CON un quórum promedio de 86,84% se realizaron las juntas de accionistas de 2018, cifra que si bien está muy por encima de lo que exige la ley para su constitución, esconde el hecho de que a éstas sólo asistieron 47 personas.
Esas son las principales conclusiones del primer informe de Participación en Juntas de Accionistas realizado por el Depósito Central de Valores (DCV), a través de su filial DCV Registros, entidad que tomó una muestra de 25 compañías Ipsa (de un total de 40), las que tienen un peso relativo del 52,18% del selectivo.
Según el estudio, en promedio los accionistas de las compañías Ipsa llegan a 3.341 personas naturales o jurídicas, sin embargo, en 2018 el número de accionistas que acudió promedió los 47, lo que representa una tasa de participación de 6,4% (en relación al total de accionistas).
Claudio Garín, gerente de operaciones y servicios del DCV, indica que varios factores pueden influir en la baja participación, entre ellos, la concentración de las juntas en algunos días de abril, algo que puede complicar la asistencia de aquellos minoritarios con acciones en más de una sociedad. "Por otra parte, al realizarse en el domicilio legal de la compañía -en su mayoría en Santiago-, existe una dificultad y costos de traslado para quienes no residen en la Región Metropolitana", sostiene.
En esa línea, agrega que hoy no existen mecanismos de participación remota, lo que dificulta que accionistas minoritarios participen presencialmente, especialmente aquellos que por su ubicación geográfica les resulta poco conveniente asistir (por ejemplo, si están en el extranjero). En Chile, según datos de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), sólo el 1,80% de las empresas tienen implementado el mecanismo de voto electrónico.
El mismo presidente de la CMF, Joaquín Cortez, señaló hace dos semanas que la votación remota es un tema para los inversionistas extranjeros: "Me tocó acompañar al ministro de Hacienda al Chile Day, y en reuniones con extranjeros se les preguntaba qué faltaba en términos de mejora de gobiernos corporativos en Chile, y la respuesta fue, en su mayoría, la votación remota".
Según Garín, en países desarrollados cuentan con mecanismos complementarios que facilitan el acceso a las asambleas y su participación de manera no presencial, lo que facilita que inversionistas tomen decisiones en estas instancias. Según cifras de EY (entregadas por el presidente de la CMF), el 96% de las empresas que componen el índice FTSE 100 de la London Stock Exchange ofrecen delegación de voto electrónico a sus accionistas.
Fernando Yáñez, gerente general del DCV, comenta que las empresas locales están explorando formas de aumentar la participación de los accionistas minoritarios, y que "algunas de ellas implementaron este año el sistema de transmisión de éstas vía streaming, lo que permitiría llegar a un número mayor de inversionistas, mientras otras estarían analizando la factibilidad de implementar el voto electrónico a distancia".
Respecto de si el voto electrónico podría subir la participación en Chile, Yáñez, indica que "como todo cambio, la puesta en marcha de esta nueva modalidad de voto será gradual y sus efectos se verán en el tiempo, por lo que adelantar una cifra sería apresurado. No obstante, cada vez más las juntas de accionistas se están convirtiendo en una instancia importante de definiciones y anuncios de planes de inversión para las empresas, lo que hace que todos los accionistas, especialmente los extranjeros, se interesen en tener voto en estas instancias".