Se va el 2018, con cierta infundada sensación de "gusto a poco" en términos de desempeño económico. Se habla de lentitud en la actividad y de poco dinamismo en el empleo. Pero, ¿en qué se apoya esto?
Por el lado del crecimiento económico, el reciente Ipom del Banco Central estima para este año un crecimiento de 4%. Es bueno recordar que esta cifra supera ampliamente al crecimiento de los últimos cuatro años (1,7% promedio), así como también a lo que arrojaba la Encuesta de Expectativas Económicas (del BC) hace solo un año (diciembre 2017), cuando se esperaba que la economía creciera 3% en 2018, expectativas que fueron subiendo sostenidamente durante este año, para ubicarse en 4%.
Este crecimiento ha sido liderado por la recuperación de la inversión que, tras caer por cuatro años, crece a tasas del 7% en los últimos dos trimestres. Probablemente, esta sensación de "gusto a poco" se ha visto influida por la desaceleración del crecimiento del PIB del tercer trimestre.
Pues bien, aunque esta desaceleración fue algo anunciado, ciertos factores puntuales transitorios generaron un ajuste algo mayor. Sin embargo, ya se registra un crecimiento del PIB acumulado efectivo a octubre de 4,2%, por lo que hay espacio suficiente para un cierre de año en 4%.
En cuanto a los índices de percepciones tanto empresariales como de los consumidores (IMCE e IPEC), éstos se recuperaron durante el 2018 y superan sus promedios históricos, aun cuando se observe un retroceso en lo más reciente.
Además, si comparamos el desempeño de nuestra economía respecto de otros países, Chile volvió a crecer a una tasa más alta que la del mundo, al tiempo que las proyecciones de crecimiento que periódicamente realiza el Fondo Monetario Internacional (FMI), se fueron revisando sistemáticamente al alza en nuestro caso, a diferencia del resto del mundo.
Por el lado del mercado laboral, se ha observado que tanto la tasa de desempleo como los índices de salarios no han evolucionado como se habría esperado, dada la recuperación económica. Esto motivó una revisión exhaustiva de las cifras.
Por una parte, el INE comenzó a mediados de año a realizar un trabajo periódico con un grupo de expertos en mercado laboral, donde se está discutiendo la actualización de la encuesta de empleo (que aún toma como base el Censo de 2002).
Al poco tiempo, el BCCh publicó en los últimos dos Ipom interesante información, donde se analiza la situación del mercado laboral tomando en cuenta cifras anexas a las de la encuesta de empleo del INE (información administrativa, flujos migratorios), a partir de la cual se deduce que existe un mayor dinamismo del empleo.
De acuerdo con el propio BCCh, el crecimiento del empleo sería entre uno y dos puntos porcentuales superior a lo que muestran las cifras oficiales. Al mismo tiempo, se ve en las cifras oficiales un incremento de la calidad del empleo: durante el 2018 la creación de empleo asalariado privado ha aumentado en 55%, luego de caer 12% en 2017.
Finalmente, los índices de remuneraciones también fueron rectificados por el INE, los que igualmente muestran un dinamismo mayor. Entonces ¿De dónde viene esta baja en los ánimos?... al menos del desempeño económico del año que se va, no.