trabajadores. Al mismo tiempo, dicen que, de continuar la situación tal como está, seguir se hará insostenible.
Del Rock and Roll a la venta de tomates y cebollas
Lejos quedaron los días en que ARTechnical estaba arriba de grandes escenarios realizando soporte técnico (sonido, iluminación y estructuras). Hoy la realidad es distinta, teniendo que cerrar sus bodegas para buscar un nicho que les dé un ingreso que les permita sobrevivir.
“Hoy tomo mi camión y mi camioneta con uno de mis técnicos y cargamos en Lo Valledor frutas y verduras todos los días y nos dedicamos a entregarlas. Nos bajamos del escenario, del rock and roll y el glamour y nos subimos al camión con los tomates y las cebollas”, dice su dueño, Axel Rieddle.
El emprendedor agrega que la crisis para ellos no comenzó con el Covid-19, sino que con el estallido social. “Esto está liquidando nuestro circuito”, asegura. Es por ese motivo que comenzaron a conversar con empresas dedicadas al mismo rubro y corroborando que la situación era la misma en todas.
Ello motivó a Rieddle a conformar la Asociación Gremial de Soporte Técnico para Producciones Culturales, Sociales y Espectáculos Masivos (Agsotec).
“La llegada del coronavirus cerró todas las ventanas y puertas, dejando a un circuito grande, potente, generador de trabajo para muchos, sin ninguna posibilidad de ingreso económico. Muchos están con créditos bancarios activos, que ya no podrán solventar, llevándolos a tener que despedir sus técnicos y cerras las puertas”, dice Rieddle presidente de Agsotec.
Ticketplus ahora vende entradas para realizarse test de Covid-19
La ticketera que nació en 2014 tuvo que adaptarse a la nueva realidad, y aunque sigue vendiendo entradas en su plataforma online, estas ya no son para grandes eventos presenciales.
“Debido a lo que está pasando, nos tuvimos que reinventar de alguna forma y nacieron dos ideas: asociarnos con un municipio y apostar por el streaming”, explica el Key Account Manager de Ticketplus, Roberto Cortázar.
La primera idea consiste en vender cajas de alimentos y aseo para vecinos de la comuna o donarlas; además de vender tickets para los testeos de Covid-19 que la Municipalidad de Lo Barnechea está ofreciendo a los vecinos. Ya están en contacto con otras comunas para asociarse con el mismo fin.
La segunda línea es el streaming, Cortázar señala que ellos están alojando eventos a través de distintas plataformas como Zoom, Vimeo o YouTube, y “de esta forma, el cliente puede comprar un acceso y entrar. Nosotros ayudamos a controlar ese acceso”, agrega el ejecutivo de Ticketplus.
Stargym, el gimnasio que arrienda sus máquinas a clientes
Cuatro sucursales tiene Stargym en la Región Metropolitana, en las que no hace mucho tiempo contaban con 150 trabajadores. Sin embargo, hubo un brusco cambio de escenario, pues la pandemia los golpeó fuertemente. Por lo mismo, decidieron comenzar a arrendar sus máquinas. “En el mercado ya no hay maquinaria para vender, por eso estamos arrendando, es una oportunidad que se dio. Esto también sirve para fidelizar a los clientes que teníamos”, asegura el gerente general y dueño de la cadena de gimnasios, Germán Sylvester.
Tres semanas después del cierre de sus locales comenzaron con la iniciativa, que es abierta a todo público, pero los que no son socios deben dejar un cheque de garantía. El foco del proyecto está puesto únicamente en su local de Providencia y Sylvester señala que antes de la pandemia, entraban 800 personas diarias y había 2.400 socios en esa sucursal.
Agrega que lo que más se arrienda son bicicletas y kits de entrenamiento -barras, discos, mancuernas-, que los transporta en una van.
Sin embargo, sincera que es complejo durar mucho tiempo más así, pues los arriendos de locales tienen un monto alto. “Todos los gimnasios que sobrevivan es porque no tienen que pagar arriendo. En mi caso, llegué a un acuerdo con los dueños de los locales”, confiesa.
Movistar Arena apuesta por autocines, autoconciertos y marketplace
Es uno de los principales espacios de entretenimiento masivo del país. Movistar Arena, ligado al grupo Hiller, tuvo que cerrar sus puertas hace dos meses y la reapertura se ve lejana. Sin embargo, se encuentra avanzando en un plan que presentarán prontamente y que consta de tres pilares: autocines, autoconciertos y un marketplace.
“Estamos tratando de ver cómo reinventarnos en tiempos en que no se pueden hacer conciertos”, señala el director ejecutivo del recinto, Cristián Aubert.
Las películas y los conciertos se podrían llevar a cabo en la explanada del Parque O’Higgins. El único uso de la cúpula sería en los espacios comunes -camarines y baños-, para los organizadores. En relación al autocine, se busca tener funciones todos los días y con temáticas distintas, pero que será una iniciativa de corta duración (no más allá de un mes).
Aubert explica que tienen varias opciones para llevar a cabo ese proyecto, donde se baraja la posibilidad de que una empresa compre la función completa para luego dársela a sus clientes y la otra es que esté abierta a público. En los autoconciertos se buscaría potenciar artistas nacionales y la emisión sería por radio. Por último, el marketplace sería únicamente para productos alimenticios, donde ellos se harían cargo de la distribución de ellos.
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