De la animación al estilo Ghibli al alto consumo energético: el impacto ambiental detrás de la generación de la IA
Un reciente estudio realizado por la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) advierte que la inteligencia artificial (IA) consumirá el 5% de la electricidad de América Latina y el Caribe para 2035. Este crecimiento acelerado, impulsado por la expansión de centros de datos, plantea serios desafíos ambientales.

En las últimas semanas, una nueva tendencia se ha vuelto protagonista en redes sociales, y es la de transformar fotos reales en imágenes inspiradas en la ficción del cine japonés a través de la generación de inteligencia artificial (IA). Miles de usuarios alrededor del mundo han compartido sus fotos al estilo Studio Ghibli, del japonés Hayao Miyazaki, considerado uno de las producciones de animación más influyentes del mundo.
Sin embargo, este fenómeno desarrollado por la IA ha desatado debates. Por un lado, están quienes valoran la creatividad y el trabajo humano por sobre la automatización. Y por otro, crecen las preocupaciones por el impacto ambiental asociado al uso masivo de estas tecnologías.
En relación a este último punto, especialistas en eficiencia energética, crisis hídrica y sostenibilidad, sobre todo en países en vías de desarrollo, advierten que este consumo intensivo es un problema emergente para el medio ambiente, que podría agravarse en un futuro cercano.
Un consumo energético que crece a pasos agigantados
Un estudio realizado por la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) advierte que la inteligencia artificial consumirá el 5% de la electricidad en América Latina y el Caribe el año 2035, alertando sobre el crecimiento acelerado del número de centros de datos de IA, cuyo consumo energético podría superar los 120 teravatios hora (TWh) anuales en la región.
“El incremento en la demanda energética se debe a la proliferación de centros de datos dedicados al entrenamiento y despliegue de algoritmos avanzados, cuyo funcionamiento requiere no solo de una elevada potencia de cómputo, sino también de sistemas de enfriamiento que incrementan la demanda energética”, explica el profesor titular de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la UAI, Rolando de la Cruz.
De la Cruz también señala que “la necesidad de integrar fuentes renovables y mejorar la eficiencia en la gestión energética de estas infraestructuras se vuelve una prioridad para garantizar un desarrollo sostenible”. Ante esto, el experto destaca la urgencia de políticas que promuevan tecnologías de enfriamiento eficientes y el uso de energías limpias, para evitar que el avance de la IA aumente la huella de carbono regional.
Siguiendo la misma línea, el Secretario Ejecutivo de OLADE y exministro de Energía de Chile, Andrés Rebolledo, sostiene que “la creación y procesamiento de imágenes complejas, como aquellas generadas con efectos visuales similares a los del estudio Ghibli, requieren enormes volúmenes de datos y capacidad computacional. Estos procesos, que se realizan en grandes granjas de servidores, demandan energía de forma intensiva, no solo para la ejecución de los algoritmos, sino también para la refrigeración y la continuidad operativa”.
Ante este escenario, Rebolledo propone varias estrategias gubernamentales para mitigar el impacto, como regulación del uso hídrico en centros de datos, estándares de eficiencia, incentivos para tecnologías de bajo consumo, e incluso la ubicación estratégica de estas infraestructuras en zonas con menor estrés hídrico y mayor disponibilidad de energías renovables.
Agua: un recurso amenaza
Otro factor clave en la crisis hídrica que aqueja a la región, es el uso intensivo de agua en los centros de datos que operan sistemas de IA, específicamente en modelos de gran escala como GPT-4. “Estos centros requieren agua no solo para el enfriamiento de equipos que generan altas temperaturas, sino también para mantener condiciones operativas óptimas en ambientes de alta densidad computacional”, explica De la Cruz.
Se estima que, en ciertos casos, el consumo de agua puede igualar al de grandes industrias, lo que genera una presión adicional sobre los recursos hídricos, especialmente en regiones donde el agua ya es limitada.
Impactos ambientales
De acuerdo con de la Cruz, el impacto ambiental se manifiesta en tres dimensiones principales: Uno de ellos es la escasez y competencia de recursos: la demanda creciente de agua puede competir con los usos agrícola, industrial y doméstico, agravando la disponibilidad en zonas vulnerables. Otro, es la alteración de ecosistemas: la extracción intensiva de agua para enfriamiento puede alterar el equilibrio hídrico de ríos y cuencas, afectando la biodiversidad. Finalmente, la innovación tecnológica urgente. Es inminente el desarrollo de soluciones que reduzcan el consumo hídrico, como sistemas de refrigeración por aire o el reciclaje de agua en circuitos cerrados.
El estudio proyecta un crecimiento del 165% en el número de centros de datos a nivel global entre 2023 y 2030, lo que representa una tasa anual promedio del 15%. Si esta tendencia se mantiene, América Latina enfrentará una demanda energética sin precedentes, principalmente en áreas críticas como el entrenamiento de algoritmos, la ejecución de consultas y la refrigeración necesaria para mantener operativos estos sistemas, explican los expertos.
Frente a este panorama, Rebolledo advierte que “la digitalización debe ir acompañada de una estrategia de sostenibilidad y eficiencia. La transformación digital de nuestros sistemas productivos debe ir de la mano con una planificación energética responsable, dado que esta nueva demanda competirá por recursos energéticos con sectores estratégicos como el residencial, el industrial y el transporte”.
De la Cruz, por su parte, enfatiza que “el auge de la inteligencia artificial exige no solo avances en capacidad computacional, sino también una gestión responsable de sus impactos ambientales. La convergencia de desafíos en consumo energético y uso del agua subraya la necesidad de una visión integral que combine innovación tecnológica, políticas públicas y estrategias de sostenibilidad, con el fin de mitigar efectos adversos en el medio ambiente mientras se impulsa el progreso tecnológico”.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
2.
3.
4.
5.
6.