Dos miradas críticas respecto de las políticas públicas de los últimos años y su negativo impacto en el crecimiento se dieron ayer en el seminario de Moneda Asset Management.

Quien abrió los fuegos fue el socio de Moneda, Pablo Echeverría, quien advirtió que el crecimiento de Chile "no llegaría este año al 3%, lo que es mediocre, del verbo mediocre", pese al masivo ingreso de inmigrantes y su impacto en la fuerza de trabajo.

En ese sentido, responsabilizó a las políticas públicas de la administración anterior. "El pasado gobierno realizó reformas que hicieron un daño estructural a la capacidad de crecimiento de la economía chilena", cuestionó.

Además, Echeverría dijo que tras la reforma tributaria de 2014 el impuesto corporativo de Chile quedó 15% por sobre el promedio OCDE. "Nos comparamos con la OCDE cuando nos conviene", sostuvo el ejecutivo y emplazó al Congreso y al gobierno a asumir la responsabilidad de definir los caminos para retomar el crecimiento.

A este duro análisis se sumó el exministro René Cortázar, quien señaló que en los últimos años la clase política perdió la convicción en el valor de los consensos para arribar a reglas del juego estables y se instaló "un sentimiento de temor a la opinión pública". Esto, dijo, terminó deteriorando las reglas del juego, por lo que "no es raro que la economía no crezca". Por lo mismo, advirtió sobre el riesgo de "volver al pasado, a la mediocridad" y también emplazó a la clase política a "retomar el liderazgo".

¿Con OCDE o sin OCDE?

El debate acerca de lo que significa para la política pública chilena compararse con la OCDE fue recogido en el análisis de los economistas Sebastián Edwards (UCLA) y José Luis Daza (Capital Management).

Esto, porque Daza planteó que, en un escenario de desaceleración global, Chile debe dejar de usar a la OCDE como referencia. "La OCDE está en decadencia, tenemos que evitarla", sostuvo, generando el aplauso de los presentes. Edwards retrucó. "Es esencial tener un organismo de referencia para saber si uno va bien o va mal: no hay otra alternativa. Por lo tanto, yo no voy a descartar a la OCDE y les voy a pedir que ustedes tampoco", le dijo al público.

Pero Daza volvió a la carga: "Es pésimo compararse con la OCDE, porque ahí hay conejos, perros, gatos y si soy un gato y me comparo con el promedio de las ovejas, no me sirve, sobre todo si ahí hay países que están estancados". En lo que sí coincidieron fue en reducir los impuestos: Edwards a 24% el de primera categoría y Daza propuso "ser audaces" y bajarlos a 10% como incentivo para la economía.