Observa la discusión sobre la baja en las expectativas y definitivamente el director ejecutivo y socio de Econsult, Gonzalo Sanhueza, no puede creer que ese sea el debate del momento cuando los indicadores macro están en su mejor desempeño después de cuatro años de lentitud. Por ello, opta por mantener el optimismo. "A fines del año pasado éramos los más optimistas y proyectábamos 3,8%, y hoy estamos en 4,2%, vemos que hay mucha fuerza en el crecimiento y los fundamentos están muy bien: un buen escenario internacional, con un precio del cobre aún alto, y tasas de interés bajas. Este escenario ya estaba el año pasado, pero faltaban los ingredientes de mejora en la confianza empresarial y de consumidores, y eso se dio".

Esta semana se conoció el 4,9% de Imacec de junio, ¿qué le pareció?

-Más que la cifra mensual lo importante es ver la evolución: la economía creció 4,2% en el primer trimestre y 5,2% en el segundo; pero más relevante es la economía no minera, que es el 90% de la economía, que aumentó 3,1% y 5,3% en cada trimestre, respectivamente, lo que con claridad muestra que estamos con un crecimiento alto respecto a las expectativas y del histórico de los últimos años. Creo que fue una muy buena noticia, porque muestra una tendencia de recuperación.

¿Su proyección es optimista para 2018, y para los próximos años?

-La economía chilena tiene espacio para crecer durante 2 a 3 años, porque tiene holguras de capacidad debido a las bajas tasas de crecimiento de años anteriores, entonces podemos crecer a tasas en torno a 4% en los próximos 2 años.

El presidente del Banco Central llamó a estar muy atentos con los efectos de la guerra comercial...

-La guerra comercial es la principal amenaza al positivo panorama mundial. Hasta ahora tenemos sólo grandes amenazas, EEUU ha anunciado sobretasas arancelarias a US$800 mil millones en importaciones de China, Europa y otros países, pero sólo ha concretado el 10%. Los negativos efectivos económicos que muestran los estudios teóricos y empíricos (caída de 0,5% del PIB mundial) hacen pensar que se debiera llegar a acuerdos antes que esto se desencadene masivamente, pero podrían prevalecer escenarios menos racionales, por lo que debemos estar atentos. En el plano interno, creo que la confianza empresarial y de consumidores va a seguir positiva con un precio del cobre estabilizado en US$3.

Sus expectativas son bastante optimistas, lo que contrasta con el pesimismo que ha estado surgiendo, ¿cómo se explica?

-Yo encuentro ridícula esta discusión del pesimismo que se ha instalado, los datos de la economía muestran un crecimiento bastante alto, no visto hace tiempo. Aquí hay que separar las expectativas de los agentes de los comentaristas, porque si uno mira las expectativas de consumo y empresariales están en zona positiva, entonces, hablar de pesimismo porque 1 o 2 meses bajó algunas décimas respecto del mes anterior, me parece ridículo, no lo entiendo, ¿cómo va a haber pesimismo si las ventas de supermercados y automóviles están creciendo?

Pero ha habido hechos que han conducido a esa sensación como el cierre de empresas (Iansa, Maersk), y que el empleo asalariado no ha aumentado con fuerza.

-Siempre se cierran empresas y se crean otras. Si uno suma la inversión de las firmas que se cerraron con la inversión solamente del proyecto Mapa de Arauco de US$2.300 millones, se da cuenta que es mucho más la inversión, el balance es positivo y las perspectivas son muy buenas porque hay proyectos de inversión por US$60 mil millones. Hay crecimiento del empleo -170 mil empleos en 12 meses es destacable-, pero también de la fuerza de trabajo, porque mejoran las expectativas.

En ese sentido todo apunta que el salario mínimo subirá a $300 mil el próximo año, ¿cómo impactará en el desempleo y remuneraciones?

-Si el salario mínimo llega a $300.000 mensuales, será un aumento nominal de 8,5% anual y real de 5,5%. Como la productividad de los trabajadores no está creciendo al 5,5%, lo más probable es que implique una reducción más lenta del desempleo, especialmente del desempleo juvenil que se encuentra en torno al 20%.

El IPC subió 0,4% en julio, ¿cambia sus proyecciones de inflación y movimiento de tasa de interés?

-La aceleración de la inflación, que en julio llegó a 2,7% anual, se explica por los combustibles que han subido cerca de 15% anual y las frutas y verduras que lo hacen cerca de 10%. Si se eliminan esos factores, que son muy volátiles, la inflación baja a 1,9%. Por lo cual seguimos con nuestro escenario base de una inflación controlada, y con tasas de interés que se mantendrán bajas hasta el 2019.

En otro plano, ¿cuál es el balance ex post del funcionamiento del Consejo Fiscal Asesor (CFA) que integra?

-Creo que ha cumplido su rol que es bastante acotado como contraparte de la Dirección de Presupuesto para revisar el déficit estructural, y cuando no estuvo de acuerdo o planteó dudas obligó a que se revisara y corrigiera; y cuando hubo discrepancia se hizo pública…

¿Esa exposición de las diferencias no debilitó el CFA?

-Eso es parte del trabajo, este es un país económicamente maduro y así como hay consejero del BC que cuando tienen posiciones distintas frente a un movimiento de tasas, plantean sus argumentos, también el CFA lo hizo cuando tuvo disensos, es perfectamente válido tener esa discusión en pública, no le veo problema.

¿Deben los consejeros publicar su patrimonio e intereses, como lo propone el proyecto o esa obligación podría desincentivar la participación?

-Si le vamos a poner a un consejero el mismo estándar de un ministro me parece que no, hay que tener algún grado de transparencia pero debe ser acorde con las atribuciones que tenga, encontrar personas que no tengan conflicto de interés en este país, no existe, si se pone muy purista, habría que traer un equipo de extranjeros.