El director de Burger King en Chile y Argentina, Nicolás Iribarne, en el Congreso Chileno de Marketing de Icare llevado a cabo este jueves, hizo un llamado a las empresas a enfocar sus estrategias en el mercado del futuro, y a ser activas antes que pasivas ante los cambios que experimentan día a día los consumidores.


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El ejecutivo relató un cambio de estrategia en Burger King que se demoró 8 años en concretarse. Desde el año pasado sus alimentos no tienen ni conservantes, ni aromatizantes, ni saborizantes artificiales, por lo que Iribarne aseguró que es más natural comer una hamburguesa en Burger King que comprar los ingredientes y armarla en casa.

Este proyecto viene del año 2015: “Nació del deseo que querer llevar a nuestros hijos a Burger King sin sentir culpa. El anhelo (de la transformación) es romper con el paradigma de que la comida rápida es también comida chatarra”, expuso.

Les tomó más de 8 años, debido a que “colorantes, aromatizantes y conservantes artificiales están incrustados en la industria alimenticia a nivel global”, dice Iribarne. “Iniciamos una cruzada, nos juntamos con la gente de Bimbo, con los productores de carne, con Unilever con la mayonesa, y decirles ‘muchachos esto se terminó'. El mandato era no era ningún producto al portafolio que tenga conservantes, saborizantes y aromatizantes artificiales”, añadió.

Al iniciar la transformación sólo al 10% del mercado le preocupaban que los alimentos que consumían fuesen naturales. Sin embargo, ahora ronda un 40% y Burger King espera que en un futuro este sea un factor decisivo a la hora de decidir qué producto comprar.

“¿Por qué hacer todo esto? por el futuro, por el mercado de mañana. No podemos limitarnos a atender a nuestro consumidor actual. Tenemos el llamado de empezar a agregarle valor hoy a nuestro cliente del futuro. Si no lo hacemos, cuando llegue el futuro es demasiado tarde para cambiar”, expresó.

“A nosotros nos llevó 10 años. Es posible que si ustedes quisieran implementar cambios radicales les lleven de 5 a 20 años. Si empezamos a hacer los cambios cuando el cliente los pide y te va a llevar 15 años, se nos fue el tren. Necesitamos tener mecanismos de inteligencia organizacional, mentes estrategas. Tenemos que ver escenarios futuros, asignar probabilidad de ocurrencia. No podemos tener organizaciones pasivas”, concluyó.