Las Normas Internacionales de Contabilidad para el Sector Público (NICSP) conllevan importantes desafíos en su implementación, los cuales están relacionados con la necesidad de contar con un estándar de presentación, reconocimiento, medición y revelación de información contable de carácter internacional que permita tanto transparentar las cifras públicas en las distintas jurisdicciones, como efectuar un análisis comparativo tanto a nivel local entre las diversas entidades del sector público como a nivel internacional.
La adopción de las NICSP, representa la modernización de las distintas entidades del Sector Público, y un mayor nivel de transparencia de ellas mismas. A corto plazo, será imprescindible la necesidad que empresas de auditoría externa independientes auditen tal tipo de información financiera.
De este modo, las administraciones de organizaciones o reparticiones gubernamentales someterán a consideración de auditores externos la información financiera, agregando con ello confiabilidad y seguridad en los informes entregados al organismo regulador.
El beneficio principal de las NICSP es suministrar información útil para la toma de decisiones y contribuir a la rendición de cuentas de los recursos asignados, incrementando tanto la calidad como el detalle de la información financiera presentada por las entidades del sector público.
En el caso de Chile, se efectuó una adopción indirecta de estas normas, que consistió en emitir una norma nacional que cumple con los requerimientos de las NICSP, pero que también permite agregar y consolidar elementos, avanzando, así, en la calidad, comparabilidad y transparencia de la información contable para los usuarios internos y externos y, además, propender a una mejor rendición de cuentas.
Esta nueva normativa constituye un marco de aplicación obligatoria para las entidades del sector público. Por esta razón, cuando existen dudas respecto a cómo contabilizar determinados hechos económicos o, en general, aplicar la normativa, la Contraloría General de la República resolverá en definitiva, para cuyo efecto puede actuar de oficio o a petición de los interesados.
El proceso de conversión es un cambio profundo y cultural; que no se trata sólo de presentar un juego de estados financieros a otra norma, dado que representa mucho más que un cambio de las reglas contables.
Por lo tanto, la conversión a las NICSP implica introducir una nueva forma de medir y de presentar las operaciones de una entidad del sector público que trasciende lo contable ya que podría involucrar actualizaciones de procesos, tecnología, capacitación del personal, entre otros, de diferentes departamentos de una entidad.
El proceso en general no está exento de complejidades que varían de acuerdo al tipo de entidad pública, ya que la aplicación de este marco normativo contable depende en gran medida de las características de las transacciones que estas lleven a cabo.
Uno de los mayores desafíos del proceso de convergencia es el tratamiento contable de los bienes de uso del Estado administrados por las entidades públicas que surge a propósito de la ingente cantidad de recursos físicos de carácter público que deberán ser inventariados y valorizados. Asimismo, la adopción del criterio de devengo representa un importante desafío para aquellas reparticiones que acostumbran a utilizar un criterio en base caja.
Las entidades estratégicas tendrán un desafío mayor, proveniente del largo alcance de las nuevas normas en lo relativo a activos históricos especializados y de difícil medición y, en algunos, casos se requerirán especialistas.
Serán necesarias, además, revelaciones entre entidades relacionadas, las nuevas valoraciones a valor justo y la existencia de diversas dinámicas que generan un interesante desafío, debido a que hay todo tipo de entidades del sector público.