El desempleo en Chile anotó su duodécima alza consecutiva en doce meses, según reportó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). La cifra de desocupados creció 0,9 puntos porcentuales (pp.) en un año debido a que el alza de la fuerza de trabajo (3,1%) fue mayor a la presentada por las personas ocupadas (2,1%).
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En este contexto, de acuerdo al INE, la tasa de desocupación en Chile durante el trimestre agosto-octubre de 2023 se ubicó en 8,9% (equivalente a 882 mil personas, mismo número que el trimestre inmediatamente anterior). Esto equivale a un alza de 0,9 puntos porcentuales (pp.) en doce meses.
Sobre la situación de nuevos empleos, el reporte muestra que en el trimestre agosto-octubre se crearon 183.666 puestos de trabajo en 12 meses. Por género, los nuevos ocupados se concentran en las mujeres, ya que el 93% (171.135) de los nuevos puestos fueron para este grupo versus un 6,8% (12.531) para los hombres, según datos del INE.
Según categoría ocupacional, el ascenso de la población ocupada (2,1%) fue liderada por personas asalariadas formales (3,0%), trabajadoras por cuenta propia (0,9%) y empleadoras (3,2%). El principal retroceso se produjo en personal de servicio doméstico (-6,8%)
En el detalle por categoría ocupacional, esta alza el empleo asalariado público lideró con un incremento de 7,7%, lo que se traduce en 85.293 nuevas plazas laborales en un año, lo que equivale al 46,4% de todos los empleos que se crearon en este período. Es, además, la mayor alza desde el trimestre enero-marzo de 2023. En suma, al trimestre terminado en octubre hay 1.194,881 trabajadores públicos. El empleo asalariado privado creció 1,7% totalizando 87.691 nuevas plazas.
Tanto en las mujeres (4,6%) como en los hombres (0,2%) el avance fue liderado por personas asalariadas formales, con variaciones de 5,6% y 1,2%, respectivamente.
El director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), Juan Bravo, sostuvo que “el 46,4% de la creación anual de empleo provino del empleo asalariado en el sector público, por lo que este tipo de empleos sigue siendo una fuente muy relevante en la generación anual de puestos de trabajo”. En ese sentido, menciona que “el hecho de que el empleo asalariado en el sector público tenga un rol tan protagónico en la creación de empleo da cuenta de que la generación de empleo asalariado formal del sector privado aún sigue bastante golpeada por el debilitamiento de la actividad económica”.
En detalle, el INE explicó que, las personas desocupadas aumentaron 15,0%, incididas por quienes se encontraban cesantes (15,6%) y por quienes buscan trabajo por primera vez (7,7%).
Además, la entidad resaltó que, respecto al año anterior, las tasas de participación y de ocupación volvieron a aumentar y se situaron en 61,1% y 55,6%, creciendo 1,3 pp. y 0,6 pp., respectivamente. Por otro lado, la población fuera de la fuerza de trabajo disminuyó 2,3%.
Por otro lado, el reporte del INE resaltó que, en doce meses, las personas ocupadas experimentaron un alza de 2,1%, incidida tanto por las mujeres (4,6%) como por los hombres (0,2%).
Perspectivas
Para los próximos trimestres, los economistas esperan una mantención de la tasa de desempleo en niveles similares a los actuales. En ese escenario esperan que a medida que la economía comience a mostrar cifras azules podría comenzar a reducirse los niveles de desocupación.
En el Departamento de Estudios de Coopeuch se prevé que para el próximo trimestre móvil la tasa de desempleo se mantendría en 8,9%. “La debilidad de la demanda, junto con el retorno de los inactivos a la fuerza laboral, son dos factores que contribuirán a mantener la tasa de desocupación en niveles elevados en los próximos meses”, indican.
Mientras que Arturo Claro, economista de Econsult sostiene que “es de esperar que ya en el 2024 el mercado laboral comience a mostrar más dinamismo a medida que economía comienza a repuntar con baja en las tasas de interés y recuperación de las confianzas, pero su deterioro es muy profundo y se necesitan diseño de políticas públicas específicas para recién recuperarlo a niveles pre-pandemia”.
Y Bravo puntualiza que “el importante incremento de los desempleados y el fuerte aumento de ocupados que buscan otro empleo implica un importante incremento de la presión laboral que tiene consecuencias sobre el mercado laboral y repercute sobre su velocidad de recuperación”.
Por ello, afirma que “este importante aumento de la presión laboral en conjunto con perspectivas de bajo crecimiento para 2024 refuerza una visión de recuperación lenta del mercado laboral”.
Por lo mismo, argumenta que estas cifras relevan “la importancia primordial de estimular el crecimiento económico, pues un aumento de la presión laboral impone, en definitiva, una exigencia mayor en cuanto a la generación de empleos de buena calidad”.