Diez empresarios y ejecutivos de cara a la recesión que se viene
El FMI ya lo oficializó. El mundo entró en recesión, como era de esperarse. El coronavirus ha puesto en jaque la continuidad operacional de casi todas las industrias globales, que están buscando soluciones a cómo no desaparecer y cuidar su fuerza laboral. Diez directores, socios y gerentes de empresas chilenas comparten qué medidas están tomando ante este complejo escenario y qué palancas activarán frente a la contracción local.
Rosario Navarro: “Hay preocupación por el nivel de endeudamiento”
Tras concluir una sesión de consejo de la Sofofa por videoconferencia, Rosario Navarro se da un tiempo para comentar a PULSO Domingo que, en estos momentos, las principales tareas del empresariado está siendo contener la contingencia, proteger a los trabajadores, dar continuidad operacional y organizar bien los turnos, en vista del toque de queda. “Estamos preocupados de resguardar los protocolos y de generar nuevos entre la Sofofa y el gobierno”, revela. La directora de Sonda, firma ligada a su familia, reconoce que antes del coronavirus “había un pensamiento mágico de que el mundo del trabajo iba a cambiar y que la transformación digital iba a llegar a todos los espacios, pero nadie pensó que iba a ser tan rápido”.
La también socia de la consultora Idemax, detalla que “lo que ha ido copando la agenda, tanto de los directorios como de las reuniones gremiales, es identificar dónde están las industrias esenciales, más allá de las que son parte de las ‘industrias críticas’, para poder así resguardar la cadena de producción y de valor”.
Ante la crisis del coronavirus y una venidera recesión, Navarro resalta que ve “mucha unidad, tanto en el sector empresarial, como también en el Estado en su forma de operar, más que en el estallido social. La ciudadanía entera está muy comprometida. Obviamente en el mundo empresarial hay preocupación por el nivel de endeudamiento, sobre todo en algunas empresas de retail, aerolíneas, hoteles, restaurantes y casinos”.
Aurelio Montes: “Las viñas están paralizando sus inversiones”
El líder gremial de las viñas locales y fundador de Viña Montes, Aurelio Montes, revela que, “en general, las viñas están paralizando sus inversiones de plantaciones, expansiones y construcciones. Está todo congelado a la espera de que todo se revierta”.
En un escenario de recesión, el empresario estima que “la Viña Montes se verá afectada en un 15% en sus envíos e ingresos, lo que es muy bueno si se compara a la caída que se espera en el sector entre un 20% y 30% para este año. Esperamos que de julio en adelante todo se empiece a recuperar, una vez pasado el peak del virus”.
Como medida alternativa para poder ampliar presencia en mercados clave, Montes indica que Vinos de Chile junto a otros gremios, como Asoex, están conversando “cómo podemos actuar en conjunto con una mayor promoción en el sudeste asiático, porque no están tan afectados como China. Empezarán el verano y su turismo subirá”. Señala que esta idea ya está tomando forma, dado que ProChile habría comprometido fondos para dicha campaña de productos chilenos, por lo que reconoce que “las viñas también estamos estudiando hacerlo, para tener un Fondo significativo que ataque a ese mercado. Los otros mercados están muy afectados, e invertir en ellos sería una pérdida de plata”.
Fernando Massú: “Lo primero es tener un flujo positivo”
La misión número uno para Fernando Massú, presidente de BTG Pactual Chile y director de Enap, es asegurar, por este año, la sustentabilidad de las empresas en las que participa. Para ello, subraya que “lo primero es lograr tener un flujo de caja positivo o que alcance para lidiar con el escenario más difícil, que es el de no tener ventas. Si se llegara a dar este último escenario más negativo, como consecuencia podrían existir desinversiones o restringir nuevas inversiones”.
Ante mayores necesidades de capital, el exgerente general de CorpBanca asevera que ve dos caminos para que las empresas recurran a fuentes de liquidez. “Que los controladores se metan la mano al bolsillo, porque tienen el suficiente capital -en las empresas grandes-; pero las que no cuenten con esa posibilidad, lo más probable es que se queden en el camino. La otra opción es reducir al máximo los flujos de caja negativos, sin perjudicar el empleo, lo que se está haciendo ahora usando el seguro de cesantía y pagando las imposiciones”. Confía en que las medidas que tomaron Hacienda y el Banco Central, “apunten a proveer de liquidez suficiente para que la brecha que se producirá entre ingresos y egresos pueda ser financiada por ellos. Lo clave es que la liquidez se traspase efectivamente al mercado”.
En Enap, más que abrir nuevos mercados, Massú explica que “en las condiciones actuales, la optimización de los recursos pasa a ser la prioridad número uno. Tenemos una responsabilidad con el Estado, que en este momento es cuando más recursos necesita para poder apoyar en toda esta recesión que se nos viene encima”.
Juan Pablo del Río: “Estamos viendo cómo mantener a toda la gente”
Son varias empresas las que Juan Pablo del Río está monitoreando minuto a minuto, dado que es director de unas cuantas en las que su clan familiar es socio, como Derco, Cruzados y Falabella. Incluso, es presidente de Sodimac.
“Estamos tratando de ver cómo podemos mantener a toda la gente que tenemos. Ahí hay una responsabilidad importante. En ese sentido, estamos revisando constantemente los indicadores del coronavirus y su avance, más que las cifras económicas, porque el ciclo económico irá muy ligado a lo que pase con esta pandemia. Pero la cosa está complicada, es una situación delicada, donde el gobierno va a tener que actuar y hacer algo, como flexibilizar leyes laborales”, analiza.
Descarta tajantemente que en las empresas que participa desinviertan en operaciones fuera de Chile, e incluso dice que “ojalá que tampoco tengamos que congelar proyectos de inversión, porque la gente tiene que seguir viviendo”. De todos modos, asume que “se están revisando constantemente los nuevos proyectos de inversión”.
Respecto a la idea de tener que negociar rebajas de sueldo en sus empresas, asegura que “no hemos tomado ninguna decisión al respecto”.
Ante la menor demanda de ciertos productos, comenta que han tenido que “bajar pedidos y flexibilizar al máximo todas las políticas de importación”.
Gerardo Balbontín: “Estamos abocados a cuidar la caja”
En la salmonera Blumar están “viviendo el día a día”, comenta su gerente general, Gerardo Balbontín. “Podemos operar, pero cada día con más restricciones. Hace más de dos semanas partimos con planes de contingencia muy estrictos respecto a cuidar y tratar de evitar el contagio entre nuestra gente”, sostiene, a raíz del coronavirus.
Pero recalca que su actividad “es muy sensible, dado que trabajamos con peces, animales vivos, y no podemos parar de un día para otro. Pese a las restricciones hemos podido mantener nuestras operaciones a un 70%”.
Ante una próxima recesión, indica que “por supuesto que tenemos paralizadas las nuevas inversiones por completo y estamos abocados a cuidar la caja”. Para lo anterior, asegura que aún no ha sido necesario desvincular o negociar sueldos con los trabajadores. De todos modos, se abre a la posibilidad. “En la medida que este tema se empieza a complicar, tendremos que actuar según se vayan dando las cosas, pero no hemos tomado ninguna decisión drástica todavía”. Además, reconoce que la producción la irán ajustando, en la medida que la situación lo amerite.
Javier Etcheberry: “Podemos bajar gastos y el principal son las remuneraciones”
Por la contingencia sanitaria, el presidente y socio de Multicaja, Javier Etcheberry, revela que en la última semana las transacciones a través de sus sistemas han caído más del 20%. “Si se sigue deteriorando el ambiente económico, las transacciones continuarán cayendo, lo que significa que los ingresos de Multicaja van a bajar de forma importante. Tenemos más de 400 empleados, así que veremos cómo se aplicarán las medidas del gobierno y cómo nos podrán ayudar a mantener el empleo. Uno no puede perder plata por perder plata”, afirma el empresario.
En un ambiente de recesión, Etcheberry dice que su empresa podría operar, pero advierte que el tema de fondo es “qué va a pasar con la economía, con nuestros clientes y proveedores. Veo que la situación es complicada”.
Si acaso dentro de las medidas tendrá que poner dinero de su patrimonio para poder asegurar la continuidad de la empresa, responde “veamos. También podemos bajar gastos, y el principal gasto que tenemos son remuneraciones. Entonces, si pensábamos contratar a nueva gente, postergaremos esa decisión. Si hay gente que se va, no la reponemos. Si alguien en algún área no tiene ninguna actividad y está a plazo fijo, no le renovaremos. Tratamos de mantener a la gente que lleva más tiempo con nosotros, porque esto al final se resolverá y no los queremos perder. Pero otros que llegaron hace poco y no son tan necesarios, o están en forma transitoria, claro, es a los que primero le echamos mano”.
A Etcheberry no se le pasa por la cabeza caer. Todo lo contrario, quiere estar listo para “competir en el mercado que se nos abrirá después de la recesión”.
Florencio Correa: “La parte inmobiliaria está trabajando a media marcha”
“Con la crisis social de octubre nosotros paralizamos las nuevas inversiones y no compramos más terrenos. Desde ese momento, nos readecuamos a un escenario de tres años de recesión por la incertidumbre. El problema del plebiscito, para mí, es mucho peor que el coronavirus, porque por ejemplo, no sabemos si el derecho a la propiedad seguirá igual”, sentencia Florencio Correa, socio y director de Besalco.
Por la contingencia del coronavirus, cuenta que continúan las obras de este año y el próximo que ya están contratadas. Han acortado los turnos de sus trabajadores y reconoce que algunos clientes están suspendiendo las labores por un tiempo, a lo que Besalco se está acomodando. “La parte inmobiliaria está trabajando a media marcha y para no paralizar le estamos dando vacaciones a la gente. Evidentemente que si esto se alarga, no quedará otra que reducir el personal. Tenemos 15 mil empleados que significan $18 mil millones mensuales. Si no hubiera contraprestaciones, no habría ninguna posibilidad de mantenerse”, dice.
En cuanto al manejo de pasivos en un escenario de contracción de la actividad, Correa cree que “habrá que postergar los pagos, refinanciar y darle prioridad a la gente”. ¿Los controladores se tendrán que meter la mano al bolsillo? Correa responde: “¿qué mano al bolsillo nos metemos? Si tenemos acciones y cada vez valen menos. Nadie tiene plata”.
Con todo, el empresario reflexiona que “en el ambiente de recesión seremos un poco más pobres, pero saldremos adelante. A veces es necesario llamar a la humildad, para que la gente entienda que no somos todopoderosos”.
Thomas Keller: “La coyuntura no debiera impactar nuestros planes”
Quizás es en estos momentos cuando el gerente general de una generadora eléctrica, con amplio currículum en el área de las finanzas, pasa a tener un rol protagónico. Es el caso de Thomas Keller, MBA de Chicago y exvicepresidente de finanzas y CEO de Collahuasi y de Codelco, y que ahora está al mando de la generadora de los Matte, Colbún.
El ejecutivo admite que, “sin duda, lo que está ocurriendo generará un importante impacto económico, pero está por verse su profundidad. En el escenario económico más apretado, todas las empresas tenemos el desafío de mantenernos competitivas y ajustar nuestra estructura de costos. No tenemos planes de desvinculaciones”.
Keller remarca que en Colbún poseen una mirada de largo plazo, “por lo que hoy por hoy, la coyuntura de este año no debiera impactar nuestros planes hacia el futuro. Ahora bien, lógicamente que si el corto plazo se agrava, habría que sentarse a hacer un análisis más profundo. Pero hoy, no es la prioridad revisar nuestros planes de largo aliento”, detalla.
Además, el ejecutivo recalca que en estos momentos, “la preocupación y ocupación que tenemos en el sector y, en la empresa, es proteger a nuestra gente, para asegurar el suministro eléctrico -que es un servicio esencial-; tienen que estar en la faena con todas las medidas de seguridad necesarias”.
Pilar Lamana: “Es muy difícil enfrentar esta situación”
“Viene de todas maneras una recesión y, además de eso, se viene un cambio global en lo tecnológico, en la sostenibilidad y en la relación con los stakeholders o partes interesadas”, vaticina Pilar Lamana, directora de empresas, entre ellas Embotelladora Andina, Polpaico, Petrobras Chile y Petrizzio.
Reconoce que “la paralización de inversiones se ha dado porque no hay claridad sobre lo que viene en el futuro”. Mirando el vaso medio lleno, asevera que esta recesión va a “hacer notar que podemos vivir trabajando de forma más flexible”.
No duda en indicar que el comercio podría ser uno de los grandes afectados. “Tengo una cadena de heladerías, Biancolatte, y están todas cerradas en este momento. Es muy difícil enfrentar esta situación (...) Es relevante que como país, una vez que termine esto, nos pongamos a trabajar. Si eso no se entiende, no tendremos recuperación. Para ello las empresas no tienen que tener los vencimientos de sus deudas cuando todo se restablezca, porque podría afectar el capital de trabajo para poder comprar”. Advierte que será clave mantener los flujos de caja y poner a disposición créditos como único camino.
Lamana no duda en que “la economía va a caer” y explica que “va a haber menos plata y la gente va a gastar menos en algunas categorías, como las no básicas, que eran las que más crecían, como autos, viajes, cosméticos de lujo, aguas saborizadas, etcétera. Con la recesión, obviamente que las categorías más caras bajarán y las básicas subirán”.
Roberto Izquierdo: “Hay que tocar madera para pedir que esto no se nos venga abajo”
Más que por una venidera recesión o el coronavirus, el presidente de Alimar y socio del holding forestal FPC, Roberto Izquierdo, reconoce que “las inversiones están absolutamente detenidas desde el 18 de octubre”.
El empresario detalla que, en tiempos del Covid-19, la mayor parte de las industrias de su clan familiar siguen andando, dado que giran en torno al reciclaje, como su planta de desechos del salmón que los transforma en harina y aceite, su planta termoeléctrica (Comasa) en base a desechos forestales y agrícolas en Lautaro, la forestal FPC que produce el papel industrial con el que se elabora el papel corrugado para las cajas de frutas y también papel tissue. En tanto, con Petroquim y Cartones San Fernando producen polipropileno -que se usa para los envases de alimentos- y cartones para las frutas, respectivamente. “De momento, está toda la producción a tope, porque son elementos fundamentales, como el tissue, la energía y la alimentación. La desaceleración no la sentimos en los volúmenes, si no que en los precios, y eso es complicado”, comenta Izquierdo. Agrega que lo anterior “lo compensamos un poco con el aumento de la demanda, aunque por supuesto que es mejor tener mejores precios”. ¿No lo favorece el dólar más alto? Responde que “salvo los sueldos, todo lo demás lo tenemos en dólares: la celulosa se compra, la energía se paga en dólares, al igual que los productos químicos que importamos”. Por lo anterior, recalca que “hay que tocar madera y fierro para pedir que esto no se nos venga abajo”.
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