La primera mirada que se hace mes a mes cuando el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) publica las cifras del mercado laboral es la creación de puestos de trabajo, si estos son formales o informales y si la tasa de desempleo subió o bajo. En el último año se generaron 286 mil nuevos empleos, pero el 61% de ellos es informal. Y la tasa de desocupación bajó a 8,3% en el trimestre abril–junio de este año.
Sin embargo, al hacer un zoom en otras variables se puede abordar distintas determinantes que permiten explicar de una manera más completa la situación actual del mercado laboral. Una de esas es el desempleo de larga duración, que alude a las personas desempleadas que llevan 1 año o más buscando trabajo sin poder encontrarlo.
De acuerdo a un informe del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCDE-UDP), quienes están en esa situación totalizaron 120.800 personas al trimestre abril-junio, registrando un alza de 28,5% (26.757) versus igual lapso de 2023. Se trata del mayor incremento desde agosto-octubre 2021, es decir, hace dos años y medio. Asimismo, con este resultado, los desocupados en desempleo de larga duración ya muestran 12 meses consecutivos de aumentos anuales.
Pero además se observa una aceleración respecto a los meses previos, ya que en el reporte del trimestre móvil anterior el alza anual era de 19.730 personas, hace dos reportes de 16.624 y hace tres reportes de 14.514.
Otro dato que entrega el informe es que el porcentaje de los desocupados que está en desempleo de larga duración alcanzó el 14,9% al trimestre abril-junio.
Esa cifra se compara con los desocupados que llevan en este estatus por tres meses o menos, que han caído en 4.687 personas contra abril-junio del año pasado. Mientras, el segmento de desocupados que lleva buscando trabajo entre 4 a 5 meses ha disminuido en 10.751 en el último año, y los que llevan buscando trabajo entre 6 a 11 meses han caído en 7.109 respecto al mismo periodo de 2023.
El director del OCEC-UDP, Juan Bravo, explica por qué es importante considerar esta variable. Lo primero que menciona es que “no sólo importa analizar la evolución del desempleo, sino que es importante descomponerlo según el tiempo que los desocupados llevan buscando trabajo, ya que los efectos negativos del desempleo dependen de su duración”.
Por ejemplo, detalla Bravo, “en periodos cortos de desempleo es más probable contar con mecanismos de alivio transitorio ante la caída de ingresos del trabajo y suelen tener un impacto bajo en cuanto a depreciar el capital humano de la persona, generar efectos perniciosos sobre la salud o en inducir a las personas a conductas socialmente indeseables”.
En cambio, plantea, “periodos largos de desempleo es una causa principal de pobreza,debido a que esta situación lleva a empeorar las perspectivas futuras de empleo y, a su vez, reduce los ingresos de las personas”.
Mujeres y mayores de 50 años
Según el reporte, el alza anual de desocupados en desempleo de larga duración al trimestre abril-junio se concentró en mujeres, en donde las desocupadas que llevan un año o más buscando trabajo aumentaron en 18.111. Asimismo, se muestra que la duración promedio del desempleo entre mujeres desocupadas pasó de 4,8 meses a 6,1 meses en el último año, mientras que, en el caso de los hombres desocupados, dicha cifra aumentó desde 5,3 a 6,2 meses.
Otra característica es que aumentó más en personas con educación secundaria completa, con un incremento de 20.165 en el grupo dicho nivel educacional. Por su parte, en los que cuentan con educación superior completa subieron en 6.299 personas en el último año.
El análisis también muestra que el aumento anual de este tipo de desempleo se concentra en personas de nacionalidad chilena, segmento en el cual se registra un alza de 27.819 desocupados buscando trabajo por un año o más. En cambio, los desocupados extranjeros en esta categoría cayeron en 1.062 en el último año.
Por edad, el informe detalla que el incremento anual en este tipo de desempleo se da mayormente en personas de 35 a 49 años, con un aumento de 10.197, y entre personas de 50 años y más con 9.064.
Otra variable que mide este reporte son los meses que las personas demoran en encontrar un empleo. Y ahí sobresalen por su alza las personas mayores de 50 años, que al trimestre abril-junio llevaban en promedio 9 meses buscando trabajo, cifra superior a los 7,1 meses de hace un año. Además, es superior a los 6,8 meses del segmento de desocupados de 35 a 49 años y mucho mayor a los 4,7 meses registrados entre los desocupados de 25 a 34 años y los 4 meses entre los desocupados de 15 a 24 años.
“Este es uno de los mayores problemas que enfrentan en materia laboral las personas de 50 años y más, pues una vez que entran en el desempleo es muy difícil salir de dicho estatus”, sostiene Bravo. En ese sentido, el economista dice que “esto da cuenta de las mayores dificultades estructurales de inserción laboral que enfrenta el segmento de 50 años y más, y que no han sido abordadas adecuadamente a través de la política pública, lo que es particularmente grave en el contexto actual de acelerado envejecimiento de la población”.