Este miércoles, a las 17.00 horas, Rosario Navarro Betteley vio al grueso de los consejeros de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa). Asistió a su primer consejo general en calidad de candidata a la presidencia del gremio. Y si bien inicialmente sería esta la instancia donde anunciaría oficialmente su candidatura, movimientos acaecidos hace un par de semanas modificaron la jugada.
El lunes 16 de enero, Navarro envió una carta al secretario general de Sofofa, Gonzalo Russi, oficializando su postulación a las elecciones de mayo donde se elegirá al sucesor de Richard von Appen como timonel de los industriales para el período 2023-2025. La misiva llevaba el respaldo de Óscar Hasbún y Gonzalo Said, los dos seguros vicepresidentes de su gestión.
Al consejo general -que se prolongó por más de dos horas- concurrieron unos 45 consejeros, un número menor dada la temporada estival. En la oportunidad expuso el director del Centro de Estudios Públicos (CEP), Leonidas Montes, quien profundizó en los resultados de la última encuesta elaborada por el centro de pensamiento, tras lo cual hubo preguntas de los asistentes al consejo, el último hasta marzo.
Formalmente, Navarro no habló de su candidatura. No estaba planificado que así fuera, aunque sí podría haber tomado la palabra para comunicar algo en esa línea, lo que no hizo, aunque obviamente sí fue tema obligado en los pasillos de las dependencias del gremio fabril.
Actualmente la carrera por la presidencia del gremio cuenta con una sola candidata. En el entorno gremial no dudan que Rosario Navarro -vicepresidenta de Sonda- sea la próxima timonel de la Sofofa, convirtiéndose así en la primera mujer al mando en la historia del gremio. No obstante, queda tiempo, y en los últimos días ha surgido cierto ruido de que se levante otra candidatura.
Es que si bien Navarro aúna el respaldo de los principales grupos económicos y es vista con buenos ojos dada su capacidad de diálogo y de llegar a acuerdos; hay otros que miran esta candidatura con cierto recelo, dada -acusan- su escasa experiencia empresarial, junto con representar un tipo de empresario menos tradicional, más vinculada a tendencias políticas de centro. De hecho, es partidaria de las cuotas en directorios de sociedades anónimas.
Pero según varios contactados, de concretarse una nueva postulación, sería sólo de carácter testimonial para mostrar un punto de vista diferente al que representa Navarro.