La importancia del teletrabajo y lo que viene a futuro con esta nueva modalidad que se ha masificado en los ambientes laborales, fue la temática que abordó la segunda charla del ciclo de Diálogos Red+Activa, que esta vez contó con la participación de Jacqueline Balbontín Artus, VP de Personas y Cultura & Asuntos Corporativos de Scotiabank; y María Gabriela Ugalde Romagnoli, gerente de Recursos Humanos Corporativos de CCU.

Las ejecutivas coincidieron en la relevancia que tuvo implementar este sistema de trabajo en sus respectivas compañías para enfrentar los efectos de la pandemia, y lo importante que fue haber iniciado experiencias previas con el teletrabajo. Balbontín explicó que en el caso de Scotiabank, “teníamos la suerte de haber implementado la modalidad de teletrabajo hace unos 3 o 4 años, cuando partimos con algunas áreas, en forma tímida diría yo, ya que ahora con la pandemia se aceleró ese proceso. También nos sirvió un poquito de ensayo cuando se vivió lo del estallido social, donde tuvimos que sacar a gran cantidad de gente que trabaja en el centro de Santiago, hacia las zonas más del oriente”.

“Esto lo logramos con mucha flexibilidad de las jefaturas, mucha comunicación de nuestros líderes a los distintos equipos, una disposición increíble de los trabajadores, y también mucho apoyo de nuestros líderes sindicales, lo que fue muy importante. Toda la cultura de autocuidado que tuvimos que desarrollar en un principio fue muy relevante para poder lograr hoy día todo este comportamiento distinto. Hoy tenemos que desarrollarnos de una manera muy distinta y eso ya está totalmente instalado en la cultura laboral nuestra”, destacó.

En el caso de CCU, la ejecutiva de la compañía, reconoció que la modalidad de teletrabajo benefició a los administrativos, ya que las otras áreas requerían presencialidad. “Lo hicimos por turnos de manera que cuando estuvimos en cuarentena era 100%, pero ahora se ha ido manteniendo con turnos 50/50. Lo más importante ha sido poder asegurar el cuidado de las personas, y lograr la continuidad del negocio”.

En esa misma línea, indicó que su experiencia se basó en dar cumplimiento a 5 pilares. “Primero la tecnología: muy importante fue saber qué herramientas teníamos, qué necesitábamos, cuánto teníamos que invertir y cómo digitalizar a nuestros trabajadores. El segundo factor fue el alcance, cuáles eran los cargos que se podían teletrabajar, y para ello hubo un trabajo con los distintos equipos para ver quiénes podían optar. También muy importante era la cultura, que haya una orientación por objetivos, un liderazgo muy cercano y empático que facilite el adoptar estas formas de trabajo. También hubo que adaptar los espacios, la demarcación, la gestión visual, la forma en cómo nos sentamos en una oficina. Otro punto fue abordar los beneficios y nosotros tuvimos que ampliar nuestra gama de manera de poder asegurar que el trabajador pueda compatibilizar su vida personal con la laboral”.

A la hora de poner cifras sobre la mesa, Balbontín, de Scotiabank, reconoció que en las áreas centrales del banco, que es prácticamente la mitad de la organización, un 80% hizo teletrabajo en los meses peak de la pandemia. “Hoy día es un poco menos, obviamente, porque hemos ido haciendo algunas iniciativas del plan retorno. Lo importante es que pudimos experimentar una nueva forma de atender a los clientes de manera remota, haciendo también reuniones de manera telemática. Pudimos hacer grupos de atención en sucursales dividiendo a las personas en grupo A y B, para que se fueran alternando y poder mantener las medidas sanitarias que nos imponía en ese momento la pandemia”.

“Hoy seguimos con gente en sucursales haciendo grupos. Hay funciones que se pueden hacer de forma remota, pero otras que se deben hacer necesariamente presenciales, por ejemplo, una persona que atiende en cajas requiere una presencialidad, así como la figura de vigilante de la sucursal”, agrega Balbontín.

Por último, la ejecutiva de Skotiabank reconoció que la pandemia nos dejará como enseñanza el hecho de poder “tomar consciencia que somos seres adaptativos, y por lo tanto, siempre vamos a estar sometidos a cambios que nos van a hacer pensar de manera distinta, y ahí yo me conecto con que hay que estar en constante aprendizaje. Hoy hay muchas plataformas que nos permiten disponibilizar conocimientos, y por ende, reinventarse. También la transformación digital, acelerada por la pandemia, va a permitir que las personas hagan una reflexión real de qué van a hacer en los próximos años, y cómo me preparo para esos nuevos desafíos”.

Red+Activa es una comunidad de empresas convocadas y articuladas por ChileMujeres y LT-PULSO, en colaboración con PwC Chile, cuyo objetivo es comprometerse con la equidad de género y las políticas inclusivas, buscando una mejora continua. Agrosuper, BHP, Bupa, CChC, CCU, Enaex, Entel, Scotiabank, SMU y Willis Towers Watson son parte de esa red, cuyas empresas son representadas por un ejecutivo o ejecutiva que lidera las buenas prácticas en dicho ámbito.

La entrevista la encuentra disponible en bit.ly/3lrpub0.