Crítica con el comportamiento que tuvieron los diputados y en especial los parlamentarios de la UDI que aprobaron la propuesta del retiro del fondo de pensiones. Así se encuentra la directora de políticas públicas del instituto Libertad y Desarrollo, Bettina Horst.
¿Cuál es su análisis de la votación de este miércoles?
-En la votación del miércoles se reflejaron distintas realidades. Por un lado, parlamentarios que aprovechando la actual coyuntura han avanzado en su agenda para terminar con el sistema de pensiones que tenemos en el país. Ello queda de manifiesta al plantear el retiro de los fondos de pensiones para todos los afiliados al sistema, independiente si han sufrido o no una baja en sus ingresos durante estos meses de pandemia. Por otro lado, parlamentarios que por diversas razones han apoyado una reforma contraria a posiciones que en el pasado han defendido. Recordemos que en mayo del año pasado la Cámara de Diputados aprobó la reforma de pensiones en trámite, que introduce cambios al actual sistema, pero que en ningún caso lo termina. Acá puede haber una mezcla de motivaciones. ¿Oportunismo político, falta de coraje para defender posturas de fondo, no haber leído el proyecto que se estaba votando?
Y en ese sentido, ¿cómo califica la actitud de algunos diputados UDI que votaron a favor?
-Más allá de desencuentros políticos con el gobierno, uno esperaría que los parlamentarios defiendan posturas que, aunque sean impopulares, sean consistentes con lo que representan y no se dejen arrastras por ideologías de izquierda.
El proyecto establece que el fisco deberá crear un fondo para recuperar los recursos previsionales utilizados, ¿es viable una idea como esa?
-Se estima que el total de fondos a retirar del sistema de pensiones pudiera ascender a US$38.000 millones. La reforma no se hace cargo de cómo se reintegra. Se habla de reintegro fiscal y de una cotización adicional por parte del empleador. Hoy en el Pilar Solidario el Estado aporta recursos del orden de los US$2.300 millones al año. Esto sería equivalente a 16 años de Pilar Solidario. Y en el caso de una cotización adicional por parte del empleador, implica que tendremos dos tipos de trabajadores: uno que retiró sus fondos y por ende le generará un mayor costo a su empleador, y aquellos que no retiraron sus fondos y por ello su empleador no tendrá que pagar esa cotización. Realmente, ¿se puede sostener que esta reforma está bien pensada?
¿Qué alternativa hay para evitar que este proyecto siga avanzando? ¿El gobierno debería fortalecer su plan para la clase media?
-Esta reforma constitucional lo que busca es instalar una reforma al sistema de pensiones aprovechando la situación país. Por lo cual no pasa por fortalecer o no los programas de apoyo a la clase media. Es de esperar que ahora, cuando se discuta en particular la reforma se analice en detalle los efectos que tendrá en nuestro sistema de pensiones.
¿Si avanza el proyecto podría impactar el escenario de recuperación previsto para el próximo año?
-El Fondo Covid propuesto como gasto adicional consensuado en la mesa de los 16 economistas convocados por el gobierno es de US$12.000 millones adicionales para los próximos dos años. Este retiro de fondos desde las cuentas de ahorro de los afiliados a las AFP implicaría la necesidad de comprometer un gasto fiscal adicional muy por sobre ello. Desde hace tiempo ya que se ha puesto en duda si volveremos a ser un país fiscalmente responsable, hoy no se observa un compromiso político en esa línea. Esta reforma solo viene a reforzar ello. Y como nadie se puede endeudar indefinidamente, en el debate político se instalará con cada vez más fuerza la opción de una reforma tributaria, lo que perjudicará más aún la recuperación económica del próximo año y el crecimiento de nuestra economía a futuro.