No hubo expectación. Las cartas estaban echadas a favor del empresario Juan Sutil para ser el nuevo presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), y así fue.
Caracterizado en el mundo empresarial como una persona frontal y de posturas firmes, el empresario será el encargado de enfrentar los desafíos del sector por los próximos dos años.
Si bien la ceremonia que despedía a Alfonso Swett y recibía a Sutil como nuevo timonel de la CPC era, en teoría, un motivo de celebración, la mirada del sector empresarial estuvo cruzada por un halo de alta preocupación por el futuro, debido a los efectos del estallido social que vive el país desde octubre del año pasado.
Temas como la violencia desbordada, el proceso constitucional, el bajo crecimiento proyectado para el país, a lo que sumó además el brote de coronavirus, fueron parte de las principales inquietudes que se mencionaron en la casona de Monseñor Sótero Sanz 182.
Elección
Los principales grupos empresariales concurrieron al evento. De los 80 electores habilitados para votar lo hicieron 72: 60 lo hicieron por Sutil y 12 respaldaron al candidato del comercio, Ricardo Mewes, el que finalmente solo contó con el apoyo de su gremio.
Aunque el resultado no fue sorpresa, se esperaba que fuera algo mejor para Mewes, quien desde un inicio había asegurado que su candidatura estaba respaldada por algunos expresidentes de la multigremial, los cuales a la hora de votar terminaron inclinándose por su contrincante.
El ahora presidente de la CPC, Juan Sutil, envió un mensaje de compromiso con sus pares y manifestó su disposición para fomentar los espacios de diálogo necesarios, e impulsar una agenda económica pro inversión, pro crecimiento y pro empleo. “No es posible una agenda social sin agenda económica, y en esta agenda la empresa tiene un rol central”, dijo el timonel de la multigremial tras ser electo. Agregó que “dividirnos entre buenos y malos, grandes y chicos, poderosos y débiles, privados versus Estado, nos hace daño, nos empobrece, y no nos permite avanzar con la urgencia que requiere la solución de los problemas de las personas”.
Respecto al proceso constituyente, y aunque desde un principio dejó claro que él votaría por la opción del Rechazo, esta vez, y considerando su rol como líder del gran empresariado, el mensaje fue algo distinto: “Yo en su momento manifesté una opinión personal y yo hoy día lo que he estado diciendo, y que lo expresé en el discurso, es que el país necesita una reforma constitucional y necesita dar una legitimidad y crear un lugar de encuentro para todos los chilenos”.
Sutil manifestó que lo importante era preservar el orden público y la paz, “a fin de garantizar un proceso equilibrado, donde todos podamos participar de manera segura y argumentada”. Con esto, y de acuerdo a la sensación que manifestaron algunos empresarios tras el discurso, Sutil habría respondido a las principales preocupaciones del empresariado en este nuevo escenario para el país.
El saliente
En su discurso de despedida, el ahora expresidente de la CPC, Alfonso Swett, envió un mensaje al gremio empresarial. “Solo les pido un favor, ninguna diferencia de nosotros en este sector puede justificar y explicar el que estemos desunidos. Ninguna agenda personal o institucional, por legítima que sea, podrá explicar que estemos desunidos. Este es un desafío demasiado grande como para que alguien se reste”.
En su gestión, Alfonso Swett fue el primer jefe de la CPC en impulsar el foro trabajadores-empleadores, una instancia de diálogo con las centrales sindicales y gremios pymes. Además, empujó una agenda de protección al empleo y se crearon mesas de trabajo técnicas transversales.