Desde Alemania, el director general de ProChile, Jorge O'Ryan, llama a la responsabilidad a la hora de hacer pronósticos sobre el impacto que tendrá la emergencia por coronavirus en China, pese a ello reconoce la gravedad del asunto.
Las ventas se derrumban en una China donde las personas no van a supermercados y hacen compras cada cuatro días, centradas en las necesidades básicas.
En ese marco, admite que habrá pérdidas, pero que están pueden ser mitigadas con la redirección de las frutas a otros mercados que tienen tratados de libre comercio.
¿Qué tan grave es el impacto en las exportaciones?
-Nuestras oficinas comerciales, que están en contacto con los importadores chinos, informan que las ventas de fruta fresca han bajado entre 50% y 60%. Hay fallas de las capacidades logísticas. Los congeladores están en capacidad completa y la distribución es lenta, al estar varios distribuidores de última milla en las ciudades que se encuentran cerradas.
El consumidor está realizando sus compras cada cuatro días y como la fruta fresca es una compra diaria, se reduce su consumo. Por ejemplo, Asoex me comentaba que los contenedores que se desembarcan hoy son entre 30 y 40, cuando normalmente 200. Por otra parte, estoy en la feria Fruit Logística de Alemania, donde me reuní con representantes de las principales cadenas logísticas, quienes comentaban que se están acabando los contenedores refrigerados, porque no han podido descargar y volver nuevamente a los países de destino. Esto podría agravar la situación para la fruta que está por salir de Chile.
¿Hay otros productos afectados?
-La venta de carne está más lenta, pero el ministerio chino de Comercio está tratando de facilitar la provisión de productos básicos, entre los cuales destaca la carne como proteína clave. En el caso de los mariscos, se ha producido una importante baja de su venta en Hong Kong, al igual que de otros alimentos y bebidas que no son considerados de primera necesidad. De manera similar, cerrados los restaurantes, caen las ventas de vino y podría haber sobre stock.
¿Qué medidas se están tomando?
-Estamos tratando de buscar una solución para que se puedan redireccionar a otros países los contenedores que están en China, más los que van en camino. Para eso estamos en contacto con el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
¿Dada la envergadura del consumo chino, esta redirección puede implicar pérdidas?
-De todas maneras. Acá va a haber una pérdida que se va a tratar de mitigar al redireccionar los envíos e intentar ingresar la mayor cantidad de contenedores que se pueda. Se están haciendo todos los esfuerzos y quiero destacar la labor de quienes trabajan en las oficinas comerciales. Muchas veces se critica al servicio público, pero aquí tenemos a compatriotas y funcionarios chinos que están trabajando por Chile.
¿Qué más proponen para enfrentar la emergencia?
-Aunque la gente no está saliendo, sí está comprando en las cadenas digitales, por lo que le estamos diciendo a los exportadores que potencien el comercio electrónico. Hay grandes cadenas que están trabajando y nosotros también tenemos una página web que es ChileB2B, que la maneja ProChile hace un año, donde los exportadores tienen contacto con los importadores. Por otra parte, estamos tratando de diversificar mucho nuestros mercados. Recién estuve en Dubai, porque creemos que esa es nuestra puerta de entrada al Medio Oriente, un mercado de más de 400 millones de personas, con más de US$100.000 millones en importaciones de alimentos. También estamos viendo a Marruecos como puerta de entrada al norte de África, para Túnez y Egipto. Estamos viendo nuevas alternativas de mercado para no tener todos los huevos en la misma canasta. P