Durante la mañana de este lunes fue dado a conocer el Premio Nobel de Economía 2024, el cual fue otorgado a los reconocidos Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson por sus estudios sobre cómo se forman las instituciones y afectan la prosperidad.
Según señaló la Real Academia Sueca de las Ciencias en la ocasión, Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson han demostrado la importancia de las instituciones sociales para la prosperidad de un país. “Las sociedades con un Estado de derecho deficiente y con instituciones que explotan a la población no generan crecimiento ni cambios para mejor. La investigación de los galardonados nos ayuda a comprender por qué”, mencionaron.
Daron Acemoglu y James Robinson escribieron los libros “Economic Origins of Dictatorship and Democracy”, “Why Nations Fail” (“Por qué Fracasan los Países”) y posteriormente “The Narrow Corridor” (“El corredor estrecho”). Mientras que Acemoglu y Johnson son coautores del libro “Power and Progress” (“Poder y Progreso”), editado el año pasado.
Además, los economistas premiados han escrito un sinnúmero de papers académicos, algunos de ellos en coautorías con economistas chilenos, como Francisco Gallego (del Departamento de Economía de la UC) y Sebastián Edwards (de la Universidad de California - Los Ángeles, UCLA).
De hecho, en el documento en el cual la Real Academia Sueca de las Ciencias entregó el reconocimiento a los economistas, aparece mencionado el paper de 2014 “Institutions, Human Capital, and Development”, de Acemoglu, Gallego y Robinson.
Acemoglu es, según el ranking Ideas Repec, el segundo economista más citado del mundo, por sus trabajos académicos. Por su parte, Robinson es el 132 y Johnson es el 174.
“Los galardonados han demostrado que una explicación de las diferencias en la prosperidad de los países son las instituciones sociales que se introdujeron durante la colonización. A menudo se introdujeron instituciones inclusivas en países que eran pobres cuando fueron colonizados, lo que con el tiempo resultó en una población generalmente próspera. Ésta es una razón importante por la que las antiguas colonias que alguna vez fueron ricas ahora son pobres, y viceversa”, indicó la institución encargada de entregar el premio.
De acuerdo a lo que explicaron, Acemoglu, Johnson y Robinson examinaron la colonización europea de gran parte del mundo, agregando que una explicación importante de las actuales diferencias en prosperidad son los sistemas políticos y económicos que los colonizadores introdujeron, o decidieron conservar, a partir del siglo XVI.
“Los galardonados demostraron que esto provocó un cambio de suerte. Los lugares que eran, relativamente hablando, los más ricos en la época de la colonización se encuentran ahora entre los más pobres. Además, utilizaron cifras de mortalidad de los colonizadores, entre otras cosas, y encontraron una relación: a mayor mortalidad entre los colonizadores, menor es el PIB per cápita actual. ¿Por qué es esto? La respuesta es que la mortalidad de los colonos (lo “peligroso” que era colonizar un área) afectó los tipos de instituciones que se establecieron”.
Según afirmó Jakob Svensson, presidente del Comité del Premio de Ciencias Económicas, “Reducir las enormes diferencias de ingresos entre países es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. Los galardonados han demostrado la importancia de las instituciones sociales para lograrlo”.
Biografía
Daron Acemoglu, nació en 1967 en Estambul, Turquía, y tiene un doctorado de 1992 por la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, Reino Unido. Actualmente se desempeña como profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts, Cambridge, EE.UU.
Simon Johnson, nació en 1963 en Sheffield, Reino Unido y es PhD de 1989 del Instituto Tecnológico de Massachusetts, Cambridge, EE.UU. En la actualidad trabaja como profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts, Cambridge, EE.UU. y execonomista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI).
James A. Robinson, nació en 1960 y tiene un doctorado de 1993 por la Universidad de Yale, New Haven, CT, Estados Unidos. Actualmente trabaja como profesor de la Universidad de Chicago en Estados Unidos.
Sus conexiones en Chile
Los tres economistas galardonados tienen relación con colegas chilenos y Acemoglu y Robinson visitaron Chile hace poco. El primero en 2020, invitado a un seminario de BTG, en el que participó junto al ministro de Hacienda de la época, Ignacio Briones. Luego de ese evento se reunión con el titular de las finanzas públicas en las oficinas de Hacienda, en Teatinos 120.
Mientras, Robinson estuvo el mes pasado, invitado por la Universidad Andrés Bello, a un seminario junto a los exministros de Hacienda Andrés Velasco e Ignacio Briones.
Además, todos tienen relación como coautores o profesores de reconocidos expertos nacionales.
El economista de origen turco fue además el director de tesis del doctor en Economía de MIT y expresidente de Codelco, Óscar Landerretche.
“Daron tomó la posta de la supervisión de tesis cuando murió mi primer director de tesis, Rudi Dronbusch. La verdad es que cuando eso ocurrió quedé algo desorientado y Daron me ayudó mucho. Es un tipo super amable, simpático, gran profesor, gran economista, con conocimiento enciclopédico de historia, cultísimo. Además está inscrito en una tradición de economistas del desarrollo que tiene mucho tiempo en MIT. Creo que es un premio requetecontramerecido”, señala Landerretche a Pulso.
Mientras tanto, el académico de la UC y de J-Pal y doctor en Economía del MIT, Francisco Gallego, coautor de papers con Acemoglu y Robinson, dice que “es un premio muy merecido que destaca el trabajo que hicieron sobre el desarrollo de instituciones y el efecto causal que tiene en el desarrollo. No son los primeros ciertamente en decirlo, pero abrieron unas líneas de investigación muy muy potentes que la fueron tomando otra gente y la fueron desarrollando”.
Además, indica que “la segunda contribución y que, como que no es tan conocida quizás para la gente, es que abrieron unas líneas de investigación empírica y rigurosa sobre los efectos de la historia en el desarrollo actual de los países. Eso, de nuevo, no fueron los primeros en hacerlo, pero fueron extremadamente creativos en la forma de entender hechos históricos y como relacionaron eso de manera causal con los resultados de desarrollo contemporáneo”.
“Y lo tercero, que también no es tan conocido es que, como lo cita el Comité Nobel de hecho en la publicación del premio, han hecho un desarrollo muy importante, sobre todo Acemoglu y Robinson, en lo que se llama economía política, que es usar la economía para entender el desarrollo de procesos políticos y que tiene implicaciones súper importantes dentro de la democracia (y por qué debe haber instituciones eficientes). Y más recientemente de hecho han estado trabajando en temas súper interesantes respecto de cómo las instituciones interactúan con normas sociales y con otros aspectos. De hecho, un libro reciente de Acemoglu y Johnson “Power and Progress” se problematiza hartas cosas que eran medias obvias respecto del rol de la tecnología en el desarrollo, lo aplican muy bien a inteligencia artificial y lo hacen justamente en ese marco conceptual que relaciona instituciones con políticas públicas en un contexto donde las normas sociales también importan”, agrega Gallego.
Otro chileno que conoce de cerca a Acemoglu es el exvicepresidente del Banco Central y también doctor en economía del MIT, Pablo García.
“Acemoglu fue mi profesor. Aparte de ser muy simpático, participaba de los talleres de micro, macro y economía laboral, cuando lo habitual era que los profesores participaran de uno, o a lo más dos”, recuerda García. Sobre el otro galardonado del MIT, Simon Johnson, indica que”no lo conocí personalmente. Fue economista jefe del FMI, justo antes de la crisis financiera del 2008. De hecho tuvo buen ojo para que las proyecciones del FMI fueran más acertadas que muchas respecto de que EEUU iba camino a una recesión, antes de Lehman Brothers”.
El académico de UCLA, Sebastián Edwards, fue coautor con Johnson de una serie de cuatro volúmenes sobre África (African Successes) en 2016, bajo la edición de University of Chicago Press.
Por su parte, el decano de la FEN de la U. de Chile y doctor en Economía del MIT, José de Gregorio, indica que “tengo la suerte de conocerlos y haber aprendido mucho de ellos. Fui compañero de Simon (Johnson) en MIT donde además teníamos ambos de profesor guía a Rudi Dornbusch, y hasta hace poco éramos colegas en el Peterson Institute for International Economics. En tanto Jim y Daron, son muy amigos de Chile y han venido varias veces. Daron tiene exalumnos chilenos y durante la pandemia lo tuvimos dando una conferencia online en la FEN”.
Sobre el premio en particular, De Gregorio dice que es “muy merecido y tremenda señal para el mundo que Acemoglu, Johnson y Robinson hayan ganado el premio Nobel. Su trabajo valora a las instituciones inclusivas que dan participación y fomentan la innovación y el crecimiento, por sobre las instituciones extractivas, que caracterizaron, por ejemplo, el desarrollo de América Latina. Y esto es muy relevante para países especialmente como Chile que están tratando de alcanzar el desarrollo”.
Y agrega que “los recientes eventos que hemos vivido en Chile, en las más diversas áreas, demuestran que tenemos harto que avanzar. Después de años de gran éxito económico, estamos evidenciando problemas institucionales no menores. En un país donde los notarios y conservadores son parientes de funcionarios judiciales y políticos, poco más cabe decir para dejar claro que aún tenemos mucho que cambiar para evitar la captura de las instituciones. Las consecuencias que enfrentamos con nominaciones y tráfico de influencias en el poder judicial y con un sistema político deficiente son muy perjudiciales para el bienestar del país, por lo que enfatizar la importancia de las instituciones inclusivas es fundamental”.
El actual director para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI) y doctor en economía del MIT, Rodrigo Valdés, también se refiere a su relación con Acemoglu en la universidad. “A Daron lo conozco bien. Fue mi profesor de Macro IV, él recién llegado a MIT y unos meses menor que yo... Igual que Picketty, son tipos que desde muy jóvenes eran realmente sobresalientes. Las matemáticas complejas eran como para uno el abecedario. Y además realmente cultos”, recuerda.
De hecho, sobre su labor en clases, Valdés dice que Acemoglu “era un profe muy amable y cercano, sencillo y que feliz se sumaba a las juntas de los los estudiantes”.