¿Cuánto espacio fiscal hay disponible para un mayor gasto público? Ese es uno de los dilemas al que se enfrenta el Ministerio de Hacienda en el marco de los esfuerzos para levantar a la economía chilena, golpeada duramente por el estallido social y el coronavirus.
“Muchas son las demandas pero los recursos no son infinitos”, ha repetido el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, en el marco de la discusión de mayor gasto público para atender las demandas sociales.
¿Gastar más? ¿Gastar menos? ¿No gastar? Esto es lo que piensan los expertos.
Guillermo Calvo
Más deuda y más déficit son una alternativa pertinente para la emergencia nacional. Esa es la radiografía que hacer el académico de la Universidad de Columbia, Guillermo Calvo, respecto a la capacidad de respuesta del país para enfrentar este tipo de contingencias.
En entrevista con Pulso, el académico “sin tener todos los detalles”, cree que “se puede decir que Chile tiene espacio, por sus ahorros y reputación, para pedir más prestado. Es algo que pueden considerar ustedes o un país como Guatemala, por su posición fiscal firme”.
Así, y si bien reconoce que tener déficit fiscal no es bueno, en esta coyuntura resulta menos malo, por eso mira con preocupación “que gente muy bien intencionada y seria, piense que es mejor no aumentar el déficit fiscal porque se va a lucir poco serio. Sin embargo, eso no es bueno tampoco, porque entonces quiere decir que un país puede tener un montón de reservas, pero no las va a usar e igualmente va a entrar a una crisis seria”.
“Es importante la capacidad de ahorrar, pero también de saber cuándo se tiene que ir en la dirección contraria”, señala.
Colegio Médico
En el marco de la discusión respecto a cómo enfrentar de mejor manera la crisis. El Colegio Médico junto a seis destacados economistas, entre los que figuran el ex presidente del Banco Central, José De Gregorio; el exministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, además de los economistas Sebastián Edwards, Claudia Martínez, Andrea Repetto y Claudia Sanhueza, sacaron un documento con propuestas para responder a la emergencia sanitaria.
Entre las materias más destacadas, utilizar el saldo del Fondo de Estabilización Económico y Social (Fees) a fines de marzo -que calculó en US$12.000 millones o 5% del PIB- como marco de referencia para definir lo que se podría gastar durante los próximos 18 meses.
Respecto del monto propuesto, explican que “esta cifra es cuantiosa, pero al estar acotada dentro de un horizonte de año y medio, no es una cifra irresponsable. Para hacerse una idea sobre la magnitud del programa, los recursos alcanzarían para ampliar los programas actuales de transferencias desde el 60% al 80% de los hogares en vulnerabilidad”.
Por otro lado, los economistas calculan que se podría gastar, cada mes y en promedio, US$670 millones por encima de lo ya comprometido, y que se podrían financiar paquetes de ayuda importantes a las familias, los cuales deben ser estables mientras dure la etapa de contención de contagios.
Vittorio Corbo
El expresidente del Banco Central Vittorio Corbo cree que el gobierno no tiene mucha más alternativa que echar mano al gasto público y, por ende, debe “olvidarse” de la regla fiscal y principalmente del déficit fiscal efectivo. Bajo esta lógica apunta a que dado que el país tiene todavía un nivel de deuda baja, todavía espacios. "El déficit fiscal efectivo va a subir igual, las metas y estimaciones que hizo Hacienda están obsoletas. Hoy hay que distribuir gastos”, dice.
Para el economista, es mucho más importante y trascendental que “el aparato productivo siga funcionando, para que cuando la epidemia se controle, se pueda echar a andar la máquina. Habrá más gasto público, pero es una cosa temporal. Hay que mantener el aparato productivo para echar a andar la producción después. Tiene que haber subsidios estatales”.
A juicio de Corbo, las medidas del Ejecutivo deben incluir lo que han hecho otros países, como EEUU o Francia, que “es postergar el pago de impuestos, acelerar pagos del Estado con proveedores. Eso hace Australia y es una medida directa que va a la vena. No me preocuparía del déficit fiscal, ya que es transitorio”.
Dante Contreras
El profesor de la Universidad de Chile y subdirector del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) también abordó parte de este debate, en el marco de una conversación con La Tercera PM sobre el aumento de la pobreza. En esa línea, dijo que probablemente, si esto continúa en un escenario pesimista y de un impacto importante, lo que va a ocurrir es que va a haber mayor presión de gasto.
“Es decir, más cajas, más subsidios, más bonos. Retirar la gradualidad, por ejemplo, en los apoyos a las familias más vulnerables. Hay toda una discusión fundamental ahí, porque la escala descendente en economía se utiliza para incentivar la reinserción de la gente al mercado del trabajo y no generar incentivos negativos. Sin embargo, en este caso estamos en un escenario bastante más complejo, donde la gente está en la casa no porque no quiere ir a buscar trabajo, sino porque las condiciones de sanidad no lo permiten. Entonces vamos a volver a una discusión sobre la gradualidad, probablemente. Nos va a tocar una época muy dura”, sostuvo.
Horizontal
Una postura intermedia la tiene Horizontal, el centro de estudio ligado a Evópoli y al cual pertenecía el ministro Briones. Para esta entidad el aumento del gasto público "debe ir acompañado de un Presupuesto base cero que permita mejorar en forma estructural el impacto social del gasto público”.
La propuesta tiene cuatro grandes ejes: modernización del Estado, apoyo a las familias, reactivación económica y sustentabilidad con el medioambiente. Debate sobre mayor gasto público para atender la emergencia toma fuerza y expertos juegan sus cartas
CEP
Una mirada contraria consigna el Centro de Estudios Públicos (CEP). En su documento de investigación titulado "“Política y sostenibilidad fiscal en tiempos de COVID-19: El caso de Chile” advierte que emitir deuda para financiar las demandas sociales podría derivar en un alza en el pago de intereses que los países deben cumplir.
Esto se traduce en que el costo fiscal de pagar intereses será muy alto, y eso le quitaría recursos para otras medidas y por otro lado, se abre la posibilidad de que se incumpla en el pago, lo que afectaría la sostenibilidad fiscal de largo plazo.
Por tal sentido, el documentos señala que el impacto económico de la pandemia será más largo que el proyectado inicialmente, razón para sostener que serán necesarios nuevos paquetes de estímulo y de ayuda a las familias más vulnerables. Así propone “medidas similares pueden ser convenientes en estos momentos, para apoyar financieramente no solo a pymes, sino que también a empresas grandes (...) Como propuesta específica, se podría plantear una capitalización adicional a los 500 millones de dólares recientemente otorgados para BancoEstado” se señala textualmente.
Universidades
La Universidad de Chile y la Universidad Católica también presentaron un informe con una serie de propuestas económicas en línea con las que presentó el Colegio Médico el viernes. En el desglose de su propuesta mencionan que el paquete de medidas de gasto público adicional del gobierno (es decir, más allá de las reasignaciones presupuestarias) previsto para mitigar los efectos de la pandemia “es relativamente pequeño y asciende, hasta ahora, a un 0,5% del PIB”. Por esta razón, afirman que “es posible hacer un esfuerzo mayor en este ámbito a través de un mayor endeudamiento público, aprovechando el bajo premio por riesgo actual de Chile en los mercados internacionales y dados los relativamente bajos niveles de deuda pública en relación con los prevalecientes en las economías más desarrolladas”. Bajo esos argumentos recomiendan que “el Fisco haga una fuerte emisión de bonos soberanos de unos US$ 15.000 millones (5% del PIB), para así tener un colchón de divisas con las cuales financiar las medidas de mitigación de la pandemia. Una parte pequeña de este endeudamiento adicional ya ha tenido lugar en los últimos días"