El acuerdo entre Latam Airlines con la empresa estadounidense Delta Air Lines, que además de traducirse en una alianza estratégica, implica el ingreso a la propiedad de esta última; generó ayer un remezón a todo nivel. Esto, luego que se anunciara una Oferta Pública (OPA), a través de la cual Delta -la mayor aerolínea del mundo- adquirirá el 20% de Latam a US$16 por acción, lo que implica un premio cercano al 80%, y un desembolso total de US$1.900 millones.
Ayer, los principales ejecutivos de ambas compañías salieron a responder las dudas de los inversionistas en torno a la operación. Primero, fue el turno del CEO de Delta, Ed Bastian. Tras exponer los principales aspectos del acuerdo, fue consultado sobre si se justificaba el precio que la empresa pagará a Latam por la acción, de US$16, muy por sobre los US$9 que costaba el papel el día del anuncio, aunque ayer ese valor escaló hasta los US$11,8 (ver nota en página siguiente).
Bastian dijo que el precio "lo estamos pagando como inversionista estratega, no como un inversionista financiero. El valor comercial de la relación es crecer con fuerza, y el acceso a la tabla de ingresos, a la cual históricamente no teníamos acceso, es una parte significativa del escenario de retorno". Por otra parte, dijo que "anticipamos que la macro de la región (latinoamericana) está mejorando".
Además, sostuvo que el acuerdo les permitirá seguir creciendo en América Latina y que, por otra parte, estimó que las aprobaciones para participar en la propiedad de Latam demorarán entre 12 y 24 meses.
Respecto a si consideran aumentar su participación en Latam más allá del 20%, respondió que esto no es algo que están anticipando. "El 20% es una participación significativa, en cada una de nuestras participaciones de inversiones tenemos diferentes niveles. Creo que es el nivel correcto y no anticipo ningún incremento por sobre ese nivel. Los Cueto son los principales dueños y ellos continuarán siendo los mayores accionistas del grupo, lo cual es muy importante para nosotros. Estamos muy cómodos con el 20%", dijo.
La dilución de los Cueto
Actualmente, la familia Cueto tiene en torno al 28% de la participación accionaria de Latam Airlines. Y si bien, en la OPA que levantará Delta podrían bajar del 25% -y perder legalmente la posición de controlador- tener la participación mayoritaria en la aerolínea no es prioridad en la familia.
Conocedores indican que el grupo Cueto ha conversado tener una participación en torno a 20,5% y 23% y que no se plantean como meta ser los accionistas mayoritarios, pero sí tener un porcentaje relevante.
Desde que la aerolínea decidió acordar un Joint Business Agreement (JBA) con American Airlines e IAG, la matriz de British Airways e Iberia; dejó en claro su intención de pasar a la siguiente etapa: generar alianzas. Esto, porque la escala es cada vez más importante en un negocio que tiene márgenes estrechos.
En ese sentido, la dilución que están por hacer los Cueto y otros grupos inversionistas en Latam, le está abriendo la puerta a grandes grupos mundiales que buscan tener porcentajes importante en distintas aerolíneas del mundo para robustecer su presencia y conectividad en todo el mundo.
Respecto al directorio, los cambios son inminentes. Los Cueto tienen cuatro directores de un total de nueve. A través de su holding de inversiones, Costa Verde Aeronáutica, ya anunciaron que concurrirán a la oferta pública de acciones que hará Delta para comprar el 20% de la empresa. Lo anterior significa que le cederán un puesto en el "board" a Delta. Se quedaría Ignacio Cueto, actual presidente de la firma, se sumaría su hermano Enrique, que es el actual CEO. Los que podrían salir por parte de los Cueto serían el otro hermano, Juan José, o bien, alguno de los miembros propuestos por los Amaro, como Henri Philippe Reichstul o Sonia Villalobos.
Otras alternativas se relacionan con el rol que tendrán a futuro las familias Amaro, Eblen o Heller Solari, movimientos que, eventualmente, darían espacio a otro representante de Delta en la mesa.
El "Brexit" de Latam
Roberto Alvo, actual vicepresidente comercial de Latam -que en marzo de 2020 asumirá como CEO del grupo, en reemplazo de Enrique Cueto- también realizó una conferencia con inversionistas. Allí, resolvió las dudas sobre la salida de la compañía de la alianza Oneworld y las implicancias que esto pueda tener.
"Mantendremos nuestros acuerdos bilaterales actuales con todos los demás operadores en el mundo, y esta afiliación no afecta nuestras relaciones bilaterales", dijo.
Fuentes al interior de la aerolínea chilena, consultados por PULSO, fueron claros en decir que tras la salida de Oneworld "no nos iremos a ninguna otra alianza". Con esto, echan por tierra la opción de que a futuro puedan ser parte de SkyTeam, el club al cual pertenece Delta y al que pertenecía Tam previo a la fusión con Lan.
Las razones de esto son claras. Las autoridades regulatorias locales le prohibieron a Latam que, estando en una alianza de aerolíneas, haga negocios con competidores que sean de otro club distinto. En ese sentido, en Latam tienen definido que continuarán con sus alianzas comerciales con Qantas, British Airways e Iberia, todas de Oneworld. Esto, al mismo tiempo que con Delta, que es de Sky Team.
Por eso, la independencia de la que gozará la firma chilena le dará más flexibilidad para convenir acuerdos multilaterales.
Precisamente, parte de los US$ 350 millones que Delta inyectará en Latam Airlines serán para subsanar los menores ingresos esperados para la firma chilena, en medio del proceso de transición y adaptación de rutas entre Latinoamérica y Norteamérica, ahora con su nuevo partner y dejando atrás a American Airlines.
"Puede que por un tiempo la conectividad no sea tan eficiente desde el punto de vista de la rentabilidad o que haya menos pasajeros. Incluso con esto nos cubrimos de represalias que pueda tomar American Airlines", revelan altas fuentes ligadas a Latam. P