Las tasas de interés muchas veces resultan un concepto difícil de entender para el común de las personas. A diferencia de otros activos financieros como las acciones o las monedas, existe un sinfín de instrumentos, tipos, plazos y características para distinguir de qué tasa estamos hablando. Adicionalmente, su lectura y seguimiento no es de fácil acceso como sí lo es en el resto de los activos financieros. En Chile, la tasa más popular es la que fija el Banco Central (TPM), instrumento esencial para la conducción de política monetaria y que desde agosto 2001 se determina en términos nominales buscando ser la referencia para el financiamiento interbancario a un plazo de un día. Contraintuitivamente, es además de las pocas tasas que no está determinada por las fuerzas del libre mercado, a diferencia de las que se desprenden de los distintos instrumentos de deuda que emite el mismo Banco Central (BCUs-BCPs), la República de Chile (BTPs-BTUs), Bancos Comerciales (DAPs-Bonos) y el resto de los oferentes del mercado.
En este sentido, hemos visto como recientemente las tasas de interés del mercado local han subido en una magnitud y velocidad sin precedentes en los últimos 30 años. Solo este año las tasas del Banco y Gobierno Central, han anotado un incremento de +3,54% y +4,09% en los instrumentos con vencimiento a diez años denominados en UF y pesos respectivamente. En términos concretos, si la tasa del Banco Central en UF con vencimiento a 10 años se encontraba al cierre de 2020 en -0,20%, hoy esta se sitúa en +3,32%. Si bien se ha visto una tendencia de incremento generalizado en las tasas de interés a nivel global, el desarrollo de este fenómeno en Chile está totalmente desalineado de los fundamentos que han explicado históricamente su movimiento. Así lo demostró el Banco Central en su último reporte de política monetaria de septiembre, donde estimó que gran parte del incremento en esta variable se debe a factores de incertidumbre local.
De este modo, es válido cuestionar si las tasas de interés en Chile seguirán esta senda alcista o se mantendrán en estos niveles aún en el escenario donde el cuarto retiro de las AFPs no logre concretarse. Si revisamos la amplia literatura académica relativa a este tema, podemos encontrar que el nivel de equilibrio de las tasas reales de largo plazo responde típicamente a: i) la tasa de retorno exigida a las inversiones de capital, ii) el balance entre ahorro agregado y las necesidades de inversión-consumo, iii) la tasa de interés neutral de política monetaria en el largo plazo y, iv) al premio que exige un inversionista por exponerse al riesgo de prestar a largo plazo. El contraste entre estos determinantes y el escenario local, dificultan la posibilidad de avizorar una reducción en los niveles de interés en el mediano plazo, aunque sí podemos detectar hoy casi 1.50% de desalineamiento entre su valor actual y un valor estimado que incorpora variables macroeconómicas, financieras y el aumento del factor de incertidumbre política local.
El comportamiento del mercado de deuda en Chile comienza su despedida del privilegiado club de países desarrollados o emergente con altas tasas de ahorro, donde una caída en el crecimiento es comúnmente acompañada de tasas más bajas. Para aprender a navegar en este nuevo contexto es necesario empezar a mirar a la región, sincerar el nuevo escenario potencial de equilibrio y asumir las consecuencias de destruir los ahorros acumulados en los últimos 40 años.
El autor es director de estrategia de BTG Pactual Wealth Management.