Mientras la distancia que separa a los más ricos de los más pobres es cada vez mayor, al menos 119 multimillonarios llegarán a Suiza esta semana para unirse a banqueros, políticos y otras grandes personalidades en la cita anual en los Alpes.
Esta élite, que suma un patrimonio de unos US$ 500.000 millones, está formada por personajes ya conocidos en estos círculos como el fundador de Bridgewater, Ray Dalio, el presidente y presidente ejecutivo de Blackstone, Steve Schwarzman, o el presidente y CEO de JP Morgan Chase, Jamie Dimon. Los tres aparecen en la lista de más de 2.000 invitados al Foro Económico Mundial de Davos en representación de 100 países. Esta cita mantiene su estatus de principal centro de relaciones para las mayores fortunas del mundo -con su correspondiente flota de jets privados y hot dogs a US$ 43- aunque cada vez afronta un mayor número de críticas por su carácter exclusivo.
"Llevo viniendo aquí desde 1979", afirma el indio Rahul Bajaj. "Ha crecido mucho desde entonces, pero yo sigo sacando mucho provecho a las reuniones, las sesiones, el entorno".
No es de extrañar que se sienta como en casa. En Davos se encontrará con al menos otros 18 multimillonarios indios que suman una fortuna conjunta de unos US$ 100.000 millones y tienen intereses comerciales en empresas de tecnología, acereras y fabricantes de motocicletas. Seis de ellos forman parte del Bloomberg Billionaires Index, un ranking que reúne a las 500 personas más ricas del planeta.
Para algunos, la lujosa lista de invitados no se corresponde con el eje central del evento: lograr economías más justas y reconstruir el mundo laboral. El tema de esta edición es "Accionistas por un mundo más cohesionado y sostenibles". El año pasado, uno de los ponentes causó sensación cuando criticó a los asistentes por ignorar la evasión fiscal de las grandes fortunas. "Oigo a gente hablar de participación, justicia, igualdad y transparencia pero prácticamente nadie plantea el problema esencial de la evasión de impuestos", afirmó el historiador holandés Rutger Bregman.
En una publicación realizada esta semana en su perfil de LinkedIn, Bregman explicaba que este año no había sido invitado a Davos. No obstante, teniendo en cuenta que la joven activista Greta Thunberg se encuentra en la lista de asistentes, está claro que no se podrá obviar la incapacidad mostrada por el establishment para abordar la crisis climática.
En cualquier caso, este tipo de acusaciones públicas no han empañado el atractivo que genera la reunión entre los más ricos del planeta.