Desempleo y la pobreza: la otra cara de la pandemia
La implementación de medidas para contener el avance de la pandemia COVID-19 en Chile y en el mundo ha incluido, correctamente, la instalación de estrategias de distanciamiento social y cuarentenas, las que, como consecuencia, están generando importantes impactos en la economía.
Las proyecciones apuntan a una recesión en Chile y a nivel internacional de gran magnitud en los próximos meses. En este contexto, las empresas de todos los tamaños y sectores, así como los trabajadores independientes, están enfrentando significativas caídas en sus ventas e ingresos.
Todo indica también que esta crisis aumentará la pobreza y acentuará las brechas en nuestra sociedad. El desempleo afecta de manera más fuerte a los más vulnerables. En 2017 (Casen), si bien la tasa de desempleo general era de 7,8%, en el 10% más pobre esta ascendía a 29%. Al mismo tiempo, esta crisis sanitaria golpea más fuerte a quienes tienen un peor estado de salud y este fenómeno también es mucho más prevalente en el grupo de menores ingresos.
En un mundo de enclaustramiento, teletrabajo y clases dentro del hogar, debe recordarse que, tal como muestra la investigación para Chile y otros países, la desigualdad se genera y cimienta en los primeros 5 años de vida, al interior de los hogares en que cada niño o niña nació. A esa edad, antes de entrar a la escuela, la desigualdad en habilidades ya es similar a la observada posteriormente en 4º básico en el Simce. ¿Qué es esperable que ocurra con esta crisis? El estrés de esta sobre las familias es significativo y, lamentablemente, nuestros niños y niñas son las víctimas silenciosas, especialmente en los hogares con menores recursos. Este es el mecanismo por el cual una crisis puede acentuar las brechas no solo en el presente, sino que también hacia adelante.
Por lo tanto, tal como el objetivo de las medidas sanitarias ha sido tratar de aplanar la curva de contagios, en el caso de las medidas económicas su implementación oportuna y significativa es crucial para "aplanar" la curva del desempleo, la pobreza y los efectos negativos de la recesión inducida por la pandemia, tanto actuales como futuros.
Las alertas sobre un impacto con pocos precedentes sobre el empleo se han manifestado ya en Estados Unidos. En dicho país, en las últimas 6 semanas, más de 30 millones de personas han solicitado beneficios en el seguro de desempleo, una magnitud casi cercana al 20% de la fuerza laboral.
No obstante su relevancia, en los meses que vienen, la información que se tendrá sobre el mercado laboral y los ingresos será escasa y llegará con rezago. Por ejemplo, si se considera el mes de abril de 2020 como un punto de quiebre en los datos laborales, los datos de empleo del INE recién los reportarían de manera completa hacia fines de junio. Sin embargo, debido a que este dato se recolecta por medio de encuestas presenciales, la tasa de respuesta ha caído fuertemente y, con ella, la calidad de esta información por cuanto no se habrá podido realizar trabajo de terreno presencial en gran parte del país. Asimismo, no será posible contar con datos de ingresos de las personas y los hogares sino hasta 2021, para cuando se tendrían los resultados de las Encuestas Casen y Suplementaria de Ingresos.
El INE informó una tasa de desempleo de 8,2% y cerca de un 6% de la fuerza de trabajo fue incluida en pactos de suspensión laboral de acuerdo a los datos entregados recientemente por la autoridad. La falta de información oportuna y adecuada puede comprometer el éxito de las políticas que el país está implementando.
Dos buenas noticias ayudarán a contar con información en tiempo real sobre el mercado laboral.
La primera, el hecho que la Ministra del Trabajo esté entregando los datos de las solicitudes del seguro de cesantía con frecuencia semanal, así como también esté informando con la misma frecuencia el número de empresas y trabajadores acogidos en la Ley de Protección del Empleo. Queda pendiente que los datos de terminaciones de contrato de trabajo de la Dirección del Trabajo puedan ser entregados de forma semanal y con consistencia en el tiempo.
Otra noticia que ayudará a que el país pueda navegar con datos de empleo en tiempo real es una nueva encuesta longitudinal, rigurosa y representativa a nivel nacional, que entregaremos en la U.Católica en 10 días más y que mostrará la situación del mercado laboral de la semana que acaba de terminar.
*Director Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales, U.Católica.
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