Deutsche Bank AG está realizando una investigación interna sobre la medida en que el personal utilizó canales de mensajería privada como WhatsApp, en medio de una ofensiva de los reguladores estadounidenses a los bancos que no almacenan las comunicaciones relacionadas con la empresa.
Muchos altos ejecutivos han recurrido durante mucho tiempo a los servicios de mensajería de los teléfonos inteligentes para comunicarse entre sí, con los clientes y con otras partes interesadas, dijeron personas familiarizadas con el asunto. Esos intercambios de comunicación forman parte de una investigación interna que inició el banco alemán para determinar si las comunicaciones del personal cumplían con las políticas de la empresa y la regulación bancaria, dijeron las personas que pidieron no ser identificadas por tratarse de información privada.
Un portavoz de Deutsche Bank declinó hacer comentarios.
Deutsche Bank y la industria en su conjunto han estado en alerta máxima después de que los supervisores financieros de Estados Unidos impusieran en diciembre una multa de US$200 millones a su rival de Wall Street JPMorgan Chase & Co. por no cumplir con las normas que obligan a los prestamistas a mantener registros de los mensajes del personal para el escrutinio de los reguladores. Desde entonces, HSBC Holdings Plc, Goldman Sachs Group Inc. y Citigroup Inc. también han dicho que están incluidos en la investigación que abarca a toda la industria.
Hace décadas que los bancos están obligados a supervisar de cerca y guardar las comunicaciones comerciales de sus empleados, pero la proliferación de la tecnología móvil y las aplicaciones de mensajería ha complicado la tarea.
La investigación interna de Deutsche Bank se produce en medio de crecientes señales de que el banco ha tomado medidas drásticas contra el uso de las comunicaciones privadas de sus empleados. En enero, el director ejecutivo, Christian Sewing, anunció una investigación sobre la utilización de cuentas de correo electrónico privadas, y poco después emitió un memorando interno en el que advertía al personal que no debía borrar los mensajes de trabajo enviados a través de canales privados, según informó Bloomberg. El banco también está trabajando en una nueva solución para mejorar el almacenamiento de los mensajes de WhatsApp en los teléfonos de la empresa.
El banco ya ofrece un software que permite al personal utilizar las aplicaciones de mensajería de una manera que cumple con la normativa, por lo que el uso de estas plataformas no es por sí solo una prueba de incumplimiento de la norma.
El problema de las comunicaciones se suma a una lista de dolores de cabeza legales y regulatorios a los que todavía se enfrenta Sewing, a pesar de un esfuerzo de años para arreglar los controles del banco y mejorar las relaciones con los supervisores bancarios en Europa y EE.UU. Entre otras cosas, Deutsche Bank ha sido criticado por la Reserva Federal y el organismo de control financiero alemán BaFin por sus insuficientes procedimientos contra el lavado de dinero, su unidad de gestión de activos DWS enfrenta acusaciones de que exageró sus esfuerzos de sostenibilidad, y la división de banca de inversión está luchando contra una demanda por venta indebida de derivados de divisas.