La economía creció 1,6% en el segundo trimestre una décima mayor a lo previsto luego de conocer los datos de Imacec. Este registro es menor al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del primer trimestre que fue 2,5%. Así, entre enero y junio, la actividad acumuló una expansión de 2,1%.

“Lo que ha estado ocurriendo hasta ahora va en línea y es consistente con una proyección de 2,6%”, afirmó el ministro de Hacienda Mario Marcel.

En el detalle, el Banco Central informó que el crecimiento del PIB fue impulsado, principalmente, por las actividades de minería, Electricidad, Gas y Agua, comercio y transporte. En contraste, las actividades de servicios empresariales, agropecuario-silvícola y pesca presentaron las principales incidencias a la baja.

En términos desestacionalizados, el PIB registró una desaceleración de 0,6% respecto al trimestre anterior, reflejo de caídas en la minería, los servicios empresariales y la industria manufacturera.

Ahora bien, al analizar las variables relacionadas con la demanda interna, la fuerte caída que tuvo la Formación Bruta de Capital Fijo (Inversión) sigue generando preocupación entre los expertos: en el segundo trimestre cayó 4,1% anual completando cuatro trimestres consecutivos de contracciones. Sin embargo, esta baja es menor a la contracción de cuatro trimestre de 2023 (-6,1%) y del primero de 2024 que fue de -5,7%.

Débil PIB del segundo trimestre: economía crece solo 1,6% e inversión anota su cuarta caída anual consecutiva

En este trimestre el comportamiento de esta variable estuvo incidida por el desplome que tuvo maquinarias y equipos que se contrajo 9,1% y por la caída de 0,7% de construcción y otras obras.

No obstante, en términos desestacionalizados, respecto al período inmediatamente anterior, la inversión subió 1,4% después de cuatro trimestres de caídas. “Esto responde principalmente al componente de maquinaria y equipos que registra una importante corrección en el trimestre (2,8%), mientras que la construcción continúa con débiles registros. A pesar de esta recuperación, aún vemos que resulta difícil una variación anual cercana a 0% para 2024, como tienen en sus proyecciones el Banco Central y el Ministerio de Hacienda”, afirman desde Santander.

El consumo de los hogares registró una variación anual de 0,5%, liderada por el gasto en bienes durables, en particular en productos tecnológicos y automóviles. En menor medida, el consumo de servicios también contribuyó al resultado, destacando el gasto en transporte y actividades culturales y de esparcimiento, efecto compensado por un menor gasto en turismo. En tanto, los bienes no durables cayeron, registrándose un menor consumo en alimentos, bebidas y tabaco.

Asimismo, el consumo de gobierno aumentó 1,6% en el período, en línea con un incremento en los servicios de salud, lo que fue parcialmente compensado por menores servicios de educación. Y el comercio exterior presentó resultados mixtos: las exportaciones de bienes y servicios crecieron 7,3% mientras que las importaciones cayeron 2,2%.

En otras variables, el ingreso nacional bruto disponible real no presentó variación en el segundo trimestre. Este resultado fue menor al registrado en el PIB reflejo, principalmente, de mayores rentas pagadas al exterior. Y el ahorro bruto total ascendió a 21,2% del PIB en términos nominales, compuesto de un ahorro nacional de 18,9% del PIB y un ahorro externo de 2,3% del PIB, correspondiente al déficit en cuenta corriente de la Balanza de Pagos.

En tanto, la deuda externa registró un alza de US$2.785 millones respecto del cierre de marzo, totalizando US$244.465 millones, cifra equivalente al 79,3% del PIB. Esto se explicó principalmente por las empresas de inversión directa que aumentaron su deuda en US$1.615 millones, por préstamos recibidos desde empresas relacionadas.

Débil PIB del segundo trimestre: economía crece solo 1,6% e inversión anota su cuarta caída anual consecutiva

¿Se recupera la inversión?

Pese a que en su medición anual la inversión se contrajo y en la serie desestacionalizada avanzó levemente, los economistas ven alguna mejora en el margen de esta variable para los próximos trimestres. No obstante, mencionaron que la proyección para el año sigue siendo negativa.

Valentina Apablaza, economista del OCEC-UDP explicó que “más allá de contrastar cual es la mejor forma de analizar la inversión, se deben interpretar ambas mediciones en conjunto. En este caso, los indicadores del segundo trimestre nos muestran una inversión que, si bien se mantiene estancada, pareciera comenzar un proceso de recuperación que podría concretarse en el mediano plazo”. Por esta razón, planteó que “hoy en día la inversión es menor al nivel registrado en el mismo periodo del año pasado, pero su caída anual se ha ido desacelerando con una expansión de la inversión respecto al primer trimestre de 2024″.

En este sentido, la economista sostuvo que “es esperable que la inversión mantenga una tendencia de recuperación, en línea con un entorno más favorable para invertir, toda vez que han mejorado los términos de intercambio y ha disminuido la incertidumbre política en el país”. Para Apablaza, “en conjunto, estos elementos debieran impulsar la inversión durante el segundo semestre, especialmente en el sector minero y esto podría permitir que la inversión esté más cerca de registrar un crecimiento nulo durante 2024″.

Francisca Pérez, economista Principal de Bci, añadió al análisis que “la inversión está mostrando una leve recuperación en el margen, pero no es la recuperación esperada, es bastante más lenta de lo previsto y menos sostenible”. Si bien prevé que “de manera trimestral comenzaremos a ver que la inversión mejora, en términos anuales ésta continuará cayendo el tercer e incluso esto podría verse hasta el cuarto trimestre, lo cual nos indica que aún las perspectivas de inversión son débiles”. Así para el año espera una caída de 0,7%, que es algo mejor a lo observado en 2023.

Pavel Castillo, economista y gerente de Intelligence en Corpa comentó que “la inversión naturalmente tiene ciertos ciclos, pero lo relevante es la tendencia. Si bien puede existir un leve repunte en la inversión, no vemos fundamentales para un cambio de tendencia hacia un aumento significativo de la inversión”.

Víctor Martínez, director ejecutivo CIES-UDD, puntualizó que “la inversión se recuperó de manera desestacionalizado, muy en el margen, en relación al trimestre previo. Detrás de esto están las mejores condiciones para la minería, como el precio del cobre. Pero no es suficiente, por eso la variación anual sigue siendo negativa, con una contracción de cerca de 0,5% en el año”.

Desde el gobierno, Marcel dijo que “valoramos en particular esta inflexión en materia de formación bruta capital fijo, que también se refleja en la actividad del sector construcción, que en este trimestre, respecto al trimestre anterior, tuvo una variación positiva después de todos los problemas que ha tenido este sector en los últimos años”, agregó.

Débil PIB del segundo trimestre: economía crece solo 1,6% e inversión anota su cuarta caída anual consecutiva

Perspectivas para el año

De acuerdo a las proyecciones de los economistas consultados este segundo trimestre había sido el que registrará el menor crecimiento del año con un alza de 1,6%. Para el tercero esperan un alza de entre 2,2% y 2,8% y para el último cuarto del año, las previsiones se ubican entre 2,3 y 3,5%.

Con ello, para 2024 las previsiones del mercado, en promedio, se ubican en 2,3%, sin embargo, para Hacienda es factible que la economía pueda crecer 2,6%. “Con esta cifra del primer semestre, algo superior al 2%, lo que necesitamos en el segundo semestre es crecer del orden del 3%, para que estemos en el 2,6% que ha proyectado el gobierno”, sostuvo el ministro.

Asimismo, el secretario de Estado añadió que “lo que tiene que pasar es que, en términos de velocidad, o sea, la comparación trimestre contra trimestre, la economía tiene que crecer en la segunda mitad del año a la misma velocidad a la que, en promedio, creció durante la primera mitad del año”, comentó.

Valentina Apablaza mencionó que “las perspectivas de crecimiento no cambian mucho para 2024. De hecho, al analizar los diversos componentes de actividad, se confirman las dudas sobre la capacidad de crecimiento que tendrá la economía durante 2024, toda vez que el crecimiento del primer trimestre se explica principalmente por el desempeño del sector externo, pero no hay mayores impulsos provenientes de la demanda interna”.

En estén escenario, la economista enfatizó que “los antecedentes reafirman las perspectivas de un crecimiento más cercano a un 2,4% para el 2024, y que será posible únicamente de concretarse una recuperación de la inversión durante la segunda mitad del año. A esto se suma la necesidad de reactivación del consumo privado, cuyas cifras son decepcionantes para el segundo trimestre y genera nuevas alertas, toda vez que el mercado laboral y las expectativas de los consumidores actuales no parecen favorecer el consumo en el corto plazo”.

Pérez argumentó que “para el año vemos que podría mejorar en el margen y crecer a lo más a 2,3%, lo cual incluye un impulso importante hacia fin de año”.

Y Víctor Martínez acotó que “la actividad económica se ha visto impulsada principalmente por la actividad minera y la recuperación del consumo. Hay espacio para que estos dos elementos sigan contribuyendo. Sin embargo, el impacto del consumo sería más acotado. Finalmente, el crecimiento del año terminaría cerca en 2,5%”.P