Andy Hall, mítico inversionista de la industria petrolera apodado "Dios" por sus lucrativas operaciones, señala que el auge del shale en EEUU ha hecho que sea mucho más difícil anticipar los suministros mundiales.

Eso se debe a que los productores del shale son mucho más sensibles a los cambios de precios que los exploradores tradicionales, pero no es fácil saber de qué manera "miles" de decisiones de perforación individuales impactarán en la oferta global, dijo Hall, de 68 años, en una entrevista a Bloomberg TV el jueves. Los operadores se enfrentan a grandes brechas en la medición de los pozos y la productividad de las plataformas, factores clave para la Cuenca Pérmica del Oeste de Texas y Nuevo México.

"Antes, desde el lado de la oferta de la ecuación, se podía predecir con cierta confianza cuál sería la oferta futura, al margen de los eventos políticos globales. Ahora, todos titubean. Hay muchas variables sobre las que no tenemos un buen manejo", señaló.

Sin embargo, si los operadores escogen una tendencia, es probable que sea mejor que apuesten por un alza del petróleo tras su reciente caída del 30 por ciento, señaló Hall. Además de afectar la producción de shale, es probable que los precios más bajos aumenten la demanda.

"Con precios que superan por poco los US$50 por barril, creo que hay que tener una perspectiva bastante negativa de la economía global para creer que los precios continuarán su trayectoria descendente", expresó, y agregó que no cree que ese sea el caso.

Es probable que China aporte a esta alza. La estrategia de almacenamiento del país asiático significa que probablemente aumentará las compras para aprovechar el petróleo de bajo costo, dijo Hall. Las decisiones de países como Argentina para eliminar los precios controlados por el gobierno también están haciendo que la demanda global responda mejor a los cambios del mercado.

Hall cerró su emblemático fondo Astenbeck Master Commodities Fund II en 2017, luego de perder casi el 30% en la primera mitad del año. Su carrera se remonta a la década de 1970 e incluye períodos en BP Plc, la legendaria casa comercial Phibro Energy y Citigroup, donde se embolsó US$100 millones en el comercio de petróleo durante la crisis financiera.

Astenbeck no ha sido la única víctima de fondos de cobertura en un mercado de crudo donde la volatilidad alcanzó su punto máximo en casi tres años en noviembre. Brenham Capital Management dijo el mes pasado que cerraría tras dos años de pérdidas para el fondo de US$800 millones. El gerente John Labanowski culpó a los ciclos del mercado petrolero al señalar que se han vuelto "más cortos y más violentos", y a la política de la OPEP por "hacer las cosas sobre la marcha".

Hall dijo que no lamentaba tener que cerrar su fondo. "No quería irme a la tumba trabajando en el mercado del petróleo".