“Siempre he creído que parte fundamental del desafío de quienes lideramos empresas es reconocer el cumplimiento de los ciclos, y hacer a tiempo y planificadamente los cambios que permitan proyectarlas a nuevas etapas. Igual que la sociedad, las compañías evolucionan y necesitan, a partir de su propia historia e identidad, continuar su senda, construir nuevos sueños y abocarse a alcanzarlos con toda la energía y el coraje que se requieran”. Ese fue uno de los argumentos con que el empresario Andrónico Luksic anunció su retiro de la presidencia de Quiñenco y de su participación en los directorios de otras sociedades, a meses de cumplir los 70 años.
Así, el 28 de septiembre pasado, el empresario, marcó en la séptima década la edad del paso al costado en sus compañías. Aunque su cumpleaños 70 será el 16 de abril de 2024, a contar del 29 de diciembre de este año Andrónico Luksic ya no estará más a la cabeza de Compañía Cervecerías Unidas (CCU) y de LQ Inversiones Financieras, ni en las vicepresidencias de Banco de Chile y Compañía Sud Americana de Vapores. Tampoco, en la mesa de Invexans.
La decisión de Luksic se hizo sentir en el mercado, al establecer de manera pública un límite de edad dentro de unos de los principales grupos económicos del país, y reflotó un tema que importa a las grandes firmas de todo el mundo, pero del que poco se habla, pese a su relevancia: la edad adecuada para que un alto directivo se aleje de su empresa.
En Estados Unidos, la edad promedio de los directores en las empresas del indicador S&P 500 es de 63,6 años. En 2016 llegaba a los 62 años, lo que muestra la tendencia de valorar y aprovechar más la experiencia de las personas. Como dato adicional, este promedio se descompone en 62 años para las mujeres y 64 años para los hombres. Las primeras son el 33% del total.
Si bien es muchos casos los límites de edad pueden ser considerados discriminatorios y atentatorios contra la diversidad al interior de la empresa, establecer una fecha clara de retiro para los altos cargos es valorado por el mercado como una herramienta de gobernanza para los accionistas. En todo caso, no existe una regla fija para determinar cuándo debe salir un CEO.
⊕ El caso Murdoch
Recién hace un par de semanas, el magnate de los medios de comunicación, Rupert Murdoch, anunció que a sus 92 años ya era tiempo de dejar la presidencia de News Corp y de Fox, cediendo el cetro a su hijo mayor, Lachlan Murdoch. En 2021, Boeing retrasó la edad de jubilación de su máximo ejecutivo de los 65 a los 70 años, con el objetivo de darle “flexibilidad” en su trabajo, y en Chile ese mismo año, Eliodoro Matte se retiró del día a día, debido a que un protocolo interno establece que los integrantes de la familia permanecerán en los directorios del grupo hasta los 75 años.
¿Cuántos directores con más de 70 años tienen hoy las grandes empresas chilenas? Pulso revisó los directorios de las sociedades que conforman el IPSA, principal indicador de la bolsa chilena: 48 tienen ya más de esa edad y 8 la cumplirán en 2024. Esto, de un total de 242 directores, donde 39 son extranjeros.
Varios son rostros conocidos de sus propias firmas, principalmente sus propios fundadores o accionistas controladores, que además actúan como directores, presidentes o vicepresidentes y conviven con asesores de toda la vida, directores independientes o profesionales, que suelen representar los intereses de los accionistas institucionales y minoritarios.
⊕ Luksic
Entre las empresas del grupo Luksic que forman parte del IPSA -Banco de Chile, Cervecerías (CCU) y Vapores-, dos de sus directores tienen más de 70 años: se trata de los economistas Hernán Büchi y Vittorio Corbo.
Nacido en Iquique el 6 de marzo de 1949, a sus 74 años el exministro de Hacienda y director por los Luksic en Vapores y Banco de Chile, también forma parte de la mesa de Quiñenco, la matriz del conglomerado.
Corbo por su parte, otro asesor histórico del grupo, tiene 80 años. El expresidente del Banco Central está desde 2012 como director en CCU. Primero con votos de los controladores y ahora también como director independiente.
⊕ Matte
La decisión de los Matte, de que no haya ningún miembro de la familia mayor de 75 años en las empresas, se cumple en los directorios de las firmas que el grupo controla y están en el IPSA: Colbún y CMPC.
En la primera, la directora de mayor edad es la economista Vivianne Blanlot (68), quien entró a Colbún en 2012 representando a las AFP y en 2016 fue elegida con los votos del grupo Matte en la misma generadora.
En “la papelera”, el director más longevo es el presidente de la CMPC, Luis Felipe Gazitúa, también con 68 años. El ejecutivo además es vicepresidente de Entel, donde los Matte son socios con los grupos Fernández León y Hurtado Vicuña.
En la firma de telecomunicaciones, el propio Juan Hurtado Vicuña preside Entel, y Juan José Mac-Auliffe, es su director. Ambos tienen 76 años. Les sigue en edad el ingeniero civil Richard Büchi, exgerente general corporativo de la firma desde 1994 y vicepresidente hasta 2012.
Los tres hermanos Matte Larraín tienen: 79 años, Patricia; 78, Eliodoro, y 68, Bernardo.
⊕ Angelini
“No me voy a retirar; voy a seguir trabajando hasta el final, hasta que no tenga fuerzas”, dijo en 2017 a El Mercurio Roberto Angelini, luego de la reorganización societaria que el grupo realizó ese año y que generó expectativas en torno a su posible alejamiento de la conducción del grupo.
Hoy, a sus 75 años, preside Copec, un conglomerado que en bolsa vale más de US$ 8 mil millones y en cuya mesa comparte con dos de los hombres fuertes del grupo: Jorge Andueza (74), gerente general de Antar Chile, y el abogado y presidente de Celulosa Arauco, Manuel Enrique Bezanilla (78). Sus nombres se repiten además en varias sociedades relacionadas al grupo Angelini.
Copec es una de las empresas del IPSA con una de las mayores edades promedio en su directorio: 64 años. El menor es Maurizio Angelini Amadori (46), el segundo de los cuatro hijos de Roberto Angelini.
⊕ Concha y Toro
Con más de 100 años de operación, de los cuales casi la mitad han tenido a la familia Guilisasti como protagonista, la viña Concha y Toro es otra de las empresas IPSA con un directorio sobre 64 años en promedio.
El presidente es Alfonso Larraín, quien tiene 86 años y ha estado vinculado a la industria del vino prácticamente toda su vida. Es director de Concha y Toro desde 1969 y es considerado el artífice de la transformación de la viña en líder global desde que lo nombraron presidente, en 1998. En la misma mesa están los hermanos Guilisasti Gana, de la familia controladora: Rafael (70) y Pablo (68), mientras que Eduardo, el mayor (71), oficia como gerente general.
De hecho, Rafael Guilisasti celebró el 18 de septiembre pasado sus 70 años paseando con su familia por La Toscana, Italia, su segunda patria.
⊕ Banca
La banca es un sector del IPSA que concentra directores mayores. Aquí la experiencia es considerada clave para un negocio altamente regulado y muy sensible a los cambios en la economía.
En el Banco BCI, su presidente y controlador, Luis Enrique Yarur, cumplirá 73 años a mediados de diciembre. El también vicepresidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF) está en el directorio de su entidad financiera desde 1991.
En la misma mesa del BCI se sienta desde 2011 Mario Gómez Dubravcic, un ejecutivo histórico del grupo que ha estado encargado del área financiera. Tiene 72 años.
El mayor de todos es el exfiscal del Banco Central, Miguel Ángel Nacrur, quien entró al BCI en 2019 como director independiente. Hoy tiene 74 años.
En Itaú, Santander y Security, que son las otras instituciones financieras que forman parte del índice selectivo de la bolsa chilena, los promedios de edad son menores.
En Itaú, el ingeniero civil Pedro Samhan es el mayor, con 74 años. Llegó a la entidad como director independiente a mediados de 2016, unos meses después de que se constituyera el directorio del entonces nuevo banco Itaú-CorpBanca.
Mientras que en el grupo Security, sus dos fundadores, Renato Peñafiel (71) y Ramón Eluchans (70), son los directores de mayor edad. El primero, es presidente del directorio desde 2022. Anteriormente se desempeñó como gerente general de la compañía desde su fundación en 1981. Eluchans, en tanto es miembro del directorio desde 2013. Hasta ese año y desde 1997 fue gerente general del Banco Security.
En el Santander, la directora de mayor edad es Lucía Santa Cruz (79). La historiadora cumplió en agosto pasado 20 años en ese cargo en la entidad de capitales españoles. Le sigue con 76 años el abogado Juan Pedro Santa María, director hace 21 años. La tercera “antigüedad” es el también director independiente Alfonso Gómez (75).
⊕ Enel
En Enel, cuatro de sus siete directores son chilenos, hombres y tienen más de 70 años. Los otros tres son extranjeros, dos de los cuales son mujeres y tienen menos de 50 años. El mayor de todos es el empresario Fernan Gazmuri (79), ingeniero comercial de la UC y exdirigente gremial, que partió en Elecmetal en los 60. Le sigue el presidente de la firma y también director en Inversiones Aguas Metropolitanas, Herman Chadwick, con 78 años.
Los otros directores chilenos son el exdirector de la Academia Diplomática, Pablo Cabrera (75), y el experto en energía, Gonzalo Palacios (72).
⊕ Fundadores
Las decisiones tomadas por fundadores y accionistas principales han hecho “rejuvenecer” varios directorios. Es el caso del de Cencosud, tras la salida de Horst Paulmann en 2022 a la edad de 87 años y luego de haber liderado la compañía por más de 43 años. Hoy, la edad promedio en las mesas de Cencosud y Cencosud Shopping, que son las dos firmas del grupo listadas en el IPSA es de 60 años. Su presidenta, Heike Paulmann, tiene 53 años, una de las CEO más jóvenes de Chile.
Algo parecido es lo que pasa en Falabella, donde solo el mayor de los siete hermanos Del Rio, José Luis Del Río (77 años), siguió como director en el conglomerado tras el golpe de timón por los malos resultados de los años anteriores y que se saldó, entre otros cambios, con la llegada de Alfredo Moreno (67), el exministro y antiguo director de la compañía.
De Falabella también salió otro histórico. El empresario y hoy presidente de Mall Plaza, Sergio Cardone (76), quien llegó a ser el director más antiguo de esa firma, pues estuvo desde 1986.
Mall Plaza es la S.A con el directorio más joven del IPSA: 54 años en promedio.
⊕ Experiencia y tradición
“No somos muy seguidores de lo que haga Luksic”, dice en reserva el presidente de una de las compañías analizadas. “Aunque cada S.A. tiene sus propios propósitos y miradas respecto de lo que debe ser su gobierno corporativo, no me parece razonable imponer límites de edad como norma expresa”, añade un director.
No pasaron desapercibidas las razones de Luksic para retirarse a los 70. En las últimas semanas el tema de la edad en los directorios ha vuelto a emerger dentro de las conversaciones del sector, reconocen directores y expertos consultados.
“Es una buena práctica establecer límites de edad para ejercer cargos ejecutivos o ser miembro de un directorio. Es un instrumento que colabora en la gestión de riesgos de la compañía, particularmente aquel relacionado a la sucesión. Sin embargo, debe ser establecido de una manera adecuada, de tal forma de optimizar el interés social. Desde esta perspectiva es difícil establecer con absoluta claridad una edad límite, es más bien una práctica general la que sitúa este punto en los 70 años”, explica el exsuperintendente de Valores y Seguros, Alvaro Clarke.
A eso se añade el aumento en la esperanza de vida. “La edad no puede ser un factor único que determine la continuidad del director o presidente de una empresa, ni de un CEO. Va a depender de la estrategia de la compañía, de las capacidades de la persona y su desempeño”, indica Juan Pablo Solar, socio de la consultora en liderazgo, Spencer Stuart.
“Hemos visto que en ejecutivos de mayor edad el approach que tiende a primar es más a aplicar el conocimiento ganado en experiencias pasadas, y eso obviamente sirve a un tipo de estrategia. Por otro lado, si lo que se requiere es innovar y reinventar, probablemente lo que es más acertado es poner un perfil que pueda diseñar más libremente. Es recomendable revisar caso a caso”, puntualiza.
Tatiana Molina, Directora de Gobierno Corporativo en Deloitte, añade que lo primero que una empresa gana al establecer fechas de salida es poder asegurar que haya un recambio natural y deseado en los directorios, evitando una permanencia prolongada y dar así espacio a las nuevas generaciones. “Lo que se podría perder es la experiencia acumulada del director al directorio, pero eso se mitiga con buenos procesos de transición, traspasando esa experiencia, conocimientos y visión. Incluso, una buena práctica es que un director ya va en retirada de espacio para que ingresen directores más jóvenes, pudiendo quedar como un advisor estratégico del mismo directorio”.