Optimista. Esa puede ser hoy la mejor definición que se le puede hacer al director de Presupuesto, Rodrigo Cerda. Es que para él, la discusión de la Ley de Presupuestos, que acaba de ser despachada, le cambió el ánimo y la percepción de que en el Congreso sí se puede llegar a acuerdo. Que cuando hay diálogo e intención de escucharse, los resultados pueden ser positivos.
"Este fue un ejercicio que nos permitió sentar las bases para seguir conversando las próximas reformas que el equipo económico estará impulsando", afirma de entrada. Así, su optimismo no se agota solo con la discusión del erario fiscal, sino que lo proyecta también a la hora de analizar el escenario macroeconómico 2019.
Esto, porque para el director de Presupuestos, más allá de los vaivenes del escenario externo y las complicaciones que pudiera traer para el país la temida guerra comercial, Chile tiene las potencialidades para hacerle frente y, por ende, asegura que el escenario macroeconómico delineado en el Informe de Finanzas Públicas sigue plenamente vigente. Afirma, además, que la reforma previsional está plenamente financiada.
Acaba de terminar la discusión presupuestaria, ¿cómo evalúa el debate y los puntos centrales del erario fiscal?
-Es una discusión larga. Me parece que es un buen ejercicio democrático. Nosotros ingresamos con un presupuesto, que al final del día, refleja las prioridades de nuestro gobierno y nuestra meta de normalizar la política fiscal y de volver a la responsabilidad fiscal.
Dado que fue su primera gran negociación política, y tomando en consideración la posturas que la oposición ha tenido en las reformas tributaria y de pensiones, ¿cómo percibió el ánimo de los parlamentarios para llegar a acuerdos?
-Nosotros entramos al Congreso con la intención de dialogar con los parlamentarios, y en ese sentido, cuando se entra con esa disposición, se ve una actitud similar por parte de los parlamentarios, que también se mostraron abiertos a conversar.
Este fue un ejercicio que nos permitió sentar las bases para seguir conversando las próximas reformas que el equipo económico estará impulsando. Es bueno darse cuenta de que el Parlamento no necesariamente es un lugar para estar peleando, sino que tenemos que dialogar y llegar a acuerdos, porque eso es lo que el país nos está pidiendo.
Uno de los puntos que no se aprobaron fueron los gastos reservados a Carabineros. En ese sentido, ¿el gobierno tiene pensado realizar alguna gestión con otros organismos del Estado para reponer esos recursos?
-Hubo una discusión en el Congreso sobre la necesidad o no de mantener los gastos reservados. Nuestra interpretación como gobierno es que existe una Ley Orgánica Constitucional de Carabineros que tiene un piso mínimo y eso significa que al salir sin dinero no estamos cumpliendo con el piso mínimo, por lo tanto, hay un tema jurídico y como Ejecutivo tenemos que ver cómo garantizamos ese piso mínimo.
¿Pero tienen pensado recurrir al Tribunal Constitucional por ejemplo?
-Dado que no hubo acuerdo en el Congreso estamos analizando los mecanismos que nos permitan respetar ese piso mínimo. Eventualmente estamos viendo si esto significa que debemos conversarlo con algún organismo como Contraloría o el Tribunal Constitucional.
No descartamos nada. No obstante, hay una discusión de fondo que tiene que ver con la existencia de estos gastos reservados.
Y en ese plano, ¿se tiene pensado impulsar algún cambio?
-Vamos a ingresar un proyecto de ley para controlar los gastos reservados. Es un tema que estamos trabajando. De aquí a fines de año vamos a ingresar con una ley que regula los gastos reservados y vamos a discutir si hay pisos mínimos o no, a qué organismo se le rinde. Entonces, no estamos rehuyendo para nada el tema.
Considerando que una meta del gobierno es controlar el gasto fiscal, ¿cómo va la ejecución este año?
-Estamos haciendo los esfuerzos para contener las presiones de gastos. Si miran la ejecución que hemos tenido los últimos meses, donde el gasto crece a menores tasas, podemos decir que lo estamos cumpliendo.
Estamos tratando de que se cumpla el presupuesto asignado y en la medida en que no se logre estamos reasignando los recursos. Eso nos está permitiendo llegar al 3,3% de gasto este año, y 3,2% el próximo.
¿Las mayores presiones de gasto que podrían generar los proyectos de ley, como la reforma previsional y la tributaria, entre otros, podrían afectar la meta de reducir el déficit fiscal estructural en 0,2% por año y llevar a que se deba emitir un nuevo decreto?
-Esperamos que no ocurra. Cuando presentamos el presupuesto lo acompañamos del Informe de Finanzas Públicas, ahí se ve el espacio fiscal que tiene el país, el cual se mide en holguras fiscales.
Por lo demás, esos proyectos que se mencionan ya están incorporados. El que no estaba incorporado de alguna manera era el proyecto de pensiones, pero ese gasto lo que hace es ir ocupando parte de esas holguras.
En su Informe de Finanzas Públicas se proyecta que el PIB del próximo año será de 3,8%, sin embargo, las expectativas privadas ya se ubican en 3,5% promedio. ¿Fueron muy optimistas?
-Hay riesgo principalmente por el escenario externo. Cuando ingresamos el proyecto de ley hicimos un escenario base para 2018 con una estimación de crecimiento de 4,1% y se nos tildó de optimistas, pero ahora los datos nos muestran que llegar al 4,1% no es para nada descartable.
Para 2019 podemos tener efectos fuertes de la guerra comercial, sin embargo, no es para nada descartable que el próximo año la actividad crezca 3,8% (...), nuestro escenario se mantiene vigente.
¿Qué elementos lo hacen mantener esa proyección?
-En los últimos meses hemos visto que la inversión está empezando a repuntar, y cuando eso pasa tenemos también un aumento en la productividad. Seguramente parte de las nuevas inversiones vienen acompañadas de nuevas y mejores tecnologías y eso, a su vez, tiene repercusiones en el empleo.
Todo eso debería empujar algo más el carro el próximo año, por lo tanto, no descarto para nada el escenario de crecimiento de 3,8% ni tampoco que eventualmente en el mediano plazo tengamos algo más de crecimiento tendencial.
¿Tiene una meta de PIB tendencial para cuando termine el gobierno?
-Una vez que la economía empiece a tener mayores grados de productividad, es un elemento importante que va directo a impulsar el crecimiento tendencial. Si nosotros tuviéramos sostenidamente medio punto de mayor productividad, seguramente sería medio punto de mayor crecimiento de tendencia.
Entonces, ojalá pudiéramos apuntar a eso y estamos tratando. Para ello necesitamos más inversión y empleos de mejor calidad. No es una meta que esté fuera de nuestro alcance, pero obviamente va a depender de lo que pase afuera y de la guerra comercial.
¿Una meta sería terminar con un PIB tendencial entre 3,5% y 4%?
-Es una meta bastante razonable. Esto toma tiempo, porque tenemos que impulsar ciertas reformas para apuntar a mayor crecimiento de mediano plazo, creemos que con la modernización tributaria estamos apuntando a mayor inversión; con la oficina de competitividad también su foco es una mayor inversión, todo eso debería ir de la mano de mayor productividad.
Por lo tanto, es algo razonable tener como meta lograr un nivel de PIB tendencial como el que se menciona.
¿Qué tan condicionado sigue estando Chile a lo que pase con la economía internacional?
-El escenario externo siempre es importante y tiene impacto. El primer canal de contagio es el precio del cobre, por eso debemos estar muy atentos. Pero Chile tiene elementos para contrarrestar los efectos externos.
Uno de ellos es el hecho de que tenemos una política fiscal que de alguna forma estamos normalizando, a través de controlar el gasto público. Eso nos permite prepararnos en caso de que vinieran problemas mayores desde fuera.
A nivel interno nuestro ambiente está mejorando y por varios factores, entre ellos, porque ha disminuido la incertidumbre, lo que está mejorando objetivamente la confianza. Todo eso lleva a mayor inversión y, por ende, a más productividad y mejor empleo.
En gobierno anterior argumentó que los factores externos fueron la principal razón de la desaceleración de la actividad, ¿ustedes ven que el partido del crecimiento se juega internamente?
-Con nuestra política fiscal estamos tratando de apoyar el escenario interno. Y eso lo hacemos en primer lugar con un mejor control de gasto público, y apoyar el proceso de política monetaria del Banco Central.
En segundo lugar, estamos impulsando algunas reformas con efecto en el crecimiento, como la modernización tributaria, que es importante, porque más allá de la discusión acerca de los distintos puntos del proyecto, sí es una reforma que debería apuntalar la inversión y ese factor nos llevaría a mantener estos aumentos de la inversión que hemos visto últimamente.
Durante las últimas semanas se ha producido un debate sobre si el gobierno está o no cumpliendo con las expectativas que se generaron. ¿Cómo perciben la noción de que el crecimiento no está llegando a la gente como se pensaba, que hubo una sobreexpectativa?
-Hay que mirar las cifras. Hoy (viernes) salieron las cifras de empleo y si bien la tasa de desempleo no ha caído del 7%, cuando uno analiza la creación de empleo, prácticamente todos los nuevos empleos son asalariados formales, eso debería ser una muy buena noticia.
Esto no nos debería sorprender, porque lo que ha estado ocurriendo es que la inversión se está reactivando y eso es lo que está generando mayores oportunidades de empleo.
Su visión es bastante positiva para lo que viene...
-No quisiera decir que no hay riesgos, porque efectivamente la guerra comercial es un riesgo, y grande, que obviamente para nosotros es bastante incontrolable. Pero sí creo que estamos haciendo
"la pega". Estamos logrando un mayor control del gasto publicó y eso nos lleva a emitir menos deuda, lo que a su vez, nos permite prepararnos para períodos en que tuviéramos que actuar con mucha más decisión por un efecto más fuerte de la guerra comercial.
¿Tiene algún escenario alternativo para 2019?
-Siempre miramos escenarios alternativos, a eso nos dedicamos, pero solo uno es oficial. Nuestro escenario base es el del presupuesto, y sin querer desconocer los efectos de la guerra comercial, todavía creemos que el escenario del presupuesto es bastante racional.
Uno de los objetivos que se planteó el gobierno es recuperar la clasificación crediticia al término de su período. ¿Este presupuesto va en línea con esa meta?
-Estamos poniendo toda nuestra labor en eso. Por un lado estamos tratando de normalizar la situación fiscal.
Por otra parte, también es muy importante para recuperar el rating crediticio que nuestra economía empiece a crecer de forma sostenible. Estamos controlando el gasto público para bajar el nivel de deuda, y por ello creo que las agencias en algún momento nos van a validar.
Además, estamos tratando de aportar a través de proyectos estructurales como la modernización tributaria, la reforma laboral, lo que también es importante, y eso nos debería generar un segundo impulso que nos lleve a recuperar esa nota crediticia.
¿Entonces mantienen la expectativa de que ocurra al término del gobierno?
-Ese sería nuestro objetivo, aunque eso no lo controlamos. Lo que sí controlamos son los esfuerzos por el lado fiscal y del crecimiento.
"La reforma previsional está financiada"
El gobierno presentó la reforma previsional y una de las principales críticas y foco de atención ha sido el gasto de US$ 3.500 millones y su financiamiento. ¿Faltó precisar de mejor manera ese financiamiento?
-El proyecto de pensiones es importante en gasto, pero esos están contenidos en las holguras fiscales que del Informe de Finanzas Públicas. Ese escenario de holguras llega hasta el 2023, pero ya estamos trabajando en escenarios de holguras de más largo plazo.
Cuando uno mira hacia adelante, el gasto en pensiones sigue aumentando, lo que tiene que ver no solo con el proyecto, sino que con el envejecimiento del país. Y por ello el gasto en pensiones irá creciendo rápido, pero de acuerdo a nuestro escenario esto está contenido dentro del espacio fiscal que prevemos hacia adelante.
¿Tienen proyecciones a 2030?
-Lo que tenemos es la programación financiera y la estamos empezando a trabajar a plazos de más largo de tiempo. Ahora, un factor a considerar es que a medida que vayan pasando los años algunos programas que implican gastos terminarán su ciclo natural y eso libera recursos y deja espacio para el financiamiento de esta reforma de pensiones.
¿Cómo califica las críticas de exministros de Hacienda de la ahora oposición, que incluso han hablado de que existe populismo fiscal?
-A veces hay temas que en el debate político se encorajinan un poco, pero cuando lleguemos al debate en el Parlamento, y al igual de lo que pasó con el debate presupuestario, se podrá explicar y llegar a acuerdos.
Ya llegará el momento en que trabajemos con los técnicos y se vayan dilucidando estas dudas, y para eso vamos a estar disponibles. Estas cosas ocurren en el debate político, pero estamos seguros de que vamos a poder explicarlo bastante bien.
¿Están seguros de que la reforma sí está financiada?
-Sí, por supuesto. La reforma está financiada.
Concuerda con las declaraciones del expresidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, quien llamó a las exautoridades del gobierno anterior a tener un poco más de pudor a la hora de criticar el manejo fiscal de esta administración?
-Nosotros encontramos una situación fiscal más complicada, y estamos haciéndonos cargo. Nuestra forma de hablar es a través de resultados, y estamos haciendo todo lo posible por controlar el déficit disminuyendo el crecimiento del gasto y que la deuda no suba tanto. A este gobierno se le ha pedido mejorar las cuentas fiscales y nos estamos haciendo cargo de ello.
Respecto de la discusión del proyecto de modernización tributaria, el debate se ha centrado en la recaudación y en la calidad del informe financiero, ¿faltó una mejor explicación?
-Cuando uno mira el Informe Financiero, tiene una buena cantidad de páginas. Y lo que está tratando de hacer es entregar los supuestos, metodología y resultados para ser lo más transparente posible. En ese sentido creemos que estamos tratando de mejorar los estándares para que haya más transparencia y por ello no creo que falten elementos.
Sin embargo, si en la discusión en el Congreso se requieren más elementos, estamos disponibles a ir como Dipres y trabajar con los equipos técnicos de la oposición, no tenemos problema, pero sí queremos dejar claro que estamos tratando de elevar el estándar de los Informes Financieros.
Sobre la recaudación de la boleta electrónica, ¿por qué cree que hay tantos cálculos distintos?
-Eso no lo sé. Pero lo que nosotros podemos hacer es tratar de explicar bien cómo llegamos a ese cálculo. No tenemos ningún problema en mostrar la forma cómo se hace. Obviamente, otras personas pueden tener cálculos distintos.
Hay que contrastarlos y mirarlos. Eso es lo que ocurre en estas discusiones, es parte del proceso. Nosotros estamos muy tranquilos con los proyectos que hemos presentado y sus proyecciones de gastos.