El mercado laboral chileno mostró en el trimestre móvil diciembre-febrero síntomas de una mayor presión, según el reporte del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Esto se reflejó primero en que la tasa de desempleo subió a 8,4%, anotando su cuarta alza consecutiva, en un escenario en el que además la creación de nuevos puestos de trabajo se sigue desacelerando. Este es además su mayor nivel desde septiembre de 2021.
En términos generales, en el trimestre móvil diciembre-febrero los ocupados llegaron a 9.030.160 personas, su mayor número desde febrero de 2020, justo previo a la pandemia del Covid-19. Sin embargo, este número implica un aumento en el empleo de solo 3%, el alza más acotada desde abril de 2021, cuando aún el país estaba en medio de cuarentenas. Mientras, la fuerza de trabajo creció 4% en 12 meses.
Con todo, en términos desestacionalizados, en relación al trimestre inmediatamente anterior, se crearon 38.072 puestos de trabajo, según cálculos del INE, lo que constituye la mayor alza mes contra mes desde mayo del año pasado.
La diferencia, y que está haciendo que las tasas de desocupación comiencen a mostrar de manera más realista lo que está pasando en el mercado del trabajo, es que la participación laboral ha ido volviendo a niveles previos a la pandemia, aunque aún le queda camino por recorrer. Así, en febrero la tasa de participación (porcentaje de personas en la fuerza de trabajo en relación a las personas en edad de trabajar) alcanzó a 60,9%, su nivel más alto desde marzo de 2020, cuando fue de 62,5%.
Una situación similar se evidencia con la tasa de ocupación (porcentaje de ocupados en relación a las personas en edad de trabajar), que llegó a 55,8%, mismo nivel que en enero, y ambos los más altos también desde marzo de 2020, justo cuando la pandemia comenzó a golpear al país con toda su fuerza.
Según sector económico, el aumento del empleo fue influido por alojamiento y servicio de comidas (12,6%), actividades de salud (7,6%) y agricultura y pesca (6,0%). Mientras que, por categoría ocupacional, el alza se observó en personas asalariadas formales (3,1%) y trabajadoras por cuenta propia (2,6%). De hecho, la tasa de informalidad se mantuvo en 27,3%, la misma que se registró el mes anterior.
Por sexo, la tasa de desocupación masculina alcanzó un 7,9%, creciendo 1 punto porcentual (pp) en un año, a raíz del alza de 2,8% de la fuerza de trabajo, mayor a la de 1,7% registrada por los hombres ocupados, señala el informe del INE. Al mismo tiempo, los desocupados aumentaron 16,8%, incididos únicamente por cesantes (19,0%).
Mientras, la tasa de desocupación femenina alcanzó 9%, aumentando 0,7 pp. en el período, producto del ascenso de 5,6% de la fuerza de trabajo, mayor al de 4,7% registrado por las mujeres ocupadas. Al mismo tiempo, las desocupadas subieron 15%, incididas por las cesantes (+14,3%) y aquellas que buscan trabajo por primera vez (+21,1%).
Desde el gobierno, el ministro de Hacienda, Mario Marcel destacó que “hay más gente que tiene interés en volver al mercado del trabajo y tenemos que preocuparnos de que la economía siga teniendo la capacidad de absorberlos”. Asimismo, agregó que “nos parece que las cosas van en la dirección correcta y creo que, aun cuando todas esas personas que aún están entrando todavía no encuentran ocupación, en la medida que la economía se vaya recuperando, esas oportunidades van a ir apareciendo”, agregó el ministro.
Poca oferta y alta demanda
Juan Bravo, director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP) , sostiene que “el deterioro del mercado laboral se está manifestando en 3 elementos: en un alza relevante de la tasa de desempleo respecto al mismo periodo del año anterior, en una desaceleración de la creación anual de empleo y un cambio de composición de la creación de empleo, donde se desacelera bruscamente la generación de empleo asalariado formal en el sector privado y, en cambio, se acelera fuertemente la creación de empleo asalariado público y vuelve a aumentar el empleo por cuenta propia”.
Una variable que anticipa lo que está sucediendo con el mercado laboral es que las vacantes que se ofrecen no están siendo capaces de absorber la mayor demanda por empleo. De hecho, en febrero de 2023 las vacantes reflejaron una caída de 55,8% en comparación al mismo mes del año pasado. Esta es la mayor caída desde al menos 2020 y es el menor número desde septiembre de ese mismo año.
“Las vacantes laborales no están cubriendo la demanda de postulantes. En marzo, en nuestra plataforma tuvimos un alza de 24% en las postulaciones respecto a febrero, mientras que los puestos de trabajo ofrecidos se mantienen a la baja, principalmente en industrias como el transporte, la construcción y la industria manufacturera”, afirma Ramón Rodriguez, gerente general de Trabajando.com.
Bravo asevera que “los ritmos de creación de empleo no son lo suficientemente dinámicos para absorber a todas las personas que se están incorporando a la fuerza laboral, lo que se traduce en un alza de la tasa de desempleo”, dice el economista. En ese sentido, añade que “cuando hay menor producción disminuye la necesidad de contratar personal, lo que se traduce en menores ritmos de creación de empleo, y el desplome de las vacantes es un síntoma de aquello”.
Pero otro indicador que refleja síntomas de estrés es que los ocupados informales extranjeros llegaron a su mayor nivel desde que hay registro, alcanzando a 32%, lo que equivale a 320 mil personas. En tanto, los ocupados totales volvieron a acercarse al millón, puesto que en este período sumaron 996 mil. En el trimestre febrero-abril de 2022 registraron un máximo de 1.010.000 personas.
Actualmente, la población extranjera que reside habitualmente en Chile alcanza los 1.482.390 personas.
¿Cuál es la perspectiva?
La pregunta ahora es cómo evolucionará el mercado del trabajo los próximos meses dado el escenario de desaceleración que enfrentará la economía. Y aquí las expectativas están puestas en que la tasa de desempleo seguirá presionada, con una menor creación de empleo y mayor demanda por puestos de trabajo, sin embargo, por ahora, los economistas prevén que la tasa de desempleo ni superará el 10%.
Para Rodríguez “el desempleo seguirá siendo un tema complejo durante este año. Esperamos que las cifras no superen los dos dígitos, pero dependerá de cómo vaya evolucionando la situación económica de nuestro país, para que las empresas logren estabilizarse y puedan retomar la confianza, que generará nuevos proyectos de inversión y más empleo”.
Mientras que para Bravo “la tasa de desempleo se ubicará en un rango entre 9% a 10% hacia el segundo trimestre de este año, tanto por el deterioro de la actividad económica como por el fin de la estacionalidad positiva asociada a la época estival”. Sin embargo, acota que “es importante recordar que la contracción económica será moderada y mucho menor a la de 2020, por lo que el deterioro del mercado laboral también será significativamente menor al observado durante la crisis sanitaria”.