A tres semanas de las primarias que definirán los candidatos que estarán en la papeleta de las elecciones generales de octubre como cartas para llegar a la Casa Rosada, la economía argentina sigue mostrando síntomas de estancamiento e incertidumbre. En medio de una alta inflación, una recesión instalada y un sistema cambiario y fiscal en crisis, los candidatos con mayor ventaja para llegar a la presidencia de Argentina han centrado sus propuestas en las medidas para enfrentar el complejo panorama.

Las denominadas elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto medirán a los candidatos que hoy lideran las encuestas más importantes. Si bien la carta oficialista, Sergio Massa, deberá enfrentar al dirigente social Juan Grabois en la interna de la coalición Unión por la Patria, el actual ministro de Economía debiera ser sin grandes sobresaltos el elegido del kirchnerismo para los comicios de octubre.

En la oposición, a su vez, la interna será mucho más competitiva. Juntos por el Cambio, heredera de la alianza que llevó a Mauricio Macri a ser elegido Presidente en 2015, tiene a Patricia Bullrich y a Horacio Rodríguez Larreta disputando cerradamente su paso a las próximas elecciones.

Como una tercera fuerza con posibilidades de llegar a la Casa Rosada está el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, quien representa a los sectores que están a la derecha de Juntos por el Cambio y que se caracteriza por su visión ultraliberal en materia económica.

En momentos en que el gobierno argentino negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un nuevo programa financiero, fiscal y monetario, y profundiza su tortuosa relación con el organismo multilateral, la economía transandina cayó más de lo previsto en mayo pasado (-5,5%), lo que deja al país ad portas de su sexta recesión en una década.

Afectada también por una severa y prolongada sequía, la inflación acumulada en lo que va de 2023 supera el 50% y su marca a nivel interanual ya alcanza el 115%, uno de los registros más altos en el mundo.

Sin embargo, la crisis del país vecino se alimenta también de su falta de credibilidad fiscal y monetaria. Con un déficit fiscal de 2,4% del PIB en 2022, el Banco Central transandino ha tenido que solventar las cuentas públicas al límite y sus compromisos de deuda, en medio de una crisis cambiaria de proporciones.

“Una parte importante del problema que vive Argentina hoy es de confianza y de orden fiscal. Hay que tomar medidas económicas dolorosas, pero ningún candidato lo dice porque hay que pagar un gran costo político”, analiza Ángel Soto, académico y experto en temas latinoamericanos de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de los Andes.

El candidato de la continuidad

Limitado por su actual posición del ministro de Economía del Presidente Alberto Fernández, el candidato Sergio Massa ha transmitido algunas señales sobre sus propuestas económicas para la nueva etapa de gobierno.

Junto con cuestionar las ataduras que significan los compromisos financieros con el FMI, Massa ha enfatizado su interés por potenciar los programas exportadores de manera de atraer los dólares que tanto necesita la economía argentina.

Vista general de la Casa Rosada presidencial en Buenos Aires, Argentina.

“Los cuatro pilares de los próximos 10 años deben ser el orden fiscal, el superávit comercial, la competitividad cambiaria y el desarrollo con inclusión”, ha sostenido el candidato peronista de 51 años.

Para los analistas, Massa es el candidato de la continuidad del gobierno de Alberto Fernández. “De esos cuatro pilares que ha mencionado, no ha cumplido ninguno en su período. La campaña de Massa es de gestión más que de decir lo que va a hacer. Está mostrándose, sin decirlo, como un candidato de continuidad y con cambios en el margen”, afirma Gabriel Caamaño, economista de la consultora Ledesma en Buenos Aires.

Coincide David Kohn, académico del Instituto de Economía de la Universidad Católica (UC) y economista de la Universidad Torcuato Di Tella en Buenos Aires. “Sergio Massa fue bien visto por el mercado cuando se le eligió como candidato. No es tan kirchnerista, es más promercado y eso le da chances competitivas”, afirma el economista argentino.

Sin embargo, precisa que es un candidato de “continuidad” y que su foco prioritario no está puesto en el profundo desequilibrio fiscal. “A diferencia de las otras tres candidaturas con posibilidades, Massa no ve la situación fiscal como la madre de todos los problemas”, añade Kohn.

La encendida disputa opositora

Para los analistas, el más probable nuevo mandatario argentino saldrá de las candidaturas de la coalición opositora Juntos por el Cambio. Es por ello que tanto las propuestas económicas de Rodríguez Larreta como de Bullrich han entrado en mayores detalles.

El plan de Rodríguez Larreta se divide en cuatro ejes centrales: equilibrio fiscal, estabilidad monetaria, baja de impuestos y recuperación de los ingresos.

Junto con proponer un déficit fiscal cero, plantea eliminar el déficit de las empresas públicas, como el de Aerolíneas Argentinas; unificar los 18 tipos de cambio; salarios creciendo a mayores tasas que la inflación y dotar de real independencia al Banco Central, entre otros.

“Rodríguez Larreta tiene muchas chances de llegar a Presidente de Argentina. Su propuesta política ha sido de más diálogo y transversibilidad. Ha juntado más a sectores de la centroizquierda con la centroderecha y ha criticado más a Javier Milei, a diferencia de Bullrich”, afirma David Kohn, de la UC.

Más agresiva, Patricia Bullrich basa su estrategia económica en un nuevo pacto fiscal, un cambio en las regulaciones del mercado laboral, reforma del sistema de pensiones para restaurar la solvencia fiscal a largo plazo, y una reforma tributaria enfocada a “reducir el sesgo antiexportador”.

“No hay cambio de régimen económico sin antes dinamitar el régimen cambiario del kirchnerismo. Hay que animarse a desmantelar los controles de cambio como ocurre en todos los países del mundo a los que nos queremos parecer”, sostuvo con vehemencia Bullrich recientemente.

El economista argentino Gabriel Caamaño afirma que Bullrich es más incisiva en materia de ajuste del gasto y de independencia del Banco Central que Rodríguez Larreta. “Bullrich está más cerca del shock, de hacer los objetivos más rápidos. Rodríguez Larreta parece más gradualista y dialogante. Sus diferencias no están en el enfoque, sino en el cómo, en la intensidad y velocidad”, explica Caamaño.

La terapia de shock de Milei

Los analistas transandinos destacan la radicalidad de las propuestas del candidato Javier Milei, quien plantea más de 60 reformas a aplicar en caso de ganar las elecciones presidenciales este año.

Junto con plantear el recorte del gasto del Estado en jubilaciones y pensiones y volver a establecer las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), gestoras privadas que fueron eliminadas en 2008, Milei propone dolarizar la economía argentina y eliminar el Banco Central.

“Milei se ha mostrado consecuente. Si se quiere dolarizar la economía, no se necesita el Banco Central”, apunta Ángel Soto, de la Universidad de los Andes.

“Milei ha sido el más jugado de los candidatos y es el más agresivo en términos de bajar los impuestos”, complementa David Kohn.

Sin embargo, Gabriel Caamaño afirma que la radicalidad en las propuestas de Milei son inversamente proporcionales a sus posibilidades de llegar al poder. “Entre más lejos están tus posibilidades de llegar a ser Presidente, más radicales son tus propuestas. Algo de eso hay en la propuesta de Milei”, concluye Caamaño.

Con todo, el director de El Cronista de Buenos Aires, Hernán de Goñi, estima que la verdadera profundidad en las propuestas económicas de los candidatos presidenciales en carrera se plasmarán a medida que se acerquen las elecciones generales de octubre y durante la campaña de segunda vuelta.