La contaminación por plásticos se ha convertido en uno de los problemas ambientales más preocupantes. En Chile, donde se generan cerca de 990.000 toneladas al año, de las cuales se recicla sólo un 8,5% y el resto termina contaminando campos y océanos. Pero existen algunas iniciativas de empresas para superar el desafío ocasionado por estos residuos.

Una de las principales pioneras en este propósito es Algramo, fundada y dirigida por José Manuel Möller, que usa una tecnología que consiste en utilizar envases inteligentes recargables –con un chip en su interior– para gestionar futuras recargas. “Hemos enfrentado varios desafíos según la etapa en la que nos encontramos. Diría que la actual tiene que ver en cómo movilizar a las grandes empresas que generan los residuos a que incorporen soluciones de reutilización y cómo nuestra oferta se puede incorporar dentro de la logística y la lógica de negocio actual de estas grandes compañías”, dijo Möller a Pulso La Tercera en el contexto del Día Mundial del Medio Ambiente este miércoles, 5 de junio.

Para él lo primero que debería cambiar respecto a la forma de gestionar el plástico es aceptar que existe una problemática y evaluar cómo cada negocio contribuye en esto. Según el emprendedor, se hace necesario estar dispuesto a ejecutar acciones, ya sea compartiendo información y haciendo pública la situación de la empresa, así como cuáles son las soluciones propuestas, ya sean ambiciosas o no.

Por último, explica que se hace menester ser proactivo y no esperar a que la normativa obligue a efectuar modificaciones. “Hoy, la regulación, sobre todo en el contexto del Plastic Treaty, va a obligar a muchos negocios a tomar acciones. Hay una oportunidad para que las empresas sean first mover, no solamente tendrán mejor reputación y serán premiados por el consumidor, sino que también tendrán un mejor know-how y ganarán espacio en el mercado de las soluciones para el plástico”, señaló.

Desde Sodimac, que forma parte del Pacto Chileno de los Plásticos, impulsan distintas iniciativas para fomentar la reducción, reutilización y reciclaje, y contribuir a transitar desde una economía lineal a una circular. “Este es un desafío que nos debe convocar a todos, porque la cultura del desecho está dañando los ecosistemas con residuos de manera insostenible″, señaló Cristián Riffo, jefe de medioambiente de Sodimac.

El ejecutivo indicó que en la compañía cuentan con más de 6.700 artículos sostenibles diferentes, entre los que se encuentran aquellos elaborados con material reciclado, reutilizando el plástico y otros componentes. “Nuestros productos sustentables representan hoy el 14% de nuestra venta y estamos trabajando para que ese porcentaje llegue al 30% a fines de 2026″.

Además, Riffo acotó que desde 2013 trabajan, además, con los proveedores en el cambio de materialidad de envases y embalajes de los productos para que sean reciclables. “El 90% de los empaques de nuestros artículos marca propia son actualmente reciclables y eliminamos el PVC de estos, manteniéndolo solo cuando sea estrictamente indispensable para la seguridad del producto”, agregó.

Hace 13 años, esta empresa fue pionera en el sector privado al crear una Red Nacional de Puntos Limpios, que ya cuenta con 18 centros de acopio y ha recibido más de 4,6 millones de visitas desde su creación, permitiendo reciclar sobre 29 millones de kilos de plástico, celulosa, vidrio y metales.

Plásticos en establecimientos de alimentos

Se estima que unas 23.000 toneladas de plásticos de un solo uso son generadas en establecimientos de consumo de alimentos. Estos desechos se han intentado reducir con la implementación de la Ley 21.368, una normativa que busca regular la entrega de plásticos de un solo uso y las botellas de dicho material. En este sentido, en Maihue, la única empresa de agua con certificación B en Chile, está reduciendo el uso de botellas plásticas. Esto lo ha logrado a través de la implementación de un servicio de dispensadores de agua purificada y remineralizada mediante ósmosis inversa, consiguiendo una disminución del uso de 60 millones de botellas el año pasado.

“Al utilizar el sistema de embotellamiento de agua purificada, los restaurantes pueden evitar el gasto recurrente en botellas de plástico, así como los costos asociados con la gestión de residuos y la logística de transporte de las botellas. Además, al reducir la necesidad de fabricar y transportar botellas de plástico, también se puede reducir la huella de carbono asociada con estas actividades”, comentó Claudio Brinkmann, cofundador y gerente general de Maihue.

En este sentido, Brinkmann valora la implementación de legislaciones en Chile orientadas a generar mayor conciencia en el manejo dado al plástico una vez desechado. “Muchas veces definimos al plástico como un material contaminante, donde la reflexión debe ser que en sí mismo puede ser un material noble a la hora de utilizarlo como contenedor o recipiente de largo plazo. El error está en la conceptualización de que este material, que puede resistir por 100 años en alguno casos, se utiliza como desechable, dejando fuera de vista los resultados contaminantes que generará una vez se encuentre en la naturaleza sin una gestión apropiada”, indicó.