Daniel Losada, de Hughes: “El mercado es lo suficientemente grande como para que varios proveedores (de internet vía satélite) sobrevivan y prosperen”
El ejecutivo de ventas para Latinoamérica de uno de los principales actores que brindan internet de banda ancha por satélite, habla de cómo explotó la demanda en pandemia y qué viene para 2023, donde aparte de su actual competidor Starlink, aparecería otro más desde Amazon.
Si las conexiones a internet vía satélite era algo exótico en la década pasada, con la llegada de la pandemia comenzaron a hacerse más habituales, debido a la necesidad de trabajar y asistir a clases desde los hogares. A lo cual se le agregó un elemento adicional: una importante cantidad de personas optó por mudarse de las grandes urbes por un tiempo, a zonas donde no había tanta oferta de planes de banda ancha. O, simplemente, no existían.
Fue cuando comenzaron a sonar empresas como Starlink, del multimillonario Elon Musk, o Hughes, compañía con más de 30 años de presencia en América Latina como proveedor de equipamiento para redes satelitales. Desde 2017, la firma norteamericana comenzó a implementar en Chile un servicio de internet satelital, denominado como HughesNet, cuyos clientes aumentaron significativamente durante el periodo de confinamiento por Covid. “La demanda para conectividad es insaciable y todos estos proveedores no llegan a todas partes. Ya había conexiones satelitales, pero muy caras y a velocidades bajas, debido a que se utilizaban satélites convencionales. Era un último recurso y no había otra opción”, comenta Daniel Losada, vicepresidente internacional de ventas de Hughes, quien tiene la responsabilidad de la operación en América Latina de los negocios B2B. O sea, de cerrar negocios con el gobierno, telecos y clientes corporativos como mineras, pesqueras. Cualquier otra industria que necesite conectividad en cualquier parte.
¿Y qué los diferencia a ustedes?
Implementamos satélites de alta velocidad, pudiendo dar ancho de banda a zonas rurales o suburbanas. Había muchísima demanda, lo cual explotó totalmente durante la pandemia, con un crecimiento significativo.
¿Cuál es cobertura que tienen en Chile?
Básicamente en todo Chile de norte a sur, gracias a un satélite que lanzamos hace unos cuatro años. Contamos con una cobertura del 98% de los hogares entre las regiones de Arica y Parinacota y el norte de Aysén, llegando a 312 de las 346 comunas de Chile. O sea, cubrimos el 90% del territorio. Y justamente ahora, estamos implementando otro más, que ampliará más aún la cobertura de Chile, pero principalmente nos permitirá crecer en Argentina.
¿El plan de crecimiento incluye enfocarse más en las zonas urbanas o definitivamente ese no es su foco?
El foco de Hughes, en América Latina y el mundo, es llevar internet de banda ancha donde otras tecnologías no han podido llegar, conectando hoy en la región a más de 34.000 escuelas rurales, miles de sitios corporativos con servicios gestionados, y cuatro satélites para la región con uno más en construcción. Para hacerse una idea, la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) ha identificado 1.495 localidades en el país que carecen de acceso a internet. Llevado a los centros educacionales, el Ministerio de Educación tenía en mayo de 2021 un catastro de 2.680 colegios sin internet en todo el país, de los cuales el 47% pertenecía a establecimientos rurales.
¿Cómo ven el crecimiento de Starlink en Chile y la región, así como la llegada del nuevo servicio satelital de Amazon el 2023?
Damos la bienvenida a los nuevos participantes en la categoría de Internet por satélite, especialmente para atender al cliente rural, que ha sido descuidado en gran medida por los proveedores de cable y de línea fija. El mercado es lo suficientemente grande como para que varios proveedores sobrevivan y prosperen. De todos modos, la demanda está superando la capacidad ahora y en el futuro previsible: calculamos que hay más de 15 millones de hogares en EE.UU. sin servicio o con un servicio insuficiente por parte de otros proveedores. Estimamos un déficit de muchos Tbps de capacidad en los próximos cuatro años.
Pero hay muchos actores en el mercado de la banda ancha y ya dos grandes en el área satelital, con un tercero que viene en camino…
Ningún proveedor podrá satisfacer esa demanda y, de hecho, todos los proveedores presentes en el mercado no tendrán capacidad suficiente para atender el uso previsto. Por ejemplo, las antenas Starlink son de “instalación propia”, lo que puede ser peligroso en situaciones en las que los clientes necesitan acceder a tejados u otros lugares de montaje altos que pueden ser necesarios para evitar árboles y obstáculos en la línea de visión. No es tan fácil como parece. Es intrigante, pero los clientes acaban necesitando un servicio profesional para asegurarse de que los cables están bien extendidos y la unidad está bien alineada. El concepto de autoinstalación para DTH se intentó y se abandonó por estas razones.
¿Cuál sería entonces la gran diferencia entre ustedes y Starlink?
Las antenas Starlink requieren una visión más amplia del cielo frente a las antenas HughesNet, que sólo requieren una visión clara del cielo hacia el norte. Starlink para empresas no da el soporte adecuado para cumplir con los SLA (acuerdo de nivel de servicio) de las empresas ni la continuidad operacional. El énfasis de Hughes está dado por el concepto “estamos contigo”, no solo la instalación es profesional, hay soporte técnico permanente y contacto humano con el cliente.
¿La llegada de 5G afecta de alguna forma el negocio de HughesNet?
Varios países de América Latina han completado las asignaciones de espectro para redes 5G y otros han comenzado a prestar servicios utilizando las bandas de espectro actuales. El efecto positivo de 5G en América Latina que podemos impulsar es que, a medida que se otorgan licencias 5G, las empresas que mantienen el espectro y las licencias generalmente necesitan seguir brindando servicios 4G en áreas rurales. Podemos ayudar en todos los casos. Estamos listos con nuestra infraestructura ya montada para ayudar a todos los ecosistemas de telecomunicaciones en la región a dar el paso rápidamente a 5G. Para los operadores de redes móviles, la 5G puede desbloquear flujos de ingresos adicionales procedentes de los consumidores, proporcionando un servicio de acceso inalámbrico fijo y monetizando las aplicaciones de gran ancho de banda, como el vídeo o las aplicaciones de realidad aumentada.
¿Y con respecto al mercado corporativo?
Para las grandes organizaciones, las redes 5G pueden proporcionar un “carril de velocidad” de comunicaciones junto a las redes Wi-Fi existentes, capaz de conectar miles de dispositivos en un almacén, en un campus médico, en un puerto oceánico e incluso en una operación agrícola generalizada. La 5G puede superponerse a las redes 3G y 4G existentes, o ser independiente con su propio núcleo, borde y equipo de gestión. Aunque el despliegue de la 5G comenzará en las zonas urbanas, las mejoras de la red se extenderán a las comunidades rurales, ya que los operadores de redes móviles podrán trasladar las torres celulares 3G y 4G urbanas a las comunidades rurales y conectarlas mediante satélites.
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