La mayor filtración de tarjetas de crédito y débito nacionales que se conoce hasta el momento. Eso fue lo que reportó Redbanc -de propiedad de los bancos- a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), ya que le robaron información de 41.593 tarjetas de crédito y débito de 13 instituciones bancarias y no bancarias, aunque en total sólo habrían sido 82 plásticos los que registraron operaciones fraudulentas.
Pese a que desde el año pasado se han producido distintas filtraciones de tarjetas (la mayor fue de unos 14.000 plásticos), la de esta vez no es como las demás, no sólo por la magnitud, sino que también por el modus operandi, ya que Redbanc está investigando a uno de sus proveedores por el robo de esta información. Es más, la policía ya detuvo a un sospechoso.
De hecho, este tema "está en proceso de investigación por el OS9 de Carabineros de Chile bajo la conducción del Ministerio Público", señaló Redbanc. En esta línea, agregaron que presentarán una querella contra quienes resulten responsables de este ilícito.
"A raíz de una investigación policial en la cual estamos colaborando, detectamos que hemos sido objeto de la extracción no autorizada de información parcial relativa a un número acotado de tarjetas, con algunas de las cuales se habría intentado realizar operaciones fraudulentas", señaló Redbanc.
Luego de ser consultada, la CMF envió un comunicado donde señaló que las instituciones ya procedieron a bloquear preventivamente las tarjetas y a comunicarse con los clientes afectados. "La CMF continúa monitoreando la situación y supervisando que se adopten todas las medidas necesarias para resguardar a los clientes", detalló el regulador.
Con todo, fue hace más de una semana cuando los bancos empezaron a reportar operaciones sospechosas a Redbanc.
Banco de Chile aclaró que hubo un universo de 8.972 tarjetas potencialmente afectadas entre sus clientes, pero los plásticos fueron bloqueados y los clientes fueron contactados para reponer las tarjetas. Scotiabank, en tanto, también informó que bloqueó preventivamente las tarjetas que podrían haberse visto afectadas, al igual que Banco Falabella, que comunicó que fueron implicadas 5.974 tarjetas de débito, 79 tarjetas CMR Falabella y siete tarjetas de crédito Banco Falabella.
La extracción de datos ocurre en momentos en que el Congreso discute un proyecto que responsabiliza a la banca frente a fraude con tarjetas. De hecho, hoy está citado el presidente de la CMF, Joaquín Cortez, para hablar en la Comisión de Economía de la instancia que lleva el tema.
Por otro lado, aunque aún no se conocen los detalles del robo de información y cómo ocurrió, la filtración ocurre en momentos en que el puesto del zar de ciberseguridad está vacante. Sin ir más lejos, el diputado Giorgio Jackson (FA), escribió ayer en su cuenta de Twitter: "En noviembre de 2018 el gobierno removió al encargado nacional de ciberseguridad, Jorge Atton, para nombrarlo como intendente de La Araucanía. Hace más de dos meses le consultamos al gobierno cuál era su reemplazo y aún no tenemos respuesta".
Juan Pablo González, jefe del Departamento OS9, expresó que "efectivamente están investigando la sustracción a tarjetas de crédito, principalmente, de entidades bancarias y no bancarias, y a la vez esta investigación radica en un proceso de indagaciones permanentes que hemos efectuado debido a otros procedimientos de personas que han sido sorprendidas con un uso fraudulento de tarjetas bancarias. Y es así que esto permitió identificar que había determinada información que estaría vinculada a una sustracción de datos desde la misma entidad".
Además, González agregó que "se logró establecer mediante un ingreso a un domicilio que había información almacenada en un dispositivo y esto radicaba en una persona que hoy está identificada, cuyos antecedentes fueron puestos a disposición de la Fiscalía y por su intermedio al Tribunal de Garantía hallándose esta persona con orden de detención pendiente por uso fraudulento de información relativa a entidades bancarias".