La subsecretaria de Telecomunicaciones, Pamela Gidi Masías, está haciendo sus primeras armas en la política. Y ha mostrado ser una persona de armas tomar.
Se espera que, mañana o pasado, la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) dé a conocer los cargos de accesos móviles, un hito que los operadores esperan con incertidumbre. Es que tales cobros son el peaje que se pagan entre las compañías móviles cuando sus usuarios usan la red de otra empresa. Ejemplo: si un cliente Movistar llama a uno de Entel, Movistar le tiene que pagar a Entel $ 8,7 por minuto.
La Subtel propone una rebaja para que queden en $ 1,4 el minuto, dado que hoy no se justificaría que un minuto de voz cueste más caro que enviar un audio de WhatsApp. Gidi ha indicado que busca favorecer la competencia y darles más espacio a los operadores más pequeños para competir en ofertas y precios.
Una nueva tensión que se suma a varias que ya ha enfrentado Pamela Gidi con las firmas de telefonía. La industria se judicializó a raíz de la decisión de Subtel de congelar la explotación de la banda 3,5 GHz, a lo que se sumó el fallo sobre los 700 MHz de la Corte Suprema, que puso en duda la cantidad de espectro que deben acumular las compañías. Ante estos problemas, Gidi denunció en una entrevista a PULSO Domingo que las compañías de telecomunicaciones estaban haciendo un "lobby feroz". Y ardió Troya.
Nexos políticos y redes transnacionales
Durante las primarias de Chile Vamos para elegir a sus candidatos a la última elección presidencial, Gidi manifestó su interés de ser parte de Evópoli y envió su currículum. En enero de 2018 se introdujo más en el partido y ese mismo mes surgió como posible carta para ser subsecretaria de Telecomunicaciones.
La propuesta llegó a Gloria Hutt, militante en la misma colectividad, quien se perfilaba como nueva ministra de Transportes y Telecomunicaciones. Ella analizó todas las propuestas y su principal criterio de selección fue que la persona que ocupara el puesto fuera idónea al cargo y que tuviera independencia frente a las compañías que iría a regular.
Así, descartó en el camino a Pelayo Covarrubias, quien encabeza la Fundación País Digital, donde firmas de telecomunicaciones son las principales financistas, y a Katherine Martorell, actual subsecretaria de Prevención del Delito y que trabajó como directora de sustentabilidad y comunidades en Entel entre 2015 y 2017.
Se preveía que a partir de 2018 vendrían negociaciones de tarifas con las empresas de telecomunicaciones y la independencia era clave a la hora de elegir subsecretario.
Ahí surgió con fuerza el nombre de Pamela Gidi, quien tenía experiencia en distintas negociaciones de tarifas con gigantes como Warner cuando era gerenta para América Latina de DirectTV. "Ella siempre lleva las negociaciones al límite. Sabe hasta dónde llegar para que la cosa no explote, pero aun así pone la discusión áspera", dice un conocedor.
Distintas personas que se enteraron del proceso aseguran que Hutt optó por Gidi sin dudarlo, ya que habló hasta con los antiguos accionistas norteamericanos de DirectTV para tener referencias y destacaron a la actual subsecretaria, quien también trabajó en otras firmas internacionales, como Ford, The Walt Disney Company, J.C. Penny y Unilever.
Además de regular a las compañías móviles, la subsecretaria tiene otro gran mandato: cerrar la brecha digital del país -donde cuatro de cinco hogares no tienen internet y 200 comunas no cuentan con banda ancha- y avanzar en la iniciativa de una carretera de unos 24 mil kilómetros de fibra óptica que venga desde Asia para expandir redes en todo Chile. También tiene la misión de implementar la tecnología 5G y la TV digital.
Mujer de hierro
Quienes conocen a esta mujer de sangre palestina y que se dice amante de la meritocracia y la diversidad aseguran que "es de sonrisa fácil, no es cálida o tan afable, pero es recta, proba, directa y confiable. No dice 'sí, veámoslo más adelante. Inmediatamente responde sí o no y deja claro qué se puede negociar y qué no'". Otros agregan que "es exigente con sus equipos, impaciente, muy profesional y analítica".
Una alta fuente de la industria de telefonía móvil la tilda de "altamente conflictiva", ejemplificando que en 2018, a pocos meses de trabajar con ella, renunciaron a la Subtel al menos tres funcionarios de peso: dos jefes de la división de política regulatoria y el jefe de fiscalización.
Puede que las características que observan los demás de ella tengan respuesta en cómo Gidi ha forjado su camino. Esta exestudiante de Medicina de la Universidad de Chile, que se cambió a Ingeniería Comercial porque en su tiempo la facultad estaba con muchos paros y siempre privilegió estudiar, superó un cáncer de tiroides en 2010 y un infarto cerebral que la tuvo en estado vegetal en 2014. Tuvo que aprender a hablar y expresarse nuevamente. Es que no es fácil ganarle a Gidi.